•XIX•

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Regresan del campo a una esquina de una carretera en la que Mew estaciono su auto.

-¿Te sientes bien ahora que te has disculpado con la futura criatura de Dios?- Mew le pregunta con una sonrisa a su padrecito favorito, su padre va hacia él para abrirle la puerta del conductor.

-Siempre tan caballeroso.- Mew le dice sin borrar su sonrisa.

-Sólo cuido de lo que siento afecto.

Gulf le dice.

-Sólo para estar seguro, por qué sé que quisiste evadir decir la palabra "amor",... Por afecto, ¿quisiste decir amor?

Gulf suspira. -Si ya lo dedujiste con tu lógica, ¿para qué la pregunta?

-Sólo quiero,- Mew habla suavecito ahora. Colocando su mentón sobre ambas de sus manos reposadas en el borde de la puerta del auto. Sus ojos café miran con intriga los ojos muertos del padre, con una sonrisita de labio. -escuchar a mi novio decir que me ama.

-Huh. Lo diré...- Gulf acerca su rostro al de Mew para frotar sus narices de lado a lado. -para que estés satisfecho.

-Pues de aquí no me moveré hasta que lo hagas.

Ronronea el felino ante esas palabras. Permanecen viéndose a los ojos.

-Te amo.

-¿Cómo fue que no lo escuche bien?

Mew juega con una sonrisa pretendiendo darle su mejor perfil con una mano tras su propia oreja indicando un gesto de audición. Gulf ríe, bajándole la mano de detrás la oreja para tomarla.

-Supongo que no me debe importar volverle a repetir a mi novio lo que quiera escuchar.

Gulf le dice con una sonrisa antes de acercar su rostro al oído de su novio.

-Hago esto porque mi novio está algo sordo, ¿Sí?- Gulf le susurra al oído por lo que Mew bufa una risa antes de seguir riendo. -Así que mi mejor opción es susurrarle al oído y decirle que: lo amo.

Mew sonríe en grande completamente perplejo. Suspira para regulizar sus nervios. Gulf retrocede su rostro con su sonrisa amable especialmente dirigida a Mew. El pelinegro frunce el ceño sin dejar de sonreír.

-Hoy también sonreíste con aquella familia. Fue agradable ver eso.

-Me estoy,- Gulf comienza mientras se toca los lados de su boca con dos dedos, cabizbajo, antes de sonreír sin dejar de tocarse las comisuras de su boca. -acostumbrando a eso.- Él finaliza asintiendo repetidas veces antes de alzar sus ojos muertos a los de su novio. Su novio ríe un poco, pero ambos son distraídos al escuchar unos chillidos de un perrito. Vienen de la calle de al lado. Mew mira la calle con el ceño fruncido.

-¿Oíste eso?- Mew pregunta.

-Sí. Mm, ¿qué sucede? ¿Reconoces la voz del perro?- Gulf bromea antes de reír a carcajadas sosteniendo su frente con una mano como si esta se le fuese a caer. Retrocede un par de pasos involuntariamente por las risas. Mew se le queda viendo con una ceja alzada. Serio. Gulf deja de reír al mirarlo. Baja su mano de su frente.

-¿No era el momento?- Gulf pregunta.

Mew niega con la cabeza.

Gulf se pone cabizbajo rascando la parte trasera de su oreja derecha con un dedo. -Sólo digo, Mew, que muchos perros lloran en la calle. Hay muchos tristemente abandonados. No es que no me importen. Sin embargo, con toda honestidad, no podemos preocuparnos cada que llora un perro.- Gulf menciona volteando hacia la puerta del conductor (que sigue abierta). -¿Nos vamos?

OH PADRE QUE ESTÁS EN LA IGLESIA•MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora