Perdón

FINAL

Un 20 de enero mientras se encontraban abrazados en la cama Harry dejó de respirar. Louis intentó despertarlo ya que era normal que este se duerma por causa del débil estado en el que se encontraba, pero este no respondió. Lo sacudió, lo sacudió mil veces mientras gritaba pero el ojiverde nunca despertó.

Entre lágrimas, gritos y súplicas para que vuelva, entendió que eso no iba a pasar. Su Harry se había ido para siempre, lo había dejado, había dejado su lugar en la tierra y se había ido. Alejándose del sufrimiento que venía cargando todos estos años, por que si, Harry no vivió, Harry sufrió la vida. Era difícil vivir de la manera en que lo hacía, pero encontraba momentos en los que disfrutaba estar vivo. Momentos con su madre, su hermana y su esposo eran los que lo hacían vivir la vida con un poco menos de sufrimiento.

Sabía que su Harry estaría ahora en un lugar mejor, pero la idea de que ese lugar no era a su lado hacía que este se rompiera cada vez más.

Louis cayó en una depresión bastante grande. Terminó el colegio y no arranco ninguna carrera. Sin motivación alguna empezó a trabajar para poder mantenerse e ir a vivir solo. Lo logró y vivió dos años en un departamento de dos ambientes, del cual salía poco y nada por culpa de la depresión que lo acompañaba. Entre pastillas y visitas al psiquiatra vivía la vida que le prometió a Harry jamás vivir.

Un día revolviendo cajas que tenía amontonadas encontró una carta. Una carta que había escrito su esposo para él dos semanas antes de morir. No sabía de la existencia de esta ni sabía cómo había llegado al lugar donde estaba. Habían pasado dos años y esas cajas las conocía de memoria, esa carta nunca la había visto.

Dudo en leerla, pero la verdad era que lo extrañaba y saber que esa carta era suya, en el fondo muy en el fondo lo reconfortaba.

La leyó en la solitaria habitación donde su único compañero era el silencio.

Leyendo esa carta después de dos años comprendió que debía cambiar, no por su esposo, debía cambiar por el. Si, se lo había prometido a Harry, pero en cierto punto se lo había prometido a él mismo. Y no podía defraudarlo, no de la manera en la que lo venía haciendo.

Ese día fue un antes y un después en la vida de Louis Tomlinson. Ese día, a dos años de la muerte de su esposo Louis puede afirmar que Harry le salvó la vida. No sabe qué sería de él de no ser por esa carta.