This is mafia, sweetheart [Jimin x Namjoon] (omegaverse)

XIV

Jimin comía con calma. Intentó no ponerse nervioso conversando con Namjoon. Le contó sobre el libro que había intentado leer, y Namjoon se rió y le recomendó otros mejores de su estantería. Ahora que le prestaba atención, resultaba ser un muy buen conversador. Sin apresurar las cosas, pero tampoco con un ritmo tedioso, y desviándose a temas interesantes. No le interrumpía, aunque tampoco reaccionaba mal si Jimin lo hacía.

–En realidad no demasiado. Cuando era joven me gustaba ampliar un poco de temario, y acabé comprándome esos libros y guardándolos como oro en paño –le estaba contando Namjoon, contestando a su pregunta sobre cuanta matemática sabía.

–Eso es muy interesante –comentó Jimin. Namjoon se encogió de hombros.

–Si tú lo dices... Mi padre decía que... Bueno, da igual –se cortó de repente –. ¿No tienes tú ningún hobby de adolescente que se te haya quedado?

–Bueno... Me gustaba cantar. Pero lo dejé porque no se me daba muy bien.

–Mh–asintió Namjoon, dándole espacio para continuar. Pero Jimin no dijo nada –. ¿Y estabas solo trabajando en esa pizzeria? ¿Sin planes de futuro?

–Estudié dos años de marketing, pero tampoco se me daba bien. Estaba ahorrando un poco para poder estudiar otra cosa.

–Mhhh –asintió Namjoon. Suspiró, y se levantó de la mesa –. Voy a estar un rato por aquí y luego me voy a volver a ir a trabajar. Vamos, rápido, o no nos va a dar tiempo.

Jimin no entendió esa frase inmediatamente. Siguió a Namjoon, un poco confundido, hasta que cayó. Cómo no se había dado cuenta. ¿Qué iba a querer hacer Namjoon si no era acostastarse con él? Mientras le desvestía, Jimin intentó separse de sí mismo. Sin perder el control, pero sin ser completamente consciente de todo, se dejó llevar. No participó activamente, pero consiguió correrse olvidándose de que era Namjoon. "Solo somos dos cuerpos", se repitió a sí mismo, intentando mantener una actitud correcta y no empujando a Namjoon. Duró poco. Namjoon empezó a vestirse de nuevo, peinando su pelo con sus manos. Sacó un cigarillo de su bolsillo y, antes de llevárselo a la boca, miró a Jimin.

–Volveré para cenar. Y esta noche vienen mis chicos. –Jimin asintió, sin decir nada –. Jackson vendrá dentro de un ratito a guardar la puerta. –Finalmente, sujetó el cigarillo con los labios y lo encendió. Abrió los brazos, invitando a Jimin a abrazarle. Él se acercó, intentando aparentar normalidad. Namjoon le acarició el pelo –. Me alegro de que por fin hayas cambiado de actitud, Jimin. Ahora las cosas van a ser mucho más fáciles. –Jimin puso los ojos en blanco, aprovechando que Namjoon no podía verlos. "A partir de ahora las cosas van a ser mucho más fáciles. Como si me fuera a quedar mucho más tiempo con un gilipollas como tú", pensó.
De todas maneras, Namjoon se fue. Y Jimin se quedó solo de nuevo. Ese día había sido bastante más agradable, dentro de lo que cabía. Namjoon no había sido demasiado brusco con él, ni le había alzado la voz en ningún momento. Se sentía... bastante raro y normal al mismo tiempo. Aburrido, se acercó a la estantería. La novela que le había recomendado Namjoon estaba en el segundo estante, mirándole. Jimin suspiró, y cogió farenhait en su lugar. Ya se lo había leído un par de veces, pero no le importaba leerselo otra vez.

Jazz lento llenaba el ambiente. Con esa música, te imaginarías que los mafiosos en el balcón estaban envueltos en nubes de humo de cigarro y hablando con un tono grave. Pero eso no podía ser más lejano a la realidad. El humo de cigarrillo si que estaba ahí. Pero la voz grave no. Los cuatro hablaban en voz bastante alta, bebían soju como si no hubiese un mañana y no tocaban ningún tema serio. Jimin estaba sentado, inseguro, sobre el regazo de Namjoon. El chico rubio que había visto la noche que le secuestraron estaba ahí, acabándose su cuarto cigarillo de la noche. Todos le llamaban Tae. Y Yoongi también estaba ahí, junto a un chico bastante diferente al resto, al que llamaban Jin.