• . ˚ * ━━ 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐇𝐈𝐍𝐈𝐍𝐆
❝Ella era la luz en su oscuridad, aunque a veces no brillaba lo suficiente.❞
Había muchas cosas que Diana Campbell no tenía muy claras, pero sabía con certeza que en toda oscuridad siempre había un resplandor de luz...
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【 CAPÍTULOUNO 】 NUEVO COMIENZO
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UNA DE LAS COSAS que Diana Campbell más detestaba en el mundo, era el azul. Ese maldito color tan hermoso y atrayente no hacía más que darle dolor de cabeza. Llevaba viéndolo en todas partes desde que era pequeña: en el uniforme de Beauxbatons, en las paredes de su cuarto, en los uniformes que sus padres llevaban en las antiguas fotos que tenía de ellos y que se encontraban distribuidas por su casa. Diana estaba harta de ese color. Y ahora que la habían trasladado a Hogwarts, lo primero que le pasaba era haber sido elegida en Ravenclaw, por lo tanto, viviría el resto del curso en una torre completamente azul con ropa también azul.
Diana suspiró con molestia mientras su tía Isabelle continuaba discutiendo con el director Dippet la información sobre el Colegio Hogwarts. Ella no estaba tan disgustada con la casa en la que había quedado. De hecho, sus padres también fueron de Ravenclaw durante su juventud y eso la hacía sentirse un tanto orgullosa. Pero a pesar de este aspecto, seguía sin gustarle el azul. No era algo que odiara con profundidad. Simplemente le recordaba a sus padres y le recordaba traía demasiados momentos tristes que prefería olvidar.
—Bueno, pues eso es todo —dijo el director Dippet con una sonrisa, dando por finalizada la introducción—. Espero que te encuentres bien en Hogwarts y que disfrutes de tu estancia, Diana. Pero recuerda estudiar para tus exámenes.
La joven muchacha forzó una pequeña risa falsa cuando su tía le dio una disimulada y suave patada bajo la mesa. Isabelle Campbell era bastante estricta y sabía perfectamente que no debía llevarle la contraria en ningún momento si no deseaba acabar limpiando la casa el próximo verano entero.
Los tres se levantaron de sus asientos a la vez. Isabelle se giró hacia Diana automáticamente y la rodeó con sus brazos con increíble rapidez. La chica se encontró siendo estrujada por su tía y sintió grandes ganas de salir de allí cuanto antes.
—Pórtate bien, ¿vale? —murmuró la mujer tras haberse saparado un poco—. Sólo será este curso y ya habrás acabado. Todo saldrá bien.
Diana sabía por qué lo decía. En su antiguo colegio, las cosas no habían ido exactamente bien que digamos. No había podido seguir soportando los insultos de las repelentes chicas francesas y les lanzó tantos hechizos, que acabó siendo expulsada. Era normal que hubiera sucedido eso, teniendo en cuenta que no era la primera vez que las atacaba. Pero la diferencia era que ellas quedaron exentas mientras que Diana tuvo que ser trasladada. Aquello le provocaba enfado.
—Sí, tía —suspiró ella con cansancio. Lo único que deseaba hacer en esos momentos era salir de allí y encerrarse en su nueva habitación.
El sonido de unos zapatos chocando contra el suelo de piedra del despacho interrumpió su recién comenzada conversación. Todos se giraron hacia la entrada del lugar, por donde un chico con una expresión seria caminaba hacia ellos. Su cabello era rizoso y oscuro, y combinaba perfectamente con sus ojos marrones. Era bastante guapo, Diana no podía negarlo, y a simple vista parecía ser alguien popular. Caminaba con confianza; tenía una sonrisa sobre sus labios que le otorgaba ciertos aires de superioridad. Por último, ella se fijó en que su corbata y el escudo de su túnica eran de un bonito color verde.
