Onceavo mawllido.

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Taehyung miró a su mejor amigo mientras éste intercambiaba miradas tiernas con Jimin. Como ya había pasado el efecto de lo que fuera que hubiesen consumido, había creído inútilmente que por fin podría hablar con Yoongi en su forma humana, pero lamentablemente su completa atención se encontraba puesta en el otro cambiaformas de gato que, como era de esperarse, tampoco le hacía caso en absoluto.

— ¿Podrían, por favor, ya ponerme atención? —les repitió por quinta vez, pero cuando comprendió que su voz no funcionaría con ninguno de los dos, hizo lo que cualquier cambia-formas de tigre haría para hacerse notar.

Echarles agua.

Con sumo cuidado, y sin nada de culpa, tomó el vaso de la mesa que su amigo había dejado medio vacío y, sin preocuparse de los arañazos que podría recibir, dejó caer el líquido sobre los dos hombres que seguían dentro de su burbuja rosada.

— ¿¡Pero qué te pasa!? —gritó Jimin siendo el primero en levantarse una vez que sintió el golpe de agua fría. Asustado, se transformó en gato y se alejó con un brinco para comenzar a acicalarse en una esquina de la habitación.

Yoongi, por su lado, y sin levantarse del colchón, sólo se sacudió erizado, como si esa no fuese la primera vez que su mejor amigo hiciera algo similar.

— ¿Otra vez, Tae..? —susurró herido y viéndolo a través de sus mechones mojados. Se veía triste y traicionado, y Taehyung casi sintió lástima—. Jimin, ¿estás bien? —casi.

—Vamos, un poco de agua no le hace daño a nadie—Taehyung replicó girando los ojos y dejó el vaso sobre la mesa, orgulloso de por fin tener la mirada de ambos sobre él. Tal vez después se disculparía, pero en ese momento necesitaba primero hacerse escuchar.

—Siento que me voy a derretir—se quejó Jimin repentinamente mientras volvía a convertirse en hombre y se pasaba los dedos por el cabello en un intento inútil de acomodarlo—. Una sacudida hubiera bastado, tal vez un gruñido, no sé, ¿pero agua?

El bengala sonrió ampliamente y negó porque sinceramente a él no le parecía el gran insulto, ¿a quién no le gustaba el agua? Personalmente, él amaba nadar a la luz de la luna. Ese par de gatitos estaba exagerando.

—Hubieras podido apuñalarme—le secundó Yoongi agitando sus orejas. Su gato interno odiaba sentirlas húmedas, por lo que no había tenido más remedio que sacarlas a secar—. Eso hubiese sido menos cruel.

—Te bañas todos los días, Yoongi, el agua no es tan mala—dijo el tigre conteniendo la risa al verlos tan acomplejados moviéndose por toda la habitación.

—Voy a tener pesadillas esta noche...—murmuró Jimin abriendo la ventana para que entrara el sol.

—Apenas y pude bañarme hoy—confesó Yoongi buscando ropa seca.

—Odio el agua... —argumentó Jimin en un hilo de voz.

—Y ahora tendré que bañarme de nuevo—dijo Yoongi cambiándose de prenda.

Taehyung simplemente se abanicaba con su mano, procurando no caer en risas impertinentes.

—Chicos—les dijo finalmente cuando los notó más calmados—, no se van a derretir. No se preocupen. Y no es necesario que te bañes de nuevo, Yoongi, sigues tan limpio como siempre.

Ambos gatos casi gruñeron al oírlo. ¿Limpios después de que la sucia agua cayera sobre ellos? Pero, después de todo, Taehyung era un tigre, no un gato, y el pobre jamás comprendería su aberración por ese líquido mortal. Algunos felinos simplemente no estaban listos para soportar una información tan importante como esa.

The Purring Club [ym] [tk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora