Cap 5

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¿Qué he hecho?, ¿Porqué actué así?, bueno ya sabrán las razones, son muy obvias, pero esta vez, me sentí tan ¿distinta?, como si con el fuera todo distinto. Sus ojos clavados con los míos, esos ojos tan penetrantes en un rojo vivo, y esa cara.. tan ¿seductora?....

-....//////////....-

-¿Qué rayos estoy pensando??-

-¡He golpeado a mi jefe de trabajo!-

-¡AHH!- Grite sola en el baño mientras desordenaba mi cabello mirándome al espejo.

-No puede estar pasando, perderé mi trabajo.. mi único trabajo, si eso pasa..no podré pagar las malditas deudas de mi padre que le dejo a mi madre antes de fugarse he irse lejos de nosotras..-Hablé con tono triste. Dios.. ¿Qué haré?, esto es malo malo peor de lo que imagino.

La verdad que su cara es linda///...Es blanca igual que la mía pero no tanto pero aun así.. es atractivo///..

-La carne es débil Yugi, la carne es débil Yugi- Me repetía para mi misma mientras sacudía mi cabeza.

Arregle mi cabello en frente del espejo del baño de damas, me moje la cara y la seque con un pañuelo que traía en mi bolsillo, me arregle la ropa que traía puesta y salí hasta que de repente adivinen a quien me tope..

-Oh..- Estaba asustada

-Vaya, al fin que sales, tienes una eternidad en el baño-

-Señor Sennen..- Hable en voz baja.

-¿Y bien?, conteste-Hablo directo.

-Y-yo..-

El solo me enarcó una ceja con los brazos cruzados y en estado de seriedad.

-S-su mejilla..Déjame curarla..-Lo hale tomándolo del brazo, estaba apunto de decirme algo pero fui más rápida.

Todos nos miraban algo sorprendidos, por mi parte yo no le ví el motivo de tanto silencio y murmullos entre loa demás trabajadores. Mi jefe, solo miraba al frente algo serio pero yo lo sentía un poco apenado mi acto de llevarlo del brazo.

-Por favor siéntese Señor Sennen, espere por favor aquí sentado mientras yo busco un botiquín- Le hablé con muchos nervios encima.

-Esta bien- Solo fue su respuesta.

-¿Dónde dónde está? - Dije buscando entre el almacén de descanso para los trabajadores.

-¡Bingo!, lo encontré-.

-Por lo que más quiera no se mueva- Le dije apresurada sacando algunas curas para limpiarle la mejilla roja e hinchada que le dejé.

Cuando estaba en Karate hace unos años atrás, era famosa por dejar a mis contrincantes noqueados por solo un golpe, obvio siguiendo las reglas de tal deporte, y no solo eso, mis nudillos son como un metal pesado, cualquier golpe a una cierta distancia dejaba unos unos que otros rasguños aunque parezca imposible. Otra cosa, desde que mi madre murió, luego que llegaba de clases, me ponía a entrenar con un árbol del tronco más duro que encontrara, y luego empezar a practicar con el, que ya ni siento dolor al golpear algo o alguien. ¿Qué loco no?.

-....- El no habló en lo absoluto.

Tengo el pulso muy tembloroso maldición, notará mis nervios.

-Sólo cálmate, relájate y respira profundo- Fueron sus palabras.

¿El me habló gentil?, bromea ¿no?.

-Vale..-

Hice lo que me pidió, empecé curando el rasguño que le ocasioné con un algodón y un poco de agua oxigenada para desinfectarlo.

What?! Enamorada De Mi JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora