Tan Solo Un Instante

Capítulo 34

¡Hola! ¿Cómo han estado? Aquí estoy nuevamente dando señales de vida.

¡Ay, madre mía! Este es el capítulo más largo que he escrito en todo lo que va de la novela y con algunos contra tiempos pero creo que valió la pena.
Bueno, eso ya me lo dirán ustedes  si valió la pena o no.

Espero que disfruten de la lectura. Hay errores y horrores ortográficos así como lo terminé lo publiqué, no corregí faltas sino quizás y me tardo otro día más 😂

¡Disfruten la lectura!

¡Espero que estén teniendo un gran año!🤭😘

PD: ESTARÉ LEYENDO SUS COMENTARIOS
😌👌🏿😂
(espero que comenten)

Si me equivoqué con algún nombre me lo hace saber, por favor.

—¡Estoy tan emocionada de que ya decidoersn volver!—sonrió entusiasmada la duquesa viuda.

Al recibir aviso de que su hijo y su esposa volverían a la ciudad dispuso toda su casa para que permanecieran allí.

—No será por mucho tiempo, madre—su madre envolvió a su hijo en un abrazo.

—Aún sigues siendo un mocoso irrespetuoso—la mujer lo reprendió de manera juguetona—. Vamos, querida, deja que te abrace  a ti también.

—Lady Warrington.

Gabrielle se dejó envolver por los brazos femeninos.

Se encontraba exhausta. Viajar en carruaje siempre le incomodaba. No lograba pegar ojo en lo que duraba, el balanceo del coche hacia imposible encontrar una posición cómoda para reposar, su mente se mantenía despierta y era lo bastante observadora como para admirar todo el trayecto por la pequeña ventana sin perder detalle.

Sin embargo, su esposo lograba parecer relajado y fresco. Aún habia cierto recelo de su parte, evitaba mirarlo y no le dirigía la palabra a no ser necesario.

Tampoco él hacía el esfuerzo por dirigirse a ella, aunque de vez en cuando lo encontró mirándola fijamente con el ceño fruncido, curioso y exasperado.

—Debes estar exhausta, querida. Los acompañaré. John se encargará de todo— el sirviente que los había recibido asintió. Tonando a Elle del brazo la guió escaleras arriba seguidas por su esposo que se mantenía callado—. Es un camino largo y un viaje terriblemente pésimo. Te he mandado a preparar una habitación. Separada de mi hijo, por supuesto, para que descanses—soltando una risa insunosa.

-Madre, mi esposa puede descansar perfectamente en mis aposentos.

Ya había estado encerrada en un carruajes por días y horas, también había conseguido no hospedarse con el en las mismas habitaciones de cada posada a la que llegaban a descansar. No se tenía confianza si se quedaba a solas en un cuarto, necesitaba estar serena y descansada. Tenía tantas cosas en la entrada de su garganta queriendo salir que temía meter la pata a fondo.
En silencio había agradecido a Lady Warrington por haberle cedido donde dormir lejos de su hijo.

—Ustedes los jóvenes siempre tan entusiastas pero ya tendrán tiempo para darme nietos—esta vez paro a mitad del pasillo y miro a su hijo que al igual que ella habían quedado congelados ante la mención de la mujer adulta—. Vamos, querida, entra. Enseguida enviaré a quien te ayude a cambiarte. Tú también ve a descansar—señaló la puerta que estaba a su espalda y a ella le indicó la del frente.