|C a p í t u l o 12|

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Nota:Smutt



Samantha permaneció abrazada de Thomas por varios minutos, sentía como los brazos de él la aferraban a su cuerpo. Ella con ese simple acto se sentía protegida como hacía bastante tiempo que no se sentía así. Inhalo profundamente y el perfume de Thomas inundo sus sentidos, a la vez que la transportaban a la navidad pasada junto a él y los demás. Sonrió al recordar aquel momento. Poco a poco se tranquilizó y se alejó de él, lo suficiente para observarlo y besarlo.

El beso era delicado, de aquellos en donde se expresa el amor puro y los mejores sentimientos que una persona podría transmitirle a otra. Thomas acariciaba la espalda de ella con sumo cuidado, mientras que su otra mano la mantenía en la cintura de ella. Por su parte Samantha acariciaba los cabellos de él y con su otra mano, el cuello de Thomas, específicamente el lugar en donde se encontraba aquel lunar que tanto le gustaba.

Siguieron besándose y aumentando la intensidad de estos junto a las caricias. Thomas comenzó a besar y a morder el cuello de ella, provocando un pequeño jadeo de Smith. Phelps sonrió para si ante aquella respuesta, para seguir besando su cuello y seguir camino por la clavícula, hasta la pequeña separación entre los senos. Samantha por un momento elevó su cuello hacia atrás, a la vez que tomaba a Thomas de la nuca y profundizaba un poco mas los besos y caricias. Phelps la tomó entre sus brazos, a la vez que ella lo abrazaba de la cintura con sus piernas. Él la llevó hasta la habitación que muchas veces compartían, la posó suavemente sobre la cama, se alejó un poco de ella y pudo ver el sonrojo en sus mejillas y su respiración agitada. Sonrió y siguió besándola a la vez que poco a poco la despojaba de sus ropas y ella hacia lo mismo con él.

Llegó el momento en que solo sus lencerías los separaban de estar completamente desnudos. Thomas fijó su mirada por varios minutos en Smith y ella lo observaba expectante a la vez que su pecho subía y baja de forma rápida. Samantha fijó su mirada azul en aquellos ojos avellanas que le hacían olvidarse de todo problema, levantó una de sus manos y acarició el rostro de Phelps, con intención de acercarse a él, pero cuando lo hizo su mente comenzó a recordar el pasado. Arrugó el ceño a la vez que su mirada bajaba hacia el pecho y abdomen de él y con ello, el cuerpo de Steven McFadden volvía a su mente. Cerró los ojos y la imagen del rubio se volvió mucho más nítida, su rostro la observa con una media sonrisa forzada. Al sentir los labios de Phelps sobre su abdomen, se estremeció y se alejó un poco de Thomas.

—¿Estas bien? —preguntó al ver el rostro de Samantha.

—Yo...—arrugó el ceño por un momento para luego sonreír débilmente—estoy bien—respondió tomándolo de la nuca volviéndolo a besar.

Thomas siguió besándola y dejándose llevar por todas las sensaciones que recorrían su cuerpo. Amaba esa mujer y solo quería volver a sentirla completamente como aquella vez en el sofá de la sala. Siguió besando, dejando caminos húmedos desde su mandíbula, cuello y clavícula, perdiéndose en aquel camino entre los senos de ella. La tomó de la cintura e hizo que se sentara a ahorcajadas sobre él, y de forma rápida, le quito el brasier arrojándolo en algún lugar de la habitación. Los besos y las caricias subidas de tono siguieron y con ello, los acompasados gemidos de los dos. Thomas volvió a recostar a Samantha sobra la cama y le quito la única prenda que lo separaba de su intimidad, se la quitó y como el brasier, se perdió en la habitación.

[2° Libro]Love is a drug-Los Fantasmas VuelvenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora