CAPÍTULO 30: "Adaptarse a él".

613 55 9
                                    

MARATON 6/6

-¡Libardo!.- Naim corre hacia mí y me abraza con fuerza.- ¡¿Dónde te tenía cautivo ese imbécil?!.- me abraza y parece estar tomándome los signos vitales.

-No me tenía cautivo, Naim.- me separo de el y giro mi vista hacia Orson.

-¿Cómo está mi cuñadito?.- se acerca a mí y deposita un beso en mi mejilla.

-Muy bien, gracias.- nos sentamos en el sofá.

-No debería decirte esto pero Benicio te ha llamado desde que te fuiste a Grecia, le eh dicho que no quieres saber nada de él pero continúa insistiendo.- se encoge de hombros.

-No te preocupes, yo me arreglaré con él.- ¿Qué querrá Benicio conmigo?.

-Estás distinto, fuera de que lo que llevas se nota que cuesta mucho... estás más reluciente, más seguro y me gusta.- sonrió y luego siento que mi celular vibra.

-Discúlpenme un segundo.- atiendo la llamada y me alejo de ellos.

-¿Hola?.

-Libardo hermoso.

-¿Cómo estás mamá?, ya tengo el boleto para mañana.

-¡¿En serio?!, es asombroso cariño. Mañana estará Bob esperándote en el aeropuerto para traerte a casa.

-No mamá, en serio. Iré en taxi, no te preocupes.

-¿De verdad?.

-Si, además me gustaría comprar algo en el camino. Te llamaré cuando llegue te lo prometo.

-Está bien, te quiero mucho hijo. Bob y yo estamos ansiosos por verte. ¿Y Jean?.

-No puede acompañarme, tiene demasiado trabajo...

-Oh es una pena, moría por conocerlo.

-Si, pero tranquila. Habrá otras oportunidades.

-Supongo que si, te veo mañana cariño.

-Hasta mañana mamá.

-¿Quién era?.- pregunta Naim.

-Mamá está ansiosa por verme.- río.

-Seguro, hace años que no te ve.- me siento a su lado.- Tato llamó, en cualquier momento estará aquí.- asiento.

El timbre del departamento resuena, Naim se levanta a abrir la puerta.

-Libardo.- giro la mirada para encontrarme con mi hermano y Mae.

-¿Cómo estás?.- me acerco y lo abrazo con fuerza.

-Bien, aquí Mae me ha dado trabajo en su empresa. Según ella soy un excelente contador.- ríe y se separa de mí.

-Un gusto volver a verte Libardo.- sonrió y también lo saludo.

-El gusto es mío.- ríe.

-¿Y mi hermanito no te acompañará a México?.- pregunta cuando ingresamos a la sala.

-Tiene demasiado trabajo.- mi voz sale demasiado cabizbaja y deprimida.

-No estés mal, es normal en él que prefiera siempre su trabajo antes que todos los demás.- reímos.

Pasamos el resto de la tarde poniéndose al día acerca de nuestros empleos, Naim me cuenta que se irá a vivir con Orson a Barbados. Le hago saber que estoy demasiado feliz por el y por Orson.

-Bueno, ha sido una estupenda tarde. Pero éste príncipe tiene que volver a su cuento de hadas.- dice Renato.

-Anda, no vaya a ser que se te escape el unicornio.- se burla Naim.

-Muy gracioso.- se acerca a mí y me abraza.- Saluda a mamá y a papá de mi parte, te quiero. Llámame cuando llegues.- deja un beso en mi frente y luego de despedirse de todos sale del lugar.

-Bien, creo que también será hora que me vaya.- anuncio.

-Libardo, quédate... mañana te dejamos en el aeropuerto temprano.- me ofrece Orson.

-No quiero molestar, en serio.- Naim rueda los ojos.

-¿Hace cuántos años te conozco Libardo Antonio Isaza?.- río y golpeó mi frente.

-Desde cuarto año de primaria.- sonríe.

-Tercero.- me corrige.- A lo que quiero llegar es que nunca vas a ser una molestia pulguita.- corre hacia mí y me abraza.- Ahora vamos pedir una pizza porque no tengo ganas de cocinar.- niego con la cabeza riendo.

Me doy cuenta que en las últimas seis horas no eh pensado en Jean, ¿Qué estará haciendo?, deseo llamarlo y decirle que lo extraño, pero mi orgullo es demasiado grande para aguantarme las ganas de hacerlo.

Luego de comer una riquísima pizza, Naim me ofrece su cama pero no acepto. Termino recostado en el cómodo sofá, cierro los ojos y lo único que veo es a Jean. ¿Por qué no puede salir de mi cabeza?.

Siento un golpe en la cocina, me volteo en el sofá y me encuentro a Orson.

-Perdón, no quise asustarte.- lleva un pote de helado entre las manos.

-No hay problema, igual no podía dormir.- se sienta en el sofá frente a mí.

-En ese caso somos dos.- reímos.- Tiene razón en lo que te dijo Mae, pero no te lo creas tanto.- lo miro confundido.

-No entiendo.- ríe y se remueve en el sofá mientras mete una cucharada de helado a su boca.

-Jean es mi primo, desde que Sandra y Miguel lo adoptaron siempre fue así. Frío, no jugaba ni hablaba con nadie, fue cuando Jean se recibió que mi tío confío en él y lo puso al mando de la empresa. Desde ese momento no ha hecho otra cosa que no sea pasar horas y horas en una oficina claro, hasta que llegaste tú.- sonríe y yo me confundo aún más.

-Sigo sin entender.- rueda los ojos dramáticamente.

-Eres muy importante para él, en años no ha salido de viaje que no sea de trabajo. Se fue a Grecia contigo, nunca le habíamos conocido un novio y es más creíamos que era asexual.- río.- A lo que me refiero es que Jean no va a cambiar nunca.- suspira.- Solo queda como opción adaptarse a su forma de ser.- asiento.- Pero ten paciencia, a legua se nota que se aman.- frunzo los labios.

-Gracias, Orson.- sonríe y se levanta del sofá.

-Será mejor que intentemos dormir, mañana hay que levantarse temprano... es decir hoy dentro de unas horas.- reímos.

-Buenas noches.- me acomodo en el sillón.

-Buenas noches.- me guiña un ojo divertido y se va.

Me recuesto en el sofá y cierro los ojos, necesito dormir... me esperan muchas horas de viaje y no es que odie viajar, pero es demasiado cansado. 

50 SOMBRAS DE GREY- LIEAN (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora