• . ˚ * ━━ 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐇𝐈𝐍𝐈𝐍𝐆
❝Ella era la luz en su oscuridad, aunque a veces no brillaba lo suficiente.❞
Había muchas cosas que Diana Campbell no tenía muy claras, pero sabía con certeza que en toda oscuridad siempre había un resplandor de luz...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
【 CAPÍTULO SIETE 】 LIDERAZGO SIGNIFICA PODER
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
LA PRIMERA IMPRESIÓN QUE Diana se había llevado del resto de alumnos de su curso no fue exactamente la mejor. Era verdad que la mayoría de sus compañeros de casa se habían mostrado amables y solidarios con ella, diciéndole constantemente que podía acudir a ellos si requería de ayuda. Pero fuera de la casa Ravenclaw, las cosas eran completamente diferentes. Apenas hablaba con los Hufflepuff, y los únicos Gryffindor con los que tenía contacto eran Bill y Fleamont, quienes eran realmente graciosos y agradables. El verdadero problema eran los alumnos de Slytherin. Desde el primer momento la habían tratado de la peor manera posible, hablándole con brusquedad, criticándola a sus espaldas o simplemente dándole miradas recelosas. No es que a ella le importara, simplemente decidía ignorarlos, pero lo que le molestaba era el hecho de que al parecer todos y cada uno de los miembros de la casa verde detestaban a los hijos de muggles; aquello no tenía reparo.
Por eso se sorprendió enormemente cuando recibió todo tipo de atención simpática y saludos alegres provenientes de varios Slytherins en los días siguientes después de San Valentín. Estos pequeños y extremadamente raros acontecimientos ocurrían entre las clases, en el Gran Comedor e incluso en las horas libres. Bastante gente la saludaba o se acercaba a ella para hablar de los deberes o comentar lo bien que se veía su cabello. La mayor parte del tiempo, Diana se encontraba con sus amigos y ellos se sorprendían aún más que ella cuando un Slytherin pasaba por su lado con buenas intenciones.
Era evidente que todo aquello se debía a la oferta de Tom Riddle, la cual Diana no conseguía sacar de su cabeza. Le habría gustado disfrutar del día de los enamorados con una cita de verdad, no con una propuesta de cambiar el mundo cuando ni siquiera había alcanzado los dieciocho años. Honestamente, antes de ir a Hogsmeade fantaseaba con cómo sería su quedada con Tom, pero no había sido como la imaginó ni por asomo. Él se mostró amable, desde luego, y le prometió grandes cosas que podrían cautivar a cualquiera. Su gentileza duró más de lo que Diana pensaba, llegando a insistir silenciosamente con la colaboración de los miembros de su casa. Ella había rechazado, pero él no se rendía tan fácilmente.
Otro tema que preferiría evadir era la propuesta que había recibido. No tenía muy claro de qué trataba exactamente debido a que Tom sólo le dio palabras sueltas, explicaciones que requerían información extra para cobrar sentido. Cada vez que pensaba en ello, Diana sentía como si estuviera haciendo un enorme puzzle con piezas faltantes. Lo único que tenía bien claro, era que el deseo de Riddle y sus amigos era conseguir la igualdad mundial entre magos y muggles para no tener que seguir escondiéndose. Aquello era entendible, incluso ella misma lo veía como una buena idea, pero no podía tomar la decisión de unirse al plan si no sabía cómo conseguirían sus objetivos.
No importaban los gestos amables que recibiera de todo Hogwarts ni las promesas que Tom le había hecho, Diana tenía el ligero presentimiento de que algo podía acabar mal. No obstante, este aspecto no impedía que sintiera mucha curiosidad y una gran atracción por la idea en general.
