🍦11 - Wild.

5K 740 146
                                    

Jimin no ha dejado de pensar en las palabras de TaeHyung y sabe que su amigo, aunque un poco raro, tiene razón.

Yoongi y él pueden haberse criado juntos y ser inseparables. Pero no tenía que sentirse culpable o abochornarse por desear ser mas. Estaba bien que él gustara de esa manera del otro. Era hasta natural, si aquel alfa se había encargado de adentrarse tan a fondo en su piel. Incluso siendo un cachorro sin presentar, recuerda lo importante que era el mayor para él, la manera en la que buscaba su aprobación y que le pedía mimos.

Y Yoongi tampoco lo ignoraba si su alfa respondía así a él. El lobo que dormía dentro de su amigo estaba mas que complacido con su omega. Jimin no había imaginado su excitación cuando lo vio sin ropa, o el dolor cuando presenció su quiebre durante el celo.

El alfa estaba tan golpeado como él.

Y aquellos que dijeran que podían sentir algo sin que su lobo lo sintiera, mentían. Los únicos capaces de desapegarse de su lado salvaje eran los betas, porque no tenían uno. Tan simple como eso.

Entonces, si el lobo de Yoongi quería. ¿Qué se lo impedía?

-(🐾)-

Una semana después:

Al mediodía, como siempre, Yoongi pasaba por su salón a buscarle. Era algo que se había vuelto costumbre entre ellos ya que el alfa, al ser un año mayor, solía ayudar a un pequeñísimo Jimin con sus libros. (a pesar de tampoco ser muy grande, pero ¿quién le dice eso a un alfa?)

Y ahora, con diecisiete y dieciocho respectivamente, el hábito estaba intacto.

Como siempre, alguna omega con desorden hormonal comenzaba a chillar en cuanto Yoongi asomaba su cara, y luego un grupito se apilaba en torno al alfa. Era incómodo como la misma mierda, pero hacía que sintiera que su alfa es una especie de súper estrella.

Hasta que, el siempre respetuoso Yoongi, le devolvía los saludos a las put-..., omegas. A las omegas. Sí. Y Jimin jamás se pone celoso, mucho menos ahora que su omega se creía casi de la propiedad del alfa. Pero ver al mayor ser encantador con otros, se sentía como si él fuera un trapo de limpiar al que echaban en la lavadora y luego le aventaban cloro y lejía hasta que quedaba deshilado y blancuso.

Esa era un descripción dramática, pero exacta. No lo culpen.

—Yoongi-hyung. —saludó bajito, pasando de largo al grupito de chillonas. Su mirada y la de Yoongi se encontraron por un momento, pero el mayor bajó la suya, incómodo. —Vamos.

Fue bastante reconfortante que, cuando él se alejó caminando, Yoongi le siguió sin despedirse siquiera del grupo de fans. Bien, eso lo hacía sentir mejor. No lo suficiente, pero casi.

El hecho de que el alfa le prestara atención no era por nada más que lo asustado que estaba de un posible alejamiento. Temía que Jimin se alejara, y era tan visible que asustaba.

Después de lo que pasó en la biblioteca y la conversación incómoda sobre sus sentimientos no correspondidos, Jimin había intentado ser prudente en tanto tocar a Yoongi. Porque, dios, no quería reaccionar de esa indignante manera otra vez. Él no era esa clase de chico, no era como esos omegas de su grupo.

Desesperados.

Calientes.

Él no. Él tenía el toque justo de lujurioso, no mas ni menos. Y el hecho de mojarse por su amigo una vez no lo haría dudar de su moral.

Si pasaba otra vez, bueno, sería desafortunado.

Pero Yoongi, por el amor de dios, estaba aterrado de que se apartara de él. Lo miraba como si Jimin fuese a explotar en cualquier momento e intentaba ser atento, casi al punto de molestar. Como si..., lo que sea que Jimin quisiera se lo daría, en una clara sustitución por negarle lo otro.

He's Mine 🍦 YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora