El cumpleaños de Gulf fue celebrado justo cómo Mew prometió que lo celebraría con él.
4 de diciembre
Las luces de la casa del padre estaban apagadas. Ambos estaban sentados a los lados del bizcocho de cumpleaños cuyas velas iluminaban los rostros de ambos en un tono dorado. Ambos traían puestas sus batas. Las cuatro velas encendidas balanceándose de lado a lado con el viento.
-¿Qué vas a desear?- Mew le pregunta (a la izquierda del bizcocho) con una sonrisa. Súper emocionado.
-Mm... ¿No se supone que eso no se diga?- El padre pregunta con mucha inocencia en una sonrisa. Realmente no sabe si eso se debe decir o no. Sus cumpleaños no eran del todo buenos por su papá. Mew se le queda viendo con una sonrisa sintiéndose algo conmovido sabiendo el hecho de que este es el primer cumpleaños de su novio que es celebrado con felicidad.
-Es cierto,- Mew dice. -no son para decirse.
-Tramposo. Querías oír mi deseo. Ahora sólo lo sabrá Dios.
Gulf le dice como un niño pequeño alzándole el mentón en una ligera confrontación. Vuelve a mirar abajo al bizcocho de vainilla coloreado en rosa sólo alrededor del borde. Mew ríe por el comentario.
-Cumple años, feliz,- Mew va cantando suavecito con aplausos suaves. Una sonrisa en su rostro. Su novio lo mira con una sonrisa de labios que va incrementando. -Cha-cha.- Mew tiernamente crea sonidos en fondo. -Qué los cumplas más, feliz cumpleaños, Gul~f,- El pelinegro alarga el nombre de su novio en un cántico de voz grave, dejando de aplaudir sin dejar la posición de aplauso. -Feliz cumpleaños, Gulf.
Mew aplaudió en lo último que cantó. Para cuando finalizó aplaudió rápidamente todo eufórico.
Gulf sopla todas las velas. Mew desliza su dedo por el bizcocho para recolectar un trozo de vainilla en su dedo. Lo coloca por el tronco de la nariz del piel dorada. Este ríe cerrando sus ojos. El pelinegro recoge de su lado un gorrito puntiaguado de cumplañero para ponérselo en la cabeza.
-Mm. Estoy muy agradecido con Dios en este día. Dejó que una persona tan maravillosa naciera en este día, guapo y con religión, el mundo sí que fu bendecido; solamente que hay buscarlas.
Mew dice con una sonrisa. Gulf brinca sus cejas. -Supongo que tu buscaste bien.- Le dice el padre.
-¡Oh! Sí. Abre tu regalo.- Mew le ofrece una cajita con un moño rojo muy mal puesto. El sacerdote toma la cajita con ambas manos todo escéptico alzando sus cejas al ver el mal lazo. Su novio se percata de la mirada al seguir los ojos del padre, recayendo en el moño, para volverlos hacia el rostro del padre con una sonrisa grande. -Perdonáme, padre. Intente hacerlo lo más perfecto posible.
-No.- Gulf lo interrumpe viendo el regalo con mucha adoración.
-¿No?
-Me encanta así cómo está. Lo desperfecto lo hace perfecto. Es tan tú.- Gulf alza la mirada reajustando sus muslos para un mejor acomodo a sus piernas cruzadas en estilo indio. Su rostro tiene una sonrisa muy grata. -Me gusta.- Dice como último antes de enfocarse en abrir la pequeña caja. Mew brinca sus cejas en una sonrisa traviesa de labios.
Gulf iba abriendo la caja, pero se detiene con un suspiro mirando a la nada (aproximadamente al suelo frente a ellos).
-¿Qué?- Mew pregunta.
-No te pasa que exiges algo y cuando lo obtienes, te da vergüenza de haber insistido tanto en ello porque, te das cuenta que oye, es algo material. Y la persona fue a comprartélo sin importar lo costoso que fuese porque,- Gulf ahora suaviza las fracciones de su cara sin dejar el ceño fruncido ni de cerrar su boca en su expresión de queja. -esa persona te ama y lo demuestra a través de un obsequio.
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OH PADRE QUE ESTÁS EN LA IGLESIA•MewGulf
Mystery / ThrillerGulf Kanawut es un sacerdote sin filtro. No tiene interés en nadie que no sea rico o que le beneficie en algo. Es serio, callado, mentiroso y sus ojos dan mucho miedo porque estos son oscuros como los de un tiburón que ve sangre. Sin embargo, no es...