Jimin sabía que para ganarse el corazón de Yoongi tenía que ganarse también el corazón de Taehyung. No es que fuera una regla absoluta (Yoongi, a pesar de todo, se veía seguro de sus decisiones), pero una corazonada le decía que era muy importante hacerlo. Por supuesto, no pretendía fingir nada sólo por la atención de alguien, y Taehyung sinceramente le simpatizaba, pero- sin miedo a que alguien lo juzgara- él sólo buscaba ganarse unos puntos extras con su gatito negro.
El evento en The Purring Club se acercaba a su fin y no quería que todo se quedara solamente ahí. Tenía que poner sus cartas sobre la mesa. Ampliar su panorama. Y eso era justamente lo que estaba haciendo. Si después Yoongi decidía decirle que siempre no estaba interesado, al menos él se retiraría con la idea de que había hecho todo lo que estaba a su alcance.
Como invitarlos a cenar.
Ya había hecho la reservación y había salido a buscar un par de presentes para ofrecerles. Una pequeña ratita para Yoongi y una pelota para mordisquear para Taehyung. Había intentado también cazar algo para él, una presa más grande debido a que se trataba de un tigre, pero Yoongi le había sugerido ahorrarse ese tipo de regalos Él, obedientemente, había decidido hacerle caso. No quería crear malas impresiones en quien, sentía, era la persona más importante para su prospecto amoroso.
Jimin prácticamente se sentía como a punto de pedir la pata de Yoongi (aunque no fuese el caso, claro, el pelinegro no le pertenecía a nadie) y por eso quería quedar bien con el tigre. Por lo que, sin miedo a nada, se estrenó su traje rojo de diseñador, se acomodó el cabello con algo de cera y se encargó de escoger la mejor mesa en el restaurante. No estaba nervioso porque, en teoría, todo tenía que salir perfecto.
Sin embargo, para cuando llegó al sitio, pasado de las diez de la noche, y vio a los dos hombres platicando alegremente mientras lo esperaban, con una sonrisa relajada en el rostro de Taehyung y una nerviosa en el de Yoongi, comenzó a sentirse raro.
Los comensales de alrededor dirigían sus miradas hacia ellos sin siquiera disimular, atraídos tal vez por el hipnótico atractivo de ambos. Todos ejemplares de gran alcurnia, como el imponente león que bebía una copa de vino y que se encontraba al acecho de sus acompañantes. O como la bella british shorthair que deambulaba discretamente muy cerca de su mesa.
Jimin sabía que Yoongi ya lo había elegido a él; no eran los celos o el miedo de perderlo lo que le incomodaba, sino la poca privacidad que tenían. Tal vez se había equivocado al escoger el sitio. Tal vez Taehyung ya estaba pensando en lo mal proveedor que era.
—Caballeros, buenas noches—saludó una vez que estuvo cerca y esperó a que ambos se levantaran para recibirlo, aprovechando el momento para mirar a detalle a Yoongi, quien llevaba puesto un traje de tres piezas totalmente negro que parecía quedarle justo.
—Jiminnie, llegas algo tarde—expresó Taehyung con una risa juguetona y los invitó a sentarse, haciendo que el mencionado se pusiera rígido por el comentario.
—Está bien, lo lamento—se disculpó y tomó lugar junto a Yoongi quien no dudó en buscar sus dedos por debajo de la mesa—. Quería verme bien, culpenme.
—Por mi está bien—añadió el pelinegro con una sonrisa embobada y continuó con las caricias sobre su mano, robándose un suspiro que trató de ser discreto pero que Taehyung, con sus sentidos bien desarrollados, pudo distinguir.
Ver a Yoongi y a Jimin tan nerviosos le parecía muy tierno, por no decir cómico. La manera en que ambos trataban de no cometer errores el uno con el otro o la forma ansiosa en que se veían esperando algo que sólo ellos sabían, le parecía única.
Su mejor amigo siempre había sido demasiado inseguro, incapaz de creer que alguien podía fijarse en él, creyendo constantemente que nadie llegaría a quererlo de verdad, y él, como alguien que lo adoraba con todos sus bigotes, fielmente le había repetido que lo haría, que encontraría un gatito que le ronronaría por las noches y lo amasaría por las mañanas.
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The Purring Club [ym] [tk]
FanfictionLa reunión trimestral de gatos cambia-formas tiene como objetivo principal lograr que encuentres la pareja perfecta. Con un margen de éxito del 98% te aseguramos que aquí hallarás un minino hecho para ti. En este sitio se concentran los ejemplares...