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El lobo caminaba de un lado al otro había pasado un mes desde la última vez que vio a Emma y un mes sin saber nada de Emile, se había enterado de que esta había llevado a un hombre y una chica con ella a la casa donde la había mantenido encerrada, sintió una gran traición al saber que ella había hecho tal cosa, uno de sus sirvientes había dicho que después de que él había hecho era obvio que ella lo traicionara, este sirviente al día siguiente ya no respiraba, él se había convertido en un auténtico monstruo, no le importaba nada ni nadie que no fuera Emma, no le importaba si tenía que pasar por encima de quien fuese, si es de matar a todo mundo a su alrededor lo haría.

-Jefe ya está todo listo para mañana- su hombre de confianza dijo mientras este se masajeaba las sienes, tanto estrés le dejaba últimamente dolores de cabeza, solo quería tener a Emma con él.

-Hagan lo que tengan que hacer, pero no toquen ni un solo cabello de Emma- dijo Mark mientras se iba a lo más profundo del bosque.

ººº

la habitación estaba sumida en la oscuridad, la respiración pausada de Eros se escuchaba por toda esta, Emma acostada en su pecho contaba cada lunar de este, ya se había hecho costumbre que Eros llegara a mitad de la noche y se escabullera en su habitación, Emma contemplaba cada lunar como si de constelaciones se tratase, Eros acariciaba el largo cabello de Emma, cualquiera que no hubiera visto un cielo sin estrellas fácilmente confundiría el cabello de ella con ese cielo, tan oscuro y con luz propia.

-¿Cómo es que sucede su transformación?- pregunto a Emma- ¿cómo saben en qué momento encuentran a su pareja?- Eros miro por el rabillo del ojo a una curiosa Emma, que miraba atentamente sus lunares.

-Eres muy curiosa pequeña- le dijo Eros dando la vuelta en la cama dejando a Emma bajo su cuerpo- pero aun así me encanta responder tus dudas. A los nueve años creamos comunicación con nuestros leones - dijo Eros - durante todo un año nos volvemos uno solo, aunque la mayoría de nuestros leones son un poco arrogantes - un pequeño rugido por parte de Alan logro hacer reír a Eros a Emma le brillaron los ojos en la oscuridad al ver la sonrisa de Eros- ellos suelen amenazarnos con matarnos si algo no salen como ellos quieren, y gracias a ti Alan me amenazo unas cien veces más o menos- dijo un Eros burlón.

-Alan- pronuncio Emma deleitándose con ese nombre, cristal se sentía extraña ese nombre había cavado hondo en su ser, hace bastante tiempo que había intentado comunicarse con el león de Eros pero este al parecer no quería hablar con ella- Alan es tu león ¿no es así?- pregunto Emma.

-Sí, si as es- dijo Eros besando la clavícula de Emma, los gemidos de Emma no tardaron en aparecer- me encantaría que todo esto acabara, quiero hacer tantas cosas contigo, ser una pareja normal- dijo Eros mientras sus besos comenzaban a bajar al valle de sus pechos, la respiración de Emma se hacía cada vez más pesada- y sabemos cómo saber quién es nuestra pareja de igual manera que un lobo, su olor, huelen a lo que más nos guste, tu por ejemplo, desde aquel día que te vi en esa cafetería supe que eras mi pareja destinada, todo tu aroma estaba en aquella cafetería, Salí de allí antes de volverme loco.

Flashback- Eros-.

Hace más de una semana que estábamos en Londres, habíamos venido a visitar a nuestra hermana y por ende nuestro viaje se había extendido y al haberlo hecho uno de nuestros socios nos mencionó el hecho de que en Londres había una empresa donde podíamos hacer una buena inversión, nuestro viaje de placer se había vuelto de negocios, estábamos en camino a las empresa Blaskov Inc. Se decía de aquella empresa que era regida por una mujer y por ende nadie daba información de la persona que había convertido esta en una de las mejores empresas de asesoramiento y tecnología avanzada de todo el país, pero por lo que pudimos indagar esta reunión seria para dar pie de apoyo a una fundación, la verdad que no quería estar aquí, pero mi hermano, a veces es tan irritante.

Sol De Medianoche... Luna De PlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora