Ikemen Revolution en Español [Ruta Harr Silver]

Capítulo 14

El bizcocho había elegido el mejor (¿o peor?) momento posible para estar listo, pero eso me dio una excusa para interrumpir la discusión de los tres viejos amigos. Pronto, me encontré en la cocina sacando el bizcocho del horno y preparando una tetera. Sabía que no había ninguna posibilidad de que fuera una agradable fiesta del té, pero no me importaba y, por fortuna, Sirius parecía estar de mi lado. Me ayudo a llevar a Harr y a Lancelot hasta la mesa y sabía que podía confiar en él para tenerlos ocupados... o al menos que no pelearan... hasta que regresara.

(El silencio es tan incomodo que puedo sentirlo desde aquí, pero al menos siguen sentados los tres en la misma mesa.)

Corté varios trozos de bizcocho y los puse en un plato, luego lo puse en la bandeja con un tazón de crema y el té que había hecho.

(Bueno, ¡el bizcocho parece que ha subido bien! ¡Solo espero que sepa tan bien como huele!)

El cesto con las delicadas flores de color morado que Harr había traído para mi iluminaba la mesa, pero en realidad no mejoraba el estado de ánimo. Harr y Lancelot tenían las caras petrificadas mientras estaban sentados en silencio, ignorándose completamente el uno al otro. Sirius era el único que tenía una expresión en su rostro y parecía más irritado que otra cosa, mientras estudiada a los otros dos. Le mostré una rápida sonrisa mientras dejaba la bandeja sobre la mesa, pero estaba pensando en las animadas y alegres comidas que normalmente tenía en la misma con Loki y Harr. Sabía que nunca conseguiría que estos 3 se sonrieran el uno al otro, pero no podía soportar el pesado ambiente y mantuve mi voz optimista mientras hablaba.

Hazel: El bizcocho acaba de salir del horno y también hay crema...

(Vale, vale, el bizcocho recién hecho normalmente sabe mejor si lo dejar reposar, ¡pero no es momento para eso!)

(¡Fue bastante difícil conseguir que dejarais de amenazaros y sentaron en la mesa!)

Eche un vistazo a Harr, pero aún seguía frunciendo el ceño y no parecía haberse dado cuenta de mis palabras. Suspiré suavemente y le serví a cada uno un trozo de bizcocho y una taza de té, para luego sentarme. Finalmente Sirius hablo, con voz cordial.

Sirius: Gracias por esto, pequeña.

Hazel: De nada...

Le mostré a Sirius una triste sonrisa y cuando se llevó su taza a los labios, eché un vistazo de nuevo a los otros dos. Ambos continuaban en completo silencio y la tensión que había en el ambiente entre ambos era tan fuerte, que casi podía verla. El aroma del té y del bizcocho llenaba el ambiente, pero ninguno de los dos hizo un movimiento para probarlos.

(Sabía que era el peor momento posible, pero una vez que sonó la alarme, no tenía otra opción. Aun así, no puedo creerme que volviera a fallar...)

Primero habían sido las frutas para la tarta, luego el pescado que atrape para hacerlo en una empanada y ahora, el bizcocho. Había tratado varias veces darle las gracias a Harr por lo que había hecho por mí, pero en todo momento acababa fallando. Suspire suavemente mientras bajaba la mirada a mi trozo de bizcocho.

(Se que ahora mismo hay cosas mucho más importantes por las que debería preocuparme, pero... ¡¿Aun tengo permitido estar molesta, no?!)

Estaba demasiado tensa y nerviosa para probar mi bizcocho, así que a cambio, di un sorbo a mi té y por último, Sirius hablo de nuevo, esta vez con voz impaciente.

Sirius: Los dos, dejadlo ya de una vez. Acabamos de acordar una tregua temporal. Al menos podríais relajaros e intentar disfrutar el té y el bizcocho que la pequeña tuvo tantos problemas para hornear.