• . ˚ * ━━ 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐇𝐈𝐍𝐈𝐍𝐆
❝Ella era la luz en su oscuridad, aunque a veces no brillaba lo suficiente.❞
Había muchas cosas que Diana Campbell no tenía muy claras, pero sabía con certeza que en toda oscuridad siempre había un resplandor de luz...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
【 CAPÍTULO TRES 】 MENTE BLOQUEADA
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
NUNCA HABRÍA PENSADO que en Hogwarts se encontraría tan a gusto. Diana llevaba tan sólo unos días en esta prestigiosa escuela y ya se sentía como en casa. Era un sitio muy agradable, quizás el lugar donde se había encontrado más cómoda desde la muerte de sus padres. Caminar por los largos pasillos del enorme castillo le recordaba a las fotos que había visto en su casa, en las cuales sus padres caminaban por esos mismos sitios con una gran sonrisa en el rostro. Diana se preguntaba si desde un principio ellos habían querido que ella asistiera a Hogwarts, pero nunca salió ese tema de conversación. Y si fue así, no lo recordaba. En cualquier caso, se arrepentía terriblemente de haber dejado que su tía Isabelle Campbell la matriculara en Beauxbatons en vez de en ese maravilloso lugar.
El castillo no era lo único bonito allí. Sus hermosos terrenos tenían un lago llamado Lago Negro con un montón de tipos de criaturas acuáticas. Pero cabe destacar que aparte de las buenas vistas, las amistades que Diana había conseguido tan rápidamente eran lo mejor de todo. En los desayunos, comidas y cenas se sentaba en la larga mesa de Ravenclaw con Katie Meadowes y Beth Longbottom, aunque un par de Gryffindors llamados Bill Weasley y Fleamont Potter se sentaban junto a ellas constantemente. El hecho de pertenecer a otra casa no parecía molestarles y el director Dippet ni siquiera intentaba reñirlos.
Aquella mañana era como cualquier otra: tranquila, fría y alegre. Pero la poca calma que había en el Gran Comedor cesó en cuanto Bill y Fleamont se sentaron frente a las tres chicas.
—No os lo vais a creer —dijo Bill con una gran sonrisa en su rostro. Sus ojos se desviaron momentáneamente hacia su amigo también sonriente—. Parkinson nos acaba de lanzar un maleficio por ponerle polvos pica-pica en la túnica. Por poco nos manda a la enfermería.
—Oh, genial. A la próxima os mandará a San Mungo —preguntó Katie de forma desinteresada tras poner los ojos en blanco.
Los dos chicos ignoraron su comentario y se dispusieron a empezar su desayuno. Diana los miró con curiosidad y se lo pensó varios segundos antes de formular su pregunta.
—¿Quién es Parkinson?
Bill y Fleamont se miraron de nuevo de forma cómplice antes de señalar un lugar detrás de Diana. Ella frunció el ceño y se giró en el banco de madera, tan sólo encontrándose con la mesa de Slytherin en la que algunos alumnos estaban aún desayunando.
—Oh, querida Diana. Tienes mucho que aprender —dijo Fleamont con burla.
—¿Ves a ese grupito de ahí? Los que tienen cara de malos y murmuran cosas entre ellos —indicó Bill, todavía señalando la mesa de las serpientes.
A Diana no le resultó difícil encontrar con la mirada las personas a las que se refería. En medio de la mesa estaban sentados un grupo de seis personas formado por cuatro chicos y dos chicas. Diana no logró identificar ninguno de sus rostros, pues tan sólo llevaba unos días en la escuela y apenas conocía a los alumnos. Pero sabía quién era una persona en particular. En medio de todos ellos se encontraba Tom Riddle comiendo su desayuno con desinterés, ignorando por completo la conversación que el resto mantenía a su alrededor.
