•Extra Especial•

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—Te traje algo de la Milicia.— Mew dice ahora retrocediendo del abrazo.

—¿Un diente caído?

—Chistoso. Te traje una placa...— Mew le coloca su collar de la milicia con su pequeña placa plateada. El padre alza las cejas con la mirada neutral antes de mirar abajo ya que la placa recae en su pecho. Después de cariñosamente colocársela, aleja sus manos del cuello del padre para tomarlo de las manos. El padre brinca una ceja antes de alzar la mirada con una sonrisa súper mezquina.

—Siempre tan creído.— Le dice el padre.

—Siempre tan despampanante.— Mew le dice ahora hundiendo su gorro militar en la cara del padre a propósito, cubriéndole los ojos.

—¡Uh!— El padre murmura al sus ojos quedar cubiertos por aquel gorro. Él abulta los labios antes de alzarse el gorro con una mano y mirar a su novio con las cejas alzadas. —Salvaje.

—Lo dice el felino.

Mew le replica antes de tiernamente reír.

—Dime que por favor no viniste traumado de la milicia.— Gulf le pide.

—No.— Mew brinca sus hombros dándole igual. —Es decir, aún me asustaran alguno que otro ruido, pero no estoy traumado.

—Ese es mi chico mundano.— El padre ronronea brincando una ceja con una tierna sonrisa. Él camina a las puertas para ponerle seguro a estas. Se da la vuelta y deja su espalda reposar contra las puertas, regalándole una sonrisa de labios a su hombre. Mew alza las cejas en su sonrisa. Gulf incluso se quita la gorra de milicia para tirarla en el aire.

—¿Por qué le pusiste seguro?

—Debes alimentar a tu felino. Tu felino espero mucho por ti, tiene hambre.— El padre le dice, caminando hacia él.

—Gulf, no estamos ni en tu oficina.

—Quiero comerte.

Gulf le dice al rostro con un solemne rostro atrevido en el que se muerde su labio inferior mirando los labios del contrario con mucho deseo. Están a poca distancia del uno al otro. La cercanía es demasiado.

Gulf lo empuja a que quede acostado en la butaca tras él. Mew queda acostado ahí agarrándose de la butaca con una mano para no caerse. Una rodilla alzada y la otra pierna con la rodilla en el aire. Gulf trepa la butaca sentándose en sus rodillas para abrirle los pantalones al pelinegro.

—Padre.— Mew lo llama algo sorprendido por el atrevimiento del sacerdote. El sacerdote sonríe volviendo a alzar la mirada.

—Sabes que esto te va a gustar, no pretendas que no.

—Padre~, ¡Ah! ¡Oh!

Mew tira hacia atrás su cabeza cuando Gulf ha sacado el miembro del pelinegro y ahora estaba dándole una mamada. Se podía denotar por las olas que hacía con su cabeza. El pelinegro alza sus cejas en rendición y cierra los ojos.

—Mmgh... Mm.— Gulf gime internamente durante la mamada, deslizando una mano por todo el abdomen del contrario hasta llevarla al pecho.

—Padre...— Gime Mew como último. El padre bombeando su cabeza con mucho ritmo. Mew lo agarra del cabello con una mano sintiendo el bombeo. De arriba a abajo suave pero no exactamente lento.

—Mm...— Mew gime cuando el padre aumenta la velocidad en su cabeza. —Sí que tenías hambre.— Comicámente le menciona el pelinegro.

  👄

  No tardaron en salir de la iglesia para dar un paseo por las calles. —¿Te gusta la playa, Gulf?— Mew le pregunta.

OH PADRE QUE ESTÁS EN LA IGLESIA•MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora