|C a p í t u l o 7|

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Liam siempre fue un hombre seguro de si mismo y de sus parejas. Muy pocas veces sentía celos de alguien, más aun, cuando se tratará de otro hombre. El se sentía bien consigo mismo, se podría decir que dentro del promedio de hombres con suerte (si es que eso existiera) el estaba dentro del promedio. Nunca tuvo problemas para invitar a salir a alguien, o llegar al corazón de las chicas; mucho menos sintió inseguridad estando en pareja. Pero ahora desde que estaba en una relación con Rose, todo aquello llego a su vida de forma rápida y repentina. No sabía que hacer ni como reaccionar, desde que conoció a Rose siempre le pareció ( y aun sigue siendo) una chica seria; pero desde que supo del beso entre ella y Adam, el año anterior, nunca lo pudo olvidar.

El recuerdo de aquella conversación, siempre la mantuvo presente. Lo único que lo tranquilizaba un poco, era la respuesta que él le había dado: "Es mejor que lo pienses. Cuando lo tengas claro, hablamos" y aún así, ella volvió para estar con él. Pero si ella siempre quiso estar con él ¿Por qué Adam Byrne sigue rondando entre ellos, de una u otra manera?

—Liam —Thomas comenzó a tronar los dedos frente a los ojos de su gemelo —¡Liam! —exclamó, provocando que su hermano se sobresaltara.

—¿Estás loco?, por poco me matas del susto —habló indignado con el ceño fruncido, observando a Thomas como si fuese un demente.

—Te estaba hablando de las clases particulares que le darás a Markus.

—¿Clases particulares? —inquirió extrañado. Thomas asintió

—Si, dijiste que le enseñarías a jugar golf. Aunque no creo que aprenda demasiado —agregó divertido —Bien, a ti te sucede algo —dijo al ver el semblante de su hermano.

Liam aun mantenía una mirada ida, como si no estuviera del todo en su casa, sentado en el sofá junto a su hermano. Y en parte era así, su mente no podía dejar de darle vuelta al asunto de Rose y Adam.

—Vamos, Liam. Puedes contarme, también puedo ser un buen hermano mayor.

—Mayor por trece minutos, Thomas.

—Hermano mayor, al fin y al cabo —sonrió —En serio, yo siempre te cuento mis cosas, ¿acaso no confías en mí?

—¿De dónde sacas eso? —inquirió incrédulo —eres en la única persona en la cual confió plenamente, Thomas.

Thomas lo observo con las cejas alzadas, insinuando a que prosiguiera.

—Se trata de Rose y Adam.

—¿Adam Byrne? —preguntó confundido su gemelo.

—¿Conoces algún otro Adam? —ironizó Liam con el ceño fruncido, a la vez que su gemelo levantaba las manos en forma de rendición —Lo siento. Si, trata de él. Lo que sucede es que...Desde que estoy con Rose que él sigue rondando entre nosotros.

[2° Libro]Love is a drug-Los Fantasmas VuelvenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora