Tu Padre Y yo

Nuestro Secreto

Llegué a la habitación y me tiré en la cama a llorar. Simplemente por el hecho de que esperava que Ron pudiera aceptar el hecho de que Pansy y yo fueramos pareja. Se que debería habérselo dicho pero esque el no me dio tiempo. Entonces entro Lavender entró en la habitación. Esa chica iba detrás de el pelirrojo desde cuarto año.
-Herm ¿estás bien?-
-Si. Y no me llames así.-
Le dije con un tono algo borde.
-Por cierto ¿has visto a Ronro?-
La pobre chica tenia una obsesión con los motes y a Ronald le llamaba Ronro. Un mote muy ridículo en mi opinión.
-Le he visto en las mazmorras. ¿Me podrias dejar en paz?-
La chica se extrañó.
-¿Como que en las mazmorras? ¿Por que iba a ir allí? Es igual, ya le busco yo.-
Esa chica me tenia harta. Era súper pija y, además, ponia cada mote... Al final ya me daba igual. Que les dieran por culo a los dos. Coji una botella de cerveza de mantequilla y me serví un poco en una copa. Me sentí un poco sola así que decidí invitar a Pansy. Le envié una lechuza y 5 minutos después estaba llamando a la puerta de la sala común.
-Espero que no hayas empezado sin mi.-
Le di un beso en los labios y sin decir nada nos aparecimos en mi habitación. Me senté en la cama y le serví un poco de cerveza de mantequilla.
-Te has manchado un poco... -
Me acerqué a ella y le pasé el pulgar por el labio para limpiarle. Lentamente se acercó a mi para depositar un largo beso en mis labios. Nos besamos hasta que necitamos aire para respirar.
-Te amo Hermione. Demasiado.-
Me tumbó en mi cama y me pasó la mano por el pelo muy lentamente. Empezó a bajar por el lado de la cara llegando al cuello y después pasandola por el pecho. Cuando llegó a la cintura fue cuando habló.
-Solo seguiré si quieres.-
Hice un pequeño gemido para indicarle que siguiera. Llegó a la cremallera de la falda y la bajó lentamente sin dejar de besarme.

*Pansy *

Al quitarle la falda a Hermione la chica arqueó un poco la espalda, cosa que me obligó a continuar con el trabajo que estaba haciendo. De vez en cuando la chica soltaba un pequeño gemido que me volvia loca. Antes de continuar cogí mi varita y puse unos hechizos de silencio alrededor de la cama y, desde la misma, cerré la puerta con otro hechizo mas. Desabroché la camisa de la morena y seguidamente la mia. Las dos necesitábamos sentir la piel de la otra contra el nuestro. Seguí besandola y empecé a hacer movimientos hacia su cuerpo. Los gemidos de la chica augmentaron. Estábamos haciendo aquello que las dos habíamos estado esperando nececitado.
-Será nuestro secreto.-
Dije eso y continué.