Darkness: Kol Mikaelson <2>

Un inmortal malvado, otra vez

—¿Entonces dices que le quitaste a un vampiro llamado Josh la compulsión de Klaus?—preguntó Delilah a su amiga bruja, que estaba del otro lado de la línea— Vaya, estoy bastante sorprendida.

Delilah decidió llamarla, para asegurarse que Klaus todavía no le hubiera hecho nada a su amiga por sus posibles problemas de paranoia que tanto tenía.

—¡Si!— exclamó Davina sonando emocionada— ¿Cuando vendrás a Nueva Orleans? Tienes que conocerlo, es muy divertido.

—Bueno.....— Delilah estaba haciendo una pausa dramática— ¿Te conté sobre este tipo inmortal llamado Silas verdad?— cuestionó y la bruja tarareó en respuesta— Bueno, resulta que no es una piedra y tenemos que detenerlo. Iremos al campus universitario por esta chica llamada Elena.

—¿No la despreciabas?— preguntó Davina algo confundida.

Claro que no quería a Elena por obvias razones, pero Damon le suplico que lo acompañara y terminó cediendo por una buena oferta de 100 dólares en efectivo.

—Si, por eso cuando ella vuelva yo iré a Nueva Orleans a mirar cómo Klaus transfiera su ira a ustedes en vez de nosotros— bromea la chica— Será un espectáculo y quiero estar en primera fila.

—A veces eres mala L— se rio la bruja, las dos adolescentes se habían vuelto bastante cercanas, se hablaban muy seguido— Pero por eso te quiero.

—Owww, yo igual te quiero D— antes de que Davina contestara una bocina de un auto sonó afuera de su casa, más específico, el auto de Damon— Me tengo que ir, pero te prometo que pronto estaré ahí.

Y con eso colgó antes de tomar su bolso del sofá y salir por la puerta de su casa para encontrarse el auto de Damon con él en el interior quien tenía el ceño fruncido.

—¿Por que tardas tanto?— exclamó molesto— No tenemos todo el día brujita.

Delilah rodó los ojos mientras abría la puerta del asiento del pasajero y entrar al auto.

—Di que estoy yendo.