1805. Elinor Rosse
El grito creciente de Morgan abalanzó al licántropo hacia nosotros, sus pisadas se escucharon raspar la piedra mohosa y sus garras no solo dejaron marcas en el suelo, sino también en el rostro de Morgan quien había tratado de moverse hacia detrás de Wyatt para protegerse, dejando una rasgada crucialmente rojiza, el brillo de su piel se detuvo mientras corrió conmigo hasta atrás, los ojos de la criatura eran lo único que alumbraba verdosamente el entorno amenazador de la nueva situación. Mi cabello el cual estaba peinado en dos largas trenzas hasta debajo de mi cintura fue estirado por los residuos del ataque, en cuanto esto ocurrió, ella parecía querer regresar, como si buscara algo, yo tan solo la ayudaba a levantarse mientras Bill y Wyatt lidiaban con la criatura. Mientras tomábamos el camino de subida, su brillo se estaba recuperando, lo único en ella que permanecía sin florescencia eran las marcas sangrientas y algunas manchas sobre su piel que no se veían al no brillar. Parecían cicatrices antiguas, como si aunque sanaran en el exterior, las marcas se hundían debajo, impidiendo que esos huecos destellaran. Se veían como los restos de un ataque. Lo último que escuché dentro de la cueva fueron rugidos y chillidos, además de un líquido sonido de ¿separación?, como si estuvieran desmembrando parte por parte los delirios del oscuro salvaje. Apenas podía ver tres siluetas moviéndose de forma extraña mientras buscaba la luz de la salida de ese lúgubre estado.
- ¡¿Qué sucede?! - dije buscando respuestas, aunque estoy casi segura de que este percance tan solo nos alejó más de descubrir de que se trataba todo, ya se veía mucho mejor y se ponía de pie firmemente frente a mi, soltó una mirada de "ellos se encargarán" pero tan pronto como relaje mi mirada despegó sus ojos a dirección de la nada, como si repensara algo, entonces, mientras apenas recargaba mi peso a mi otra pierna sobre la alfombra, un grito que no distinguía de quien venía regresó desde las profundidades de la cueva e interrumpió mis pensamientos sobre qué era lo que quería decirme realmente.
- ¡Morgan! - ella aún se sostenía la sangre que caía de su mejilla izquierda pero contemplé como de la mesa recogió una especie de arma, me llevó de nuevo a la oscuridad tan deprisa que no distinguí si se trataba de un arco o una ballesta. Entonces, al bajar y alumbrar de nuevo, me di cuenta de que se trataba de Wyatt, que yacía debajo de la criatura, y aunque era más como si la sostuviera arriba de él, aún así parecía hacerle daño, rasgando su pecho con sus garras que se movían desesperadamente. Bill estaba por encima en el lomo del monstruo, rápida y ágilmente actuó antes de que fuera tarde, antes de que Morgan tirará una flecha, Bill enterró su mano bajo la piel, músculos y huesos del licántropo, moviéndola lo más profundo, algunas costillas se escuchaban quebrar al mismo tiempo que la criatura rugía. Parecía subir su mano hasta su pecho por los adentros del monstruo, incluso se podía a apreciar como las entrañas se desfiguraban, lo cual hizo con el pronto propósito de agasajar su corazón latiente que después saco de vuelta por su espalda, dejando a la criatura sin movimiento alguno, Wyatt la lanzó lejos mientras revisaba que las profundas heridas en su pecho tardaban un poco en sanar. Apenas logré abrir completamente mis ojos y noté que Blake acercaba de forma extraña el órgano que aún palpitaba hacia su rostro que estaba manchado, apreciaba el extraño hecho de que aún se movía - ¡Auden! - grité firmemente en la ausencia de nuevo desorden. Bill recordó mi voz y observó como Morgan apenas cargaba su arco en la oscuridad como una silueta con la luz amarillenta detrás de nosotros, en penumbra, un extrañado, tragó saliva y dejó caer el corazón bajo sus pies. Cuando Morgan y yo volteamos a ver a Wyatt, este parecía estar a punto de desmallarse, antes de que callera al suelo, Morgan abalanzó su arco hasta mi y sostuvo a Wyatt, cuando lo toqué una sensación de pertenencia extraña me erizó la piel. Los cuatro salimos, aunque uno estaba a medias, Bill dijo que el rubio se había hecho cargo de la mitad de todo mientras él acababa con el licántropo al final, Wyatt tan solo necesitaba unos minutos para recuperarse.
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𝙴́𝚃𝙴𝚁
FantasyLas puertas grisáceas se abren y las sombras en las alfombras carmesí te atan a un destino que no conoces. Donde el tiempo tarda en ajustarse a lo conocido pero ordena todo lo qué pasa, dentro y fuera del paralelo. Un mundo en el que el pasado es la...