He's Mine 🍦 YoonMin

🍦10 - Immature.

TaeHyung se dejó caer en la cama, revista en mano, y comenzó a hojear con desgano. Llevaba media hora esperando que su mejor amigo desembuchara de una buena vez, pero Jimin solo se sonrojaba, negaba y se marchaba a la ventana a por aire.

Dios.

Omega puritano, eso era lo último que le faltaba a Kim TaeHyung.

A veces le sorprendía tener el mismo apellido de su amigo y no ser para nada iguales.

—Jimin, cielo, no me malinterpretes. —dijo cuando vio regresar al rubio. —Te adoro. Si fuera un alfa definitivamente te haría mío; en caso de que tu hermano no existiera, claro. Pero llevo treinta minutos esperando que me digas lo que querías hablar conmigo y lo único que haces es abochornarte y caminar en círculos. Lo que es súper tierno, pero hasta yo tengo límites.

Jimin abrió la boca, pero de ella no salió mas que un quejido. Bien, JungKook a veces se ponía así y Tae sabía como sacar las verdades.

—Dejame ver..., ¿mataste a alguien? —insinuó, recibiendo la rápida negativa del cachetón. Bueno, si no había cadáver era mas fácil todo. —¿Tiene que ver con Yoongi? —asentimiento frenético y ojitos brillantes. Dios, Jimin era tan evidente como una comedia romántica de Netflix. —Obviamente tiene que ver con tu alfa.  ¿Lo besaste? ¿Te besó? ¿Te metió la lengua hasta las amígdalas y se refregó contra tu pierna? Ugh, odio cuando JungKook hace eso, parece perrito.

—Que no, Tae. —interrumpió el rubio, ahora tan rosa como un durazno. —Yoongi no se siente de esa manera por mi y sería incapaz de refregarse contra mi pierna. Él no es así.

—Yoongi es alfa, Mochi. Puede que tonto, lento, frío y sin sensación sexual; pero un alfa, después de todo. —insistió el omega moreno, golpeando con suavidad la frente fruncida del otro. —Has olido su excitación luego de verte sin ropa, ¿cierto? Entonces deja de negarlo. Consciente o no, al menos sabemos que su lobo no es indiferente a ti. Le gustas y quiere darte sin consuelo en el suelo, sin queja contra la reja, con potencia frente a la audiencia, sin...

—¡Basta, Tae! Por favor —chilló el otro. Su rubor casi lila. —¿Donde aprendes esas cosas? Eres un pervertido. A veces ni me creo que seas virgen.

Tae se mofó. —Soy virgen porque mi alfa, tu hermanito, solo tiene dieciséis y piensa mas en videojuegos que en comer. Pero te juro que en cuanto llegue su próximo celo al menos se la chupo.

Jimin empujó una almohada contra su cara. —¡Iugh! ¡Asco! Cállate. —rió.

Bien, ahora estaba relajado. Era el momento de atacar.

—¿Qué pasó con Yoongi-hyung?

Jimin borró su sonrisa y suspiró. Finalmente, abrió la boca y casi escupió. —Lamió sobre mi fuente de aroma.

Tae estuvo un minuto mirándolo fijamente, esperando por la continuación de la historia, la parte impactante. Pero al solo ver los ojos brillosos de su cuñado explotó. —¡¿Eso es todo?!

Jimin asintió con un puchero.

—¿En serio? ¿Media hora esperando por la narración de como Yoongi te folló y lo único que tienes para decir es eso? —explotó. —Jiminnie, Yoongi te besa el cuello todo el tiempo, como si fuera de su propiedad. Lo he visto desabrocharte botones con tal de tener espacio para besarlo. Apestas a él. Francamente, el hecho de que no sean pareja es lo que no entiendo.

Era una mierda sin sentido si le preguntaban a TaeHyung. Él se había criado cerca de los dos, aún más de Jimin, pero nunca pudo rebasar esa barrera que se formaba en torno a ellos. Era como si Yoongi no lo quisiera ahí, incluso sabiendo que era un omega. Cuando Jimin y Yoongi estaban juntos, lo cual era casi siempre, él no tenía lugar.