Capitulo 11

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Terminan de cenar y Hugo paga la cuenta de los dos.

- Eva: ¿porque lo has hecho?

- Hugo: no me importa pagarte una cena, no es nada, tu tranquila

- Eva: me sabe mal, por todo lo que estás haciendo por mi

- Hugo: que no te sepa mal, lo hago porque quiero

- Eva: vale

Salen del bar y se dirigen hacia su casa

- Eva: ¿Hugo me dejas invitarte a algo en mi casa? Me sabe mal todo lo que estás haciendo y quiero devolvértelo de alguna forma

- Hugo: acepto esa invitación, pero no hace falta que te sientas obligada

- Eva: vale

Suben los dos a casa de Eva.

Al entrar al piso Hugo se queda mirando todo los detalles del piso de Eva.

- Eva: ¿qué te apetece?

- Hugo: lo que tu te sirvas

- Eva: ahora con el medicamento voy a tomar un refresco

- Hugo: pues un refresco, me da igual

Eva se va a la cocina a por las bebidas y Hugo se sienta en el sofá, a esperar que Eva vuelva, cuando la ve con las dos bebidas, se levanta rápidamente para coger las bebidas, ya que las lleva en una mano.

Se sientan en el sofá y encienden la tele. Y ponen cualquier cosa en la tele. Al rato Hugo rompe el silencio.

- Hugo: ¿Eva, te puedo hacer una pregunta?

- Eva: dime

- Hugo: desde el otro día, cuando te traje a casa, te noté un poco incómoda conmigo. ¿Es por algo que dije entrenando o algo?

- Eva: lo siento Hugo, pero no es culpa tuya, en mi pasado he sufrido mucho y me han creado mucha inseguridades y miedos hacia otras personas. Me cuesta mucho confiar en los demás. En el hospital cuando he dicho que eras mi novio, para mi me ha costado mucho hacer eso. Pero a la misma vez, me demostraste que podía confiar en ti, por eso lo hice.

- Hugo: Eva tranquila, yo no se lo que has sufrido en tu pasado, pero aquí tienes a un amigo para lo que necesites, y si quieres algún día desahogarte aquí tienes unos oídos que te vaya a escuchar. Y tranquila, por lo del hospital te he visto sufrir cada vez que decía que era mi novia, se que por dentro de estaba molestando esa palabra, pero por mi no lo hagas, porque a mi no me importa.

- Eva: muchas gracias, Hugo. ¿Te puedo dar un abrazo?

- Hugo: claro que si, Eva, no hace falta que lo preguntes, me los puedes dar sin preguntar.

- Eva: gracias. Espero algún poder contarte todo lo que me pasa y por lo que no confío mucho en la gente.

- Hugo: tranquila Eva, aquí estaré para lo que necesites.

Eva se acerca a Hugo y lo abraza, en ese abrazo Eva se siente muy cómoda entre sus abrazos.

LA CHICA PERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora