• . ˚ * ━━ 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐇𝐈𝐍𝐈𝐍𝐆
❝Ella era la luz en su oscuridad, aunque a veces no brillaba lo suficiente.❞
Había muchas cosas que Diana Campbell no tenía muy claras, pero sabía con certeza que en toda oscuridad siempre había un resplandor de luz...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
【 CAPÍTULO CUATRO 】 JUGAREMOS
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
LA SALA COMÚN DE Ravenclaw era más acogedora de lo que parecía. A pesar de que casi todos los alumnos siempre aprovechaban el lugar para estudiar o leer libros, pocas veces hablando entre ellos, aquello no era un impedimento para que Diana se sintiera cómoda. Las paredes, los sofás, las cortinas... todo era azul y aunque ella siempre decía que detestaba ese color, secretamente lo adoraba.
Además de lo bien que se estaba en la Sala Común, pasar el rato allí con Katie y Beth era muy entretenido. A veces, después de estudiar o practicar algún que otro hechizo juntas, jugaban unas cuantas partidas al ajedrez mágico. Diana casi siempre ganaba, y se sentía un poco mal cuando Beth ponía una expresión triste, por lo que a veces movía piezas mal a propósito para dejarse perder. Le encantaba ver el entusiasmo que sus amigas mostraban en esas ocasiones.
Aquella tarde era igual a las demás. Habían estado varias horas estudiando juntas Herbología y haciendo su trabajo de Defensa Contra las Arter Oscuras. Como habían terminado temprano y todavía quedaba tiempo antes de la hora de la cena, jugaron al ajedrez. Pero cuando Diana estaba apunto de mover una de sus piezas, unas voces a sus espaldas llamaron su atención.
Un grupo de gente hablaban emocionados entre ellos. Estaban todos juntos al lado de un corcho colgado en la pared. Por culpa de la altura de muchos y sus movimientos, no podían ver qué era tan interesante. Así que las tres chicas se acercaron para ver qué sucedía.
El prefecto de Ravenclaw había puesto en el corcho un anuncio sobre unas clases de duelos. El entusiasmo de todos se debía a que serían en pocos días.
—Si se me diera bien, me apuntaría. Pero soy pésima en los duelos —murmuró Beth algo decaída.
Diana la miró por unos momentos. No le gustaba que Beth siempre tuviera las expectativas tan bajas consigo misma. Era una bruja talentosa, no mucho, pero bastante. Ella quería motivarla.
—Deberías apuntarte. Ya sabes, así puedes practicar —dijo Diana con una sonrisa para darle confianza.
—No sé, no estoy segura... —murmuró Beth.
—¿Tú te apuntarás, Diana? —preguntó Katie con incluso más entusiasmo que los niños de segundo que chillaban a su lado—. Te vi hacer hechizos no verbales y se te dan genial. ¡Seguro que ganarías a unos cuantos!
En cuanto las palabras salieron de su boca, Katie se sonrojó ligeramente. Diana giró su cabeza hacia ella, mirándola sin expresión alguna en el rostro. Estaba pensando en sí debía apuntarse o no. Nunca había hecho duelos, tan sólo un par de veces con unas chicas en Beauxbatons que la habían estado molestando. En esas ocasiones, salió ella ganando.
—Lo haré —dijo Diana finalmente—. Me apuntaré.
Katie aplaudió y chilló emocionada. Luego la agarró del brazo para llevarla hacia el anuncio del corcho, apartando a todos los alumnos que estaban de por medio. El pergamino con el anuncio del duelo tenía un gran hueco en blanco en la parte inferior, donde ya había apuntados algunos nombres. Se veía que el papel estaba conectado a los de las otras casas, porque a cada poco aparecía un nombre nuevo de la nada. El primero de la lista era Tom Riddle.
