Una Palabra (Tomura X Tu) En Edición

Capítulo 11

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- No me gusta hablarle mal, pero, realmente cometió una estupidez.

Kurogiri se encontraba reprochando a Tomura luego de que el volviera de la casa de T/N y le contará todo lo sucedido.

Suspiro pesadamente y miro a Tomura quien solo rascaba su cuello cabizbajo. Le parecía una locura tan solo saber que Tomura se había emborrachado, llendo en tales condiciones a la casa de T/N, no le agradaba imaginar el mal rato que le habría hecho pasar.

Pero ya no había vuelta atrás, lo hecho, hecho está.

- ¿A dónde piensas ir? - le pregunto al albino quien salía del departamento-

- llevaré a T/N con su hijo.

Pasado

- ¿En dónde estabas? - le esperaba sentado Afo quien le observaba seriamente.

- Ese no es tu problema - se encamino por la sala con rumbo a su habitación.

-¿Otra vez estabas con la estúpida de tu novia?

Tomura se molestó, volteando a ver al villano que le había acogido luego de aquel accidente, detestaba que hablaran mal de T/N.

En aquel entonces Tomura solo tenía 21 años, tiempos en los cuales los problemas empezaban.

La Liga y Afo o su relación con T/N, tenía que escoger alguna y ese peso le frustraba.

- No te tiene que importar si estaba con ella - fulminó con la mirada a su mayor.

Un héroe llamado Deku de tan solo diecinueve años estaba causando muchos problemas, por lo cual la relación con T/N era un estorbo y distracción para el líder de la Liga de Villanos.

- Estoy cansado de decírtelo, no quiero que te veas más con la maldita hermana de un héroe, si vas a estar con ella quiero que mates a su hermano.

Tomura estaba siendo puesto aprueba por Afo, siempre era así desde que descubrió su relación poco meses atrás. Quería que se aprovechará de T/N, pero Tomura se negaba a jugar con T/N.

- entiéndelo de una vez, no dejaré a T/N solo por qué tú lo quieras, no la haré sufrir y no permitiré que le toques un solo pelo, si lo haces los mataré a todos - le amenaza con una mirada llena de coraje, después de eso se encerró en su habitación.

Con los años Tomura se había vuelto muy fuerte y había podido evolucionar su poder, Afo tenía en claro que sí no tenía cuidado Tomura sería un peligro para sus planes.

- muchacho grosero.

Al final fue Tomura quien tomo la decisión y lastimo a T/N con sus palabras abandonando la sin saber que un ser de vida se formaría durante nueve meses en su vientre, para así cambiarles la vida a ambos.

- De nuevo llegando tarde? - Dijo Hitoshi quien miraba T/N entrar a casa, le había estado esperando con impaciencia.

"- No te preocupes, Tomura me acompañó -"

El semblante de el peli violaseos cambio cuando Tomura fue mencionado. Desde el día que se conocieron se llevaron mal, teniendo bastante rivalidad.

- .... ¿¡Acaso nunca lo vas a entender!? Tomura es un maldito villano.

Hitoshi estaba cansado de encubrir a T/N quien se encontraba con Tomura a escondidas, no quería que hermana fuera a la cárcel por encontrarse con un villano.

Pero ya había llegado a su límite, detestaba que T/N se encontrará con él, odiaba el solo escuchar el nombre de Tomura.

- Tienes que darle un fin a esto. No podemos seguir así, no puedes seguir viendolo T/N - la tomo de los hombros y le miro exhausto de esa charla.

Ella bajo la mirada y lo pensó, a partir de ese día no vio a Tomura por unas largas semanas hasta que el le contacto pidiéndole que se encontrarán.

T/N se arregló y preparo adecuadamente para volver a ver a su novio, lo único que menos se imaginaba era que Tomura acabaría con su relación.

Presente

Nuevamente Tomura se encontraba frente a la puerta de la casa de T/N tocando el timbre hasta que ella fue a abrir la puerta.

Le miro extrañada, pensando que alguna de sus pertenencias puedo haberse quedado en su casa cuando Tomura paso la noche allí.

"- ¿Qué sucede? -" Le pregunto con incomodidad, él solo rascaba su cuello sin mirarle.

- ven conmigo... Te llevaré a ver a... A nuestro hijo - subió el rostro y le miro atento.

Ella se sorprendió sin saber que hacer o decir, lo único que pasó por su mente fue colocarse los zapatos y cerrar la puerta de su hogar, pidiéndole que le llevará hasta él.

Estaba emocionada e insegura, volver a su hijo era algo que esperaba desde hace años con ansias, y le aterraba la idea de que no fuera lo suficiente para su hijo Tomoe.

Ambos caminaron en dirección a la escuela, T/N solo seguía a su ex pareja Tomura quien se acercaba cada vez más a la escuela.

Estaba consternada, un lío de emociones le invadían, pensaba claramente las llaves que diría al verlo, lo que diría y de que temas podían hablar.

No evitaba soltar un que otra lágrima mientras caminaba siguiendo a Tomura, estaba nerviosa.

Solo podía cuestionarse cómo era su hijo, cómo se había criado, la vida que tuvo. Quería saber todo de el, conocer a su hijo y no volver a dejarlo ir.

Por qué Tomoe era su único rayo de esperando a seguir viviendo, solo gracias a él seguía adelante, no permitiría que nada malo le pasará, oír qué después de tantos años lo tendría a su magia como la primera vez

Aquella en la que cargo a su pequeño hijo, antes de la tragedia, el le miraba con una dulce sonrisa luego de haber llorado un largo rato entre sus brazos.

Jamás olvidaría el rostro de su recién nacido hijo quien dependería de ella largos años hasta que se independice y marche.

Estaba preparada, tenía todo listo, quería volver a casa con su hijo, pero todo se salió de los planes y no volvió a ver a Tomoe desde esa vez.

- es muy tarde, tal vez ya volvieron a casa - menciono llegando a la escuela, la única persona allí era Dabi quien estaba sentado frente a la escuela intranquilo.

Se acercó rápidamente a él tomándole del hombro le dió vuelta y le hizo verle.

- Dabi... ¿En dónde está Tomoe?

Le cuestionó mirando a los alrededores, ya la escuela parecía incluso abandonada incluso por los de limpieza, ya era pocas más probabilidades de que su hijo siguiera ahí.

-Tomura... T/N... - miro a ambos perplejo.

Sabía que su relación se había acabado hace años y le sorprendía el echo de que nuevamente se juntaban, y la razón de su unión era nada más y nada menos que Tomoe quien seguía sin dar presencia.

Comenzaban a preocuparse al no encontrar rastro del pequeño albino.

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