¿Volver a tí? - Sasuhina (Terminada)

Capítulo 30

Prov. Sasuke

Habian pasado tres años desde el suceso en el hospital, las cosas habían cambiado drásticamente. Pero Hinata fue la que sufrió mucho más y por ello ahora mismo Daisuke y yo nos encontrábamos camino al lugar donde ella se encontraba. Miré a mi pequeño pelinegro y ahora contaba con ocho años, y cada vez se parecía más a mí tanto en lo físico como en el carácter.

- Daisuke, hijo. Tenemos que irnos. -. hablé llamando su atención mientras miraba la tumba.

- ¿Con mamá? -. preguntó ilusionado. Lo miré y asentí.

- Si, iremos con mamá. -. respondí ayudandolo a ponerse de pie. De un momento a otro, noté como su gesto había cambiado.

- Pero...

- ¿No te gusta ir al psiquiátrico? -. pregunté por primera vez, aunque había notado sus gestos estos últimos meses. A mi tampoco me gustaba ir pero desde lo que pasó hace cinco años, Hinata...

- No...pero sé que mamá necesita estar ahí. -. escuché su voz sacandome de mis recuerdos.

- Lo sé, por eso estoy orgulloso de tí. -. respondí recibiendo una sonrisa de su parte. -. Vamos.

- Esta bien. -. miró por última vez la tumba de Itachi y suspiró. -. Adiós, papá...

Los dos pelinegros subierón al coche y se encaminaron en dirección al psiquiátrico, cuando llegaron a recepción, las enfermeras les sonrierón y los dejarón pasar, ellos ya conocían ese camino de memoria.

- ¿Crees que mamá este en el mismo lugar de siempre? -. escuché su pregunta y me encogí de hombros.

- Nunca se mueve de ese lugar, hijo. Es lo más probable.

Seguimos caminando y llegamos al jardín. Y como siempre Hinata se encontraba bajo ese árbol dándonos la espalda. Daisuke y yo nos acercamos a ella y hablé para llamar su atención.

- Hinata...amor...

- Mamá...

En ese momento, Hinata giro su cuerpo y nos mostró su sonrisa acompañado de la risa de la niña de ojos luna de tres años de edad que cargaba en sus brazos.

- Daisuke, Sasuke-kun que bueno que ya llegarón. Hitomi los extrañaba.

Sonreí y me acerqué a ellas dandoles un beso en la frente a cada una. Daisuke se acercó a su hermana y comenzó a jugar con ella.

Hinata me miro preocupada y negué. Levanté la cabeza y miré a Sakura recostada en el árbol. Recordé como Sakura había intentado matarse meses después de la muerte de Itachi por que decía oir su voz. Naruto y Hinata fueron los que más se preocuparon por su situación, los doctores habían dado su diagnóstico, tiempo después Sakura fue internada en un psiquiátrico.

Meses después de lo sucedido, Sakura dió a luz a una niña cabello azabache y ojos verdes. Mi madre fue la primera en tomar en brazos a la niña, puesto que Sakura no la quería ni ver. Ella al ver su rechazo, decidió adoptar a la bebé y desde ese momento vive en la mansión. Miré a Sakura por última vez y luego a Hinata.

- Amor, ¿ya nos vamos? -. pregunté, ella miro a Sakura, le tocó su mejilla y se puso de pie para tomar mi mano.

- Si, vamos. Adiós, Sakura. Vendré a verte pronto. -. como siempre, Sakura ni la miro. Apreté la mano de Hinata que tomó la de Daisuke, mientras tenía a Himawari en mis brazos.

Salimos de ahí dejando atrás el psiquiátrico, miré a Hinata y luego al cielo. Aún tenía en mi mente ese trágico día cuando creí que mi hija iba a morir. El doctor había dicho que Hitomi estaba llena de milagros, y sabía que era así. Se había salvado de la muerte dos veces. Miré a mi pequeña sonreir y mi mundo se reinició.

- Sasuke-kun, ¿has hablado con los chicos?

- En la mañana me llamo Naruto, pero no le contesté.

- Que cruel.

- Es un dobe, solo me llamaba para molestar.

Sonreí al recordar a Naruto, él se había ido a recorrer el mundo. Era feliz a su manera. Chouji por su parte habia inaugurado hace poco su restaurante y le iba muy bien. Shikamaru siguió en la policía y hace dos años conoció a Temari, la hermana de Gaara y hace poco se casarón, aunque él siempre viene a quejarse a mi casa.

Gaara se reencontró con un viejo amor y ahora su familia está esperando la llegada de un nuevo bebé. La pequeña pelirroja esta muy feliz y aún sigue diciendo que es la novia de Daisuke. Aunque este ya no intenta contradecirla.

La madre de Hinata y el señor Hotaru viven con nosotros, y todos somos felices en nuestro pequeño mundo. Poco tiempo después llegamos a casa y mientras entrábamos a nuestro hogar hice que Hinata se detuviera.

- ¿Qué pasa, Sasuke-kun?

- Hinata...

- ¿Si?

- Casate conmigo.

- ¿Qué?

- Pues eso. Me he dado cuenta que hemos dado todos los pasos menos el más importante: nuestra boda.

- Y-Yo...

- ¿Eso es un no?

- C-Claro que no...digo si.

- Ojitos...

- Si quiero casarme contigo, Sasuke-kun. Claro que quiero. -. sonreí mientras le daba un tierno beso sin haber soltado a Himawari. Daisuke luego de mirarnos salió corriendo mientras gritaba.

- Abuelo, abuela...¡mamá y papá se van a casar! ¡mamá y papá se van a casar!

- Hey, Daisuke-kun. -. vi a Hinata intentar detenerlo pero yo reí.

- Déjalo, esta feliz.

- Y-Yo tambien estoy muy feliz...-. escuché su susurro y la miré con sus mejillas sonrojada. Seguía tan preciosa como siempre.

- Hina...

- ¿Si?

- Gracias.

- ¿Por qué?

- Por todo, por amarme, por aceptarme, por perdonarme, por...

- ¿Por?

- Por volver a mí.

- ¿Volver a tí? Siempre.

Sonreí sinceramente, pues desde que Hinata había vuelto a mi vida no había dejado de sonreír. Había sido un tonto al dejarla ir, pero esta vez no lo haría. Me aferraría a ella, a mis hijos...a mi familia. Los amaba y los protegería de quien sea, como sea.

Fin.