• . ˚ * ━━ 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐇𝐈𝐍𝐈𝐍𝐆
❝Ella era la luz en su oscuridad, aunque a veces no brillaba lo suficiente.❞
Había muchas cosas que Diana Campbell no tenía muy claras, pero sabía con certeza que en toda oscuridad siempre había un resplandor de luz...
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【 CAPÍTULO QUINCE 】 FIN DE LA JUVENTUD
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HABÍAN TERMINADO HOGWARTS, era definitivo.
Su vida académica no era lo único que había finalizado. Diana ya no debía preocuparse por tener más exámenes o por asistir a las aburridas clases de Historia de la Magia. En cambio, toda su preocupación se centraba en que, definitivamente, había llegado el final de su juventud.
Ya no era una niña, y mucho menos una adolescente. Era una mujer que debía enfrentarse al mundo real. Pero los sucesos que estaban ocurriendo en la comunidad mágica se lo ponían realmente difícil.
Hacía exactamente un mes desde que había abandonado Hogwarts por primera y última vez en su vida. Se había despedido de sus amigos (le había dado un abrazo a Tom, aunque él estuviera un poco en contra de aquel gesto afectivo en público) y había vuelto a casa con su tía Isabelle. Estaba en su hogar, pero no sentía que lo fuera. Todo había cambiado demasiado, incluso ella misma estaba cambiada. Tenía otros ideales y otra manera de ver la vida. Quizás por eso no le afectó tanto cuando vio los titulares de los periódicos en pleno verano, lo cuales en su mayoría eran:
«ATAQUE CONTRA FAMILIA MUGGLE»
«HIJA DE MUGGLES ASESINADA A SANGRE FRÍA»
«GRINDELWALD HA SIDO VENCIDO, PERO... ¿EL TERROR VUELVE?»
No sabía cómo sentirse al respecto. Tom le había asegurado que los muggles y los hijos de muggles no tenían derecho a la magia, pero ella pensaba que no merecían algo tan cruel como la muerte. Nadie merecía morir. Por muy mal que una persona llegara a actuar, Diana pensaba que debería sufrir una pena en Azkaban en vez de ser asesinado por sus actos.
A pesar de sus pensamientos, había algo que la hacía no odiar tanto a los asesinos. Una parte de ella creía que Tom y sus amigos tenían algo que ver, pero no sabía nada con seguridad. Llevaba sin hablar con él un mes. Ninguna llamada, ni cartas, ni siquiera un Patronus que le informara sobre su paradero en Albania. Era como si hubiera desaparecido.
La ausencia de Tom provocó que Diana se distanciara de sus actuales amigos. Tampoco los había visto a ellos (pasaba día y noche con su tía en casa, a la espera de comenzar sus prácticas en el Ministerio en septiembre), pero había recibido cartas. Entre ellas, una invitación a una fiesta de parte de Abraxas Malfoy y, la que le resultaba más sorprendente, una carta de Benjamin en la que le informaba de su compromiso con Rebekah Lestrange. No fue muy impactante, ya que ellos dos llevaban mucho tiempo siendo bastante cercanos, pero Diana se sintió un tanto decepcionada al saber que su amigo se había rendido en su secreta lucha. Por la conversación que habían tenido meses atrás, estaba claro que Benjamin quería a Rebekah, pero no de forma romántica. Aún así, hizo el sacrificio de comprometerse con ella. Todo por Tom y sus planes.
