❀ 𝑯𝒆𝒂𝒕𝒉𝒆𝒓 ❀ [Nᴀᴍᴊɪɴ] «𝑉𝑜𝑙. 𝐼»

08. Ella

❥︎ 𝙅𝙞𝙣'𝙨 𝙋𝙤𝙫:

Nota enseguida mi presencia y deja de mirarla y sonreírle para mirarme a mí.

- Hola Jin - Saluda.
- Hola - No puedo ocultar de todo mi expresión de confusión, asombro y demás sentimientos mezclados.
- Te presento a Hyejin - La señala sonriendo - Hyejin, él es mi mejor amigo Jin, vivimos juntos en el depa - Me presenta con ella.
- Es un gusto Jin, encantada de conocerte - Sonríe brillantemente.
- Hola... El placer es mío - No me siento convencido, pero por algo quiero ser actor, así que actuo amablemente.
- La invité a comer con nosotros, espero que no te moleste, a parte quería que la conocieras - Dice Nam.
- Claro que no me molesta, pasen porfavor - Sonrío.

Si me molesta, me siento tan mal en éste momento, que doy gracias que puedo disimularlo, pero quisiera que nada de ésto estuviese pasando ahora, lo único que quiero es correr a mi habitación y llorar todo lo que pueda, mientras me maldigo por tonto, estúpido, idiota que fuí, pero no, aquí estoy, siendo amable con la chica que tiene por completo la atención de Nam, sus sonrisas y su mirada.

- Siéntense por favor - Ofrezco a ambos.
- Gracias, eres muy amable - Responde ella sentándose.

Miro la comida y vuelvo a caer en la cuenta, no hay suficiente, así que disimulo, sacó dos platos, ellos platican amablemente, los miro de ves en cuándo, mis ojos no soportan ver aquella imagen de ambos mirándose de esa manera, hablando tan cerca uno del otro, habiendo tensión entre ellos, regreso mi vista y sirvo la comida.
Talvez sólo estoy exagerando y es todo mi imaginación, vuelvo a mirarlos, se nota que ambos se gustan. Creo que tengo razón, ellos se gustan.
Les coloco la comida frente a ellos.

- Disfruten la comida - Sonreí.
-¿No comerás con nosotros?- Pregunta Nam.
- No gracias, ya comí, de hecho, voy a salir un rato, así que, si me permiten, los dejo -

Sin más que decir, me quité el delantal, salí de la cocina, tomé las llaves de mi auto y salí del depa lo más rápido que pude.

Me dolía ésto, mucho y pensarán que ni siquiera tenía las razones suficientes para ello, pues aún no me decía si le gustaba o no, si ya eran algo o no, pero sus solas acciones, me lo decían todo, eso era suficiente para mí.

Conduje a cualquier lugar, lejos de ahí, ni siquiera traía el celular, ni mi cartera, estaba hambriento y mis lágrimas amenazaban por salir de mis ojos.

Me estacioné cerca de un parque pequeño para niños, bajé del auto y me encaminé a una banca bajo un árbol.

Miré por un momento a los niños que jugaban cerca, mi mente estaba en otro lado, sin resistir más mis lágrimas escurrieron por mis mejillas.

Me sentía tan tonto, me maldecía por haber pensado tantas cosas que jamas pasarían, pues nada había cambiado como yo pensaba.

-¿No crees que llorar bajo un árbol solo asustará a los niños?- Voltee a mirar a quien se encontraba frente a mí, era Ken.
- Yo... lo siento mucho - Dije cubriendo un poco mi cara pero si dejar de llorar. Fue entonces que señaló algunos niños que me miraban expectantes.
- Míralos, tantos ellos como yo, estamos curiosos por tí, ¿Puedo saber porque lloras?- Se sentó a mi lado.
- Yo... No... - Snif - Lo... Sé... - Mi estómago rugió.
- Es tarde, no es posible que aún no hayas comido -
- No.. lo he.. hecho - Snif
-¿Entonces lloras por qué tienes hambre?-

Para desviar toda su curiosidad por saber que me pasaba, afirmé moviendo mi cabeza arriba y abajo.

- Bien, tengo la solución, ven - Sonrió y se levantó

Traté de calmarme un poco y  lo seguí, mis ojos estaban hinchados, lucía horrible, ahora me daba más vergüenza por qué me vieran tan miserable.