🍦1 - Platonic.

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Lo suyo era platónico.

Completamente arromántico, si es que eso era una palabra real.

Se conocían desde que estaban en el vientre materno, pues su papi le contó que él reaccionaba mucho cuando la madre de Yoongi venía de visita. Era como si, desde que eran dos frijoles en formación, pudieran sentir al que sería su mejor amigo.

La primera palabra que murmuró un Yoongi de nueve meses fue "Imini". Todavía Jisoo no se recupera de eso.

Por su parte, él aprendió a caminar para poder seguir a Yoonie, porque el pequeño alfa de ojos gatunos era un año mayor y ya corría por el jardín. Claro que él, como Kim que se respeta, tenía que demostrar su valía. Así que puso a trabajar esas dos rechonchas piernas 
de bebe que le había dado la madre naturaleza y logró ponerse en pie.

Caminó un total de tres pasos, hasta caer de culo contra el piso. Y luego fue tan alto el llanto que su padre NamJoon pensó que se había hecho el dos.

¡Dios, que vergüenza! Su Yoonie hyung lo miró desde el jardín con cara de WTF are you doing?? y él solo se quedó sentadito mientras NamJoon lo revisaba y llamaba a Jin para que trajera pañales.

Porque sí, su cuerpecito decidió que era buen momento para hacer sus cosas. Justo en frente de Yoongi.

¡Ugh! Ser un bebé no era sencillo. ¿Sus padres creían que no tenía vergüenza? Pues sí que tenía. Y, aunque sabía que era un bebé hermoso, irresistible y sensualón, no era divertido que te cambiaran pañales frente a tu hyung.

Por eso, después de estar limpio y cambiado, su llanto siguió saliendo. Hasta que sintió dos manitas en sus mejillas, limpiando las lágrimas.

¡Era su hyung! Su hyung estaba consolándolo.

—No llores, Imini.— dijo el alfa trigueño. —Hyung te ayuda.

El llanto cesó por completo y,  tomado de la mano por su hyung, dio sus primeros pasos de verdad. Pasos que quedaron inmortalizados en un vídeo tape que filmó Nam, donde se escuchaba el llanto histérico de un embarazado Jin, y las risas de los dos cachorros.

¿Como no iba a ser platónica y perfecta su amistad?

No importaba que todos dijeran que eran perfectos para el otro. Jimin solo se reía de esas personas y decía lo de siempre.

"Yoonie es como mi hermano mayor. No puedo verlo de otra forma."

Incluso después de la presentación de Yoongi como alfa, lo cual no fue sorpresivo, nada cambió entre ambos.

De hecho, Yoongi solo se volvió mas huraño y perezoso. Nada de la explosión hormonal que se esperaba de un alfa. Solo su olor un poco mas fuerte, y un cambio en la voz. Nada más.

Yoongi seguía pasando sus días tirado en cualquier superficie blanda, dormitando como un gatito y pidiendo mimos de formas extrañas, porque le daba vergüenza pedirlos directamente.

Jimin estaba en su segundo año de preparatoria cuando llegó su turno de presentarse. Tampoco fue sorpresa que resultara ser omega, porque su olor era dulce desde pequeño, y su figura curvilínea venía desarrollándose desde hacía años.

Lo que sí fue sorpresivo, al menos para él, fue sentir a su omega gimotear la primera vez que vio a Yoongi.

¿Qué diablos? ¿Ese era su amigo? ¿Ese era el chico con quien se bañó hasta los trece años? ¿Ese era el alfa que dormía día sí y día también en su cama?

¿Qué diablos? ¿Nadie pudo decirle antes? ¿Una advertencia? ¿Algo?

—Estas buenísimo— le soltó a penas recuperó su capacidad de hilar palabras.

Yoongi lo miró mal, los padres de Yoongi le miraron mal, su hermano y su cuñado se rieron a sus espaldas y sus padres jadearon al escucharlo.

—Ji-Jiminnie, ¿qué dijiste? —balbuceó su padre omega.

—Pues que está bueno. —aseguró Jimin señalando a su amigo —¿Por qué nadie me lo dijo antes? Tu mismo, Yoongi, pudiste advertirme lo bueno que estabas. Así no quedaba en ridículo ahora.

La risa de delfín que tenía su hermano resonó por la sala, seguida por la de su cuñado. JungKook y TaeHyung llevaban años bromeando con su posible relación, y ahora disfrutaban de lo turbado que se veía Jimin.

Malditos bastardos.

Con un hermano y un amigo así, no se necesitaba Voldemort  en la historia.

—Jimin, ¿podemos hablar un segundo?

La voz gruesa de Yoongi le devolvió al salón. Joder, incluso su voz. ¿Qué estaba mal con el mundo?

—¿Qué diablos fue eso? —le preguntó el alfa cuando estuvieron fuera.

—Eres caliente. ¿Por eso te miraban tanto? ¿Como recién me doy cuenta?

Yoongi suspiró, y lo miró con sus cansados ojos de siempre. Pero por algún motivo, no se sentía igual. No era lo mismo que días atrás.

Jimin creía que se pondría a ronronear cuando sintió las manos del alfa apretar sus hombros.

—Es la presentación, Minnie. — le dijo.— Estás hormonal.

— ¿Ahora todos los alfas me parecerán calientes?

Yoongi pareció dudarlo un poco.

—No... solo algunos.

—¿Te pasó lo mismo? ¿Cuando te presentaste?

El alfa asintió.

—¿Crees que soy caliente? — murmuró Jimin, algo sonrojado.

Yoongi solo sonrió, mostrando su perfecta sonrisa. Y Jimin quiso morirse ahí mismo, porque luego de tantos años de amistad, no creyó que su corazón se volvería tan loco por eso.

—Claro que no, tonto. — rió Yoongi, pasando una mano por sus rubios cabellos. —Eres como mi hermanito.

Y Jimin se rompió un poquito.

He's Mine 🍦 YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora