Penetrantes ojos azules

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Delilah había llegado al barrio inmediatamente cuando Davina la llamó

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Delilah había llegado al barrio inmediatamente cuando Davina la llamó. Venia a cuidar a su amiga cueste lo que cueste, pero ahora se encontraban en una tienda de discos.

—Sabes, prefiero a Ed Sheraan por supuesto, pero esta música del siglo pasado no está nada mal— empezó a divagar Lilah— Bueno, como decía, Caroline se estuvo quejando todo el tiempo porque Stefan no le contestaba los mensajes y quiero decir yo también lo extraño pero mi hermana tiene que comprender que perdió a su hermano, estoy empezando a pensar que me gusta, y no de amistad si sabes a lo que refiero.

Davina se rio, había extrañado a su amiga bastante y a pesar de los problemas que tenía a la pérdida de sus amigos y que ella no tuviera nada en contra a Klaus, estaba ahí apoyándola.

Jo regreso a la caja poco después y le entrego a Davina el disco.

—Aquí tiene Davina— asintió hacia la bruja Claire— Ahroa en algún momento tendrán eje decirme porque ambos están tan enganchados a la antigua música folclórica islandesa— exclamó con los ojos enfocados en las dos chicas.

—Somos parte de un culto que solo puede relajarse con suaves sonidos de la música Folclórica islandesa
— comentó Lilah sin dejar de ver loa disco antes de alzar la cara y ver la expresión de Jo— es chiste.

—Ignórala, le encanta hacer bromas. Son para otra persona.

—Seguro espero eso— Joe respondió con una sonrisa. Las dos chicas se giran para irse.

Pero Lilah se detuvo para evitar camina directamente hacia un chico alto, de cabello rizado con llamativos ojos azules como los de ella.

Inclinó  la cabeza ligeramente hacia un lado,  era guapo, se dijo a sí misma, pero todavía estaba el hecho que seguía perdidamente enamorada de Kol Mikaelson y que quería traerlo de regreso de entre los muertos. Dicho chico le dio una sonrisa encantadora que ella devolvió antes de que él saliera de la tienda. Frunció el ceño cuando le pareció conocida.

Antes de que cualquiera de las brujas pudiera irse, un hombre lobo llamado Oliver, entró a la tienda bloqueando el camino de ambas. Les sonrió a las dos.

—Davina— la llamó para luego mirar a la rubia—Hola, linda— Delilah arrugó la nariz en disgusto.

—Vuelve a llamarme así y te hiervo la sangre— gruñó — me encanta hacer eso.

El hombre lobo levantó las manos en señal de rendición antes de volverse hacia la bruja Claire.

—Así que escuche que dejaste tu aquelarre e hiciste uno nuevo con tu amiguita amiga de vampiros originales— señaló a Lilah mientras él examinaba un disco— Es una lastima, otra chica de la cosecha, ¿Cassie? Ella ha sido muy útil para todos nosotros los lobos.

Darkness: Kol Mikaelson <2>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora