sentimiento divino

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El día siguiente de su primera cita el dragón verde llevó a la peliceleste a comer a otro puesto en el pueblo.

Bastaron tan sólo 24 horas para que la noticia que el dragón verde se había comprometido con un mitad elfo corriera por casi todo el continente, llegando a oídos que no lo habían tomado del todo bien.

Jae-ha miraba como Kaori comía encantada.

_ ¿Te alegra que compartamos el almuerzo? - interrogó Jae-Ha casualmente comiendo después de su plato.

Kaori Terminó su comida y respondió- ¡Mucho! gracias por invitarme de nuevo - agradeció con una dulce sonrisa y un pequeño sonrojo.

Jae-Ha También acabó sus alimentos y habló - ¿Qué te parece si a partir de ahora te invito a comer por lo menos una vez al día?- propuso con su típica voz seductora.

El sonrojo de Kaori aumentó visiblemente, nunca esperó tal proposición- ¿C-cómo? No no no... no podría aceptar eso - intentó negarse, haciendo un moin negando con la cabeza y las manos a la vez.

_ ¿Por qué? ¿Es que a caso no te gusta estar conmigo? - preguntó con un tono galante acortando el espacio entre ellos en la banca dónde se encontraban

Kaori se puso tan roja que el cabello de Yona se vería pálido a comparación- N-no es... eso... - inconscientemente se alejó unos centímetros del peliverde, quien entendió que era demasiado para ella y le dió un poco más de espacio.

_ Entonces ¿que pasa preciosa? - quiso saber, haciéndose una nota mental a la vez de ir un poco más despacio.

_ No me mal entiendas - explicó bajando la mirada - me encanta salir contigo, pero... no quiero ser una molestia- expresó un tanto apenada que Al dragón verde le pareció aún más atractiva, tenía que lograr acercarse a ella.

_ No eres una molestia en lo absoluto - habló en un tono suave mientras trató de acercarse de nuevo - Yo quiero salir contigo, te lo dije- aseguró colocando sus manos en las mejillas de la joven, provocando que lo viera a los ojos.

El sonrrojo de la joven continuaba, pero al ver esos bellos ojos morados tan profundos su corazón empezó a golpear su pecho.

_ ¿Que dices? ¿Aceptas? - volvió a preguntar casi en un susurro cosa que La peli celeste sólo pudo asentir con la cabeza, sonriendo de manera tímida.

A partir de ese día Jae-ha llevaba a comer a Kaori al pueblo, mientras más tiempo pasaba con él, la chica sentía cosas más fuertes por el dragón verde y aunque no podía decir que lo quería, en definitiva estaba segura de que le gustaba.

_ ¿A dónde iremos hoy? - preguntó emocionada Kaori a Jae-Ha.

_ Hoy no iremos a comer en algún puesto, te llevaré a otro sitio - respondió a medias, pues quería sorprender a la peli celeste y Antes de salir de Palacio, Jae-ha pasó por la cocina para recoger un encargo hecho por él.

Caminaron por un buen tramo, a Kaori le extrañó que pareciese que se alejaban del pueblo, pero al ver al peliverde tan tranquilo no le dió importancia, en la tribu del cielo mayormente hay zonas montañosas, no hay mar cerca y es difícil encontrar un lago, Aún así el ex-pirata sorprendió a la muchacha cuando llegaron a un bello campo de flores, el lugar estaba lleno de ellas, de tamaños y colores diferentes.

Jae-ha ya había visto todos los alrededores del palacio Hiryuu así que conocía muy bien esos lugares y que mejor que mostrarle a aquella joven.

Kaori estaba asombrada- Jae-ha...-musito- esto... es... ¡Increíble! - exclamó maravillada, quedando parada contemplando ese hermoso escenario.

Jae-ha la observaba con atención -Me alegra que te guste, hemos estado saliendo por la ciudad, pero pensé que hoy podríamos estar a solas- declaró avanzando por un lado de ella.

El peli verde sacó una manta lo suficientemente grande para caber ambos, y luego un mantel en dónde colocó diferentes alimentos y bebidas. Kaori caminaba a través de las flores, seguía fasinada con sus colores y deliciosos aromas, le hacía sentir como en casa.

_ ¿Te diviertes? -susurró en su cuello logrando que la joven se estremeciera.

Kaori dió un saltito de sorpresa y giró sobre sus talones, pero en un movimiento suave - Si... - dijo también susurrando, mientras lo veía a los ojos.

Jae-ha se acercó peligrosamente a su rostro, quedando a centímetros el uno del otro causando un terremoto de sentimientos en aquella joven Peredhil.

_ Para mí es todo un placer -aseguró provocando una vez más que las mejillas de la chica se tiñeran de rojo. La tomó de las manos y la acercó hacia su cuerpo, ella se dejó hacer, sentía mariposas en su estómago y su corazón parecía querer salir de su pecho.- Ven... vamos a comer - siseó directamente en su oído haciendo que a Kaori se le erize la piel con ese acto, sin embargo no lo apartó, cada vez le tenía más confianza, así que en lugar de ponerse nerviosa, deseaba un acercamiento con él, cada vez su corazón pedía más de aquel galante dragón.

Juntos comieron los exquisitos manjares preparados para ellos, hablaron de cosas variadas y de vez en vez el peliverde acortaba la distancia para recordarle lo hermosa que era a comparación de las flores en ese campo.

_ Creo que deberíamos volver - susurró la joven viendo que ya caía el atardecer. A Jae-ha no le hubiese importado compartir la noche en ese lugar con ella, pero con su petición supo que aún no era tiempo.

_ Muy bien - se levantó de su lugar y juntos levantaron todo, para no dejar rastro de su cita - Regresaron lentamente al Palacio, sin embargo el dragón verde ya no tomó a Kaori de la mano, más bien directamente colocó su mano en la cintura de la chica acercándola a él, Kaori no protestó, se sentía avergonzada, pero a la vez le gustaba la cercanía con el peliverde.

Era un sentimiento que ya no podía controlar...

Continuará...

Bajo Un Mismo Desperfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora