•XXI•

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Una vez Gulf llevó a Mew a que recogiese su auto en la iglesia, fueron a la casa del padre. El padre estaba sentado en el borde de la tina llenando esta con agua bendita. Ya llevaba 10 botellas vacías haciendo pila en el lado derecho de sus elegantes zapatos. Mew miraba con indignación el acto del padre. Su cuerpo cubierto por una toalla blanca. Vistiendo pantuflas marrones que tenía el padrecito en su armario.

-Esa agua tiene sal. Es antihigiénico.- Mew dice con un tono de queja señalando la tina con una mano.

-Fuiste poseído anteriormente, Mew. Nos bañaremos con esta agua.

El padre dice, viéndolo a la cara.

-Debemos ungir nuestros cuerpos.- Gulf se levanta de la tina para mirarlo con mucho cariño en sus ojos. Él se acerca lentamente hacia su novio quién aún lo mira con indignación. Todo molesto. Con una ligera trompa. -No tienes idea de lo mucho que te estoy cuidando ahora mismo.- Dice el piel dorada con una sonrisa de labios completamente honesta. -Rayos, eso se acaba de escuchar tan cursi.- Gulf dice como último antes de bufar una risa desvíando la mirada con risas tímidas. Mew deja su expresión enojada para mirar a su novio con sus cejas alzadas. Sus labios creando una sonrisa de labios.

-Me gusta cuando eres cursi. Te da un lado muy lindo.- Mew le dice, tomándolo del mentón para devolver la mirada del piel dorada hacia la suya. Ambos se mantienen la mirada.

-No quiero sólo parecerte lindo.- Gulf le dice.

-Tranquilo. No sólo me pareces eso. Eres muy valiente, inteligente, algo retorcido, pero buena persona.

-¿Te digo lo que creo de ti?

-¿Vas a decir cosas feas?

-¿Quieres que mienta?

-Oye, estaba bromeando.

Mew dice con un tono serio. El de piel dorada ríe con sus ojitos cerrados. Ambos ríen.

-Eres estúpido, pero no de mala forma. Me refiero a que siempre bromeas o intentas ser positivo en la vida. Eres tranquilo, comprensivo, te metes en lo que tienes que meterte sólo si crees que debes. No te gusta ser antipático con las personas porque las tratas cómo te gustaría que te trataran a ti. Eres demasiado amable para este mundo,- Gulf vuelve a bufar una risa. Mew alza sus cejas con añoro por lo atento que ha sido el padre con él. -eres pansexual, pero cuando te gusta alguien lo demuestras sin esfuerzo alguno. Se te nota en los ojos. Y, no te gusta la comida picante.

-¿Cómo sabes esa par...?

-Soy muy observador. Casi la mayoría de las personas en Bangkok piden comidas picantes. No te he visto pedir alguna. Corrígeme si me equivoco.

Mew ríe. -No te equivocas. Para nada.- Él dice. Gulf ríe.

-Faltó algo.

-¿Mm?

-Odio que pregunten mi edad.

-Ah. Esa. Ya algo me decía porque no me decías tu edad.

-¿Todo este tiempo no supiste mi edad, padrecito?

-Deduje que tal vez tenías... ¿Unos veintidós?

-Soy un año mayor que tu.

-¿Eh? Sabía que debías ser mayor, pero, ¿sólo un año?

-Me sorprende que no hayas querido saber de mi edad antes, padrecito.

-Eramos sólo compañeros sexuales, te lo recuerdo.

-Mm. Ya no lo somos.- Mew le besa la frente con una sonrisa. Gulf sonríe cabizbajo.

-¿Cómo sabías mi edad--?

OH PADRE QUE ESTÁS EN LA IGLESIA•MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora