50 SOMBRAS DE GREY- LIEAN (ADAPTADA)

CAPÍTULO 3:

-¿Discúlpeme?.- pregunté confundido.

-Si, la única relación laboral será conmigo...- su celular sonó y él contestó.

-Si Víctor, estaré ahí a las diez... llevo sushi ¿te gusta?, genial... nos vemos hermoso.- colgó, seguro era su novio. Me aclaré la garganta, ¿qué estaba pasando?, un hombre tan guapo y millonario no podía estar solo.

-Necesito que llames a éste número, toma nota.- agarré mi agenda y el lápiz que siempre llevo.- Es un restaurante chino, pides nigiri, maki y uramaki a Víctor le encanta.- rió.

-Está bien.- dije.

-Si necesito algo más te llamaré, recuerda la junta de hoy a las seis, puedes irte... hasta la tarde.- asentí.

Salí de la oficina y luego de haber llamado ahí, tomé mis cosas y me dirigí al ascensor.

-Hola... Libardo.- sonreí, es la hermana de Jean.

-¿Mae verdad?.- asintió.

-Sí.- rió y metió las manos a sus bolsillos.-¿Conseguiste el trabajo?.- asentí.- Te felicito.- me abrazó, me extrañó pero terminé aceptando.

-Te lo agradezco.- reímos.-

-Mae.- esa voz a mis espaldas hizo separarnos.- Creí que ya te ibas Izasa.- su mirada estaba enojada.-

-Si ya se iba, justo lo encontré y la felicité por su nuevo trabajo.- rodeó mis hombros con su brazo, me moví incómodo.- Después de que fuiste muy grosero con el ayer, nos presentamos-. me sonrió.

-Adiós Izasa.- Mae retiró su brazo de mis hombros y besó mi mejilla.

-Luego nos vemos hermoso.- asentí y me dirigí al ascensor. Ellos se quedaron mirando hasta que las puertas se cerraron, fue extraño.

Cuando el ascensor llegó al primer piso, salí rápidamente... en la puerta estuve aproximadamente media hora tratando de parar un taxi, justo cuando iba a resignarme e ir a esperar un bondi una voz a mi lado me hizo tensarme.

-¿Necesita quién lo lleve?.- una gota de lluvia cayó en mi nariz.

-Estaba justo por irme a esperar un bus...-

-¿Para qué lado vive?.- me interrumpió.

-Seattle....- susurré.

-Te llevo.- sonrió haciendo que miles de cosas pasaran en mi interior.

-¿Es en serio?, no quiero molestar...- dije tímido.

-Ven...- caminó dentro de la empresa, yo lo seguí... después de todo es mi jefe. Entró al elevador y yo lo seguí, lo único que se escuchaba era el "tin,tin,tin" de los pisos pasando... estábamos llegando ya al último piso. Ya raro llamarlo como "señor", ya que es unos cinco o seis años mayor que yo.

-Señor León.- hablé.- ¿A dónde vam...?.- me quedé boquiabierto, estábamos en la terraza del edificio. Un helicóptero estaba en el gran lugar.

-¿Creías que te iba a llevar conduciendo a tanta distancia?.- rodó los ojos, puso las manos en sus bolsillos y caminó cerca del gran vehículo aéreo.

-Señor León, el helicóptero está listo... esperamos sus indicaciones.- dijo un hombre robusto.

-Cambió de planes, primero me llevan a Seattle luego nos vamos a Boston.- dijo mi jefe.

-Señor León, no quiero molestar en serio...-

-Isaza, yo soy tu jefe... yo mando.- dijo con aire de superioridad.- Javier, si Víctor llama dile que lo veré a la noche... tengo cosas más importantes que hacer...- me miró malicioso haciendo que mis mejillas se tornen rojas.