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Jimin se despertó de golpe. Olvidó la pesadilla que estaba teniendo nada más abrir los ojos, pero la sensación de angustia permaneció. Suspiró varias veces, intentando calmarse. Le dolía la espalda de dormir en el suelo. Y tenía frío. La luz de la luna se colaba por la ventana. Observó su alrededor. Namjoon dormía plácidamente, y la puerta de la habitación estaba abierta. Podía escaparse. Se levantó, despacio y sin hacer ruido. Se acercó a la puerta, pero se detuvo. Estaba desnudo. Y, además, si se escapaba, Namjoon volvería a secuestrarle. Namjoon era el problema. Recogió su almohada del suelo. Namjoon continuaba durmiendo, boca arriba. Una de sus manos reposaba junto a su cabeza en la almohada, y la otra sobre su pecho. Con cuidado de mantener el silencio, Jimin se subió a horcajadas sobre él. Podía hacerlo. Respiró hondo un par de veces. Lo había visto hacer en las películas. Solo tenía que poner la almohada y apretar. Si lo hacía bien, en poco tiempo no habría oxígeno en sangre y el cerebro empezaría a morirse. Había oído que el proceso de forcejeo era como un minuto, y luego perdería la conciencia. ¿Podría resistir la fuerza de Namjoon durante ese minuto? Estaba subido sobre él. La gravedad estaba de su parte. Podía hacerlo. Pero titubeó. Namjoon era una persona. ¿Iba a matar a una persona? ¡Era en defensa propia! Si escapaba entonces, la mafia estaría sumida en barbarie hasta que otra persona subiera al puesto de capo. Se harían bandas secundarias. Estarían demasiado ocupados para buscarle. Pero Namjoon... Observó su rostro unos instantes. Estaba tranquilo, respirando con suavidad. Vió sus ojos moverse bajo sus párpados. Su madre le había dicho que eso significaba que estaba en la fase REM, la fase del sueño más profunda. ¿En qué estaría soñando Namjoon? Su pelo revuelto, su cara relajada... Daba incluso ternura. Y era increiblemente guapo. Pero sacudió la cabeza. Iba a asfixiarle. Iba a hacerlo. Iba a escapar. "Al menos tendrá un cadáver bonito", pensó amargamente. Cerró los ojos. Iba a hacerlo. Iba a... Una mano le rodeó la muñeca. Abrió los ojos, aterrado. Namjoon clavaba su mirada en él. No parecía enfadado.

–¿Qué haces? –preguntó, despacio. Jimin se encogió sobre sí mismo. En un ataque a la desesperada, intentó acercar la almohada a la cara de Namjoon, pero este se la arrebató y la tiró al suelo de un solo movimiento.

–Si tanto querías dormir conmigo podrías habermelo dicho, tonto. –dijo, sonriendo –. Anda, bájate y te hago sitio en la cama –. Jimin notó el tono de la voz de Namjoon. Lo que de verdad quería decir era "¿Otra vez intentando matarme, idiota? Fingiré que no he visto nada". Tragó saliva, metiéndose debajo de las sábanas. Namjoon le abrazó por detrás nada más apoyó la cabeza en la almohada. Jimin se tensó al instante. Estaba haciendo la cucharita con Namjoon. Se sentía... raro. El cuerpo de Namjoon le resultaba cálido y aterrador al mismo tiempo. Sentía levemente su respiración en su cuello. Sus brazos rodeando su cintura. Se sentía... extraño. Incómodo, pero no del todo. "Es más cómodo dormir en una cama", pensó. El suelo no era demasiado amable con su pobre columna vertebral, pero el cochón le acogía con cariño. Al igual que su secuestrador. Cerró los ojos. Solo una noche. Al día siguiente consiguiría escaparse. Se iría. Se marcharía. Al día siguiente.


Jimin se despertó en calma. El sol le daba tímidamente en los ojos. Su cuerpo estaba caliente, en contacto con las suaves mantas. Se sentía bien. Incluso le costó recordar dónde estaba. Namjoon ya se había ido. Bostezó, frotándose los ojos e incorporándose. Las agujetas casi se le comen vivo. Su cadera, espalda, cintura, rodillas... Incluso los dedos de sus pies estaban adoloridos y agarrotados. Jimin se apartó el pelo de la cara. Sí que tenía fuerza en la cadera Namjoon. Le había derruido por completo. Se intentó levantar, y casi se cae al suelo. Agarrándose a la cama, consiguió desentumecer sus piernas y dar un par de pasos. Reparó en la mesilla de noche. Una pequeña montañita de ropa, con un papel encima. "Ropita limpia para hoy. He salido a trabajar, pero vuelvo a casa a comer.", decia la nota, con una casual y legible caligrafía. Una N y una J firmaban la nota. La ropa en sí eran unos vaqueros y una camisa blanca. Lo mismo que estaba llevando el dia anterior, y lo mismo que llevaba cuando le secuestraron. Suspiro, metiendo los brazos por las mangas de la camisa. Abrochó los botones. Sobre los pantalones había unos calzoncillos limpios que parecían de su talla. Salió por la puerta, en busca de la cocina para desayunar, pero se paró en seco. Acababa de salir por la puerta. La puerta estaba abierta. Corrió por el pasillo, buscando la salida. Pasó por delante de la cocina, y casi se choca contra un pinche.

This is mafia, sweetheart [Jimin x Namjoon] (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora