Bajo Un Mismo Desperfecto

peligro eminente

Al día siguiente de este incidente, la joven peredhil se encontraba hablando con el peli verde quien le explicaba que no podía salir con ella hasta el medio día.

_ entiendo...-bajó la cabeza desanimada- entonces ya veré que hago.

El peli verde llevó su mano a su cabeza con una sonrisa a modo de disculpa para irse de ahí a cumplir sus deberes.

Kaori suspiró pesadamente, el día hiba a ser muy larga sin él. Hizo lo que pudo, pues caminaba por las flores del jardín, inclusive su puso a contar cuantas habían para matar el tiempo, pero su aburrimiento no se iba. Miró hacia afuera del Palacio, dudó unos segundos ya que sería la primera vez que saldría sola pero...¿que de malo podría pasar? Todos ya la conocían como la prometida del dragón verde, así que con confianza se animó a salir para dar una vuelta por el pueblo, después de todo no se alejaría mucho.

Kaori caminaba con una sonrisa por los alrededores hasta que escucho unas risas burlonas detrás de ella, al girarse se topó con una mujer de pueblo, que la miraba de arriba a abajo.

_ pero miren a quien tenemos aquí -le dijo una hermosa mujer de casi la misma edad que Jae-Ha, cabello marrón. - ¿y Jae-Ha?, ¿no me digas que ya lo aburriste?.

_ ¿Qué dices? -levantó una ceja ante la ofensa- ¿tu quien eres?.

La castaña sonrió con malicia, estaba esperando con ansias que diga esa pregunta- una de las preferidas de Jae-Ha -deslizó con malicia.

_ ¿Qué quieres decir? -pregunto confundida.

_ ¿acaso no lo sabes? - cruzo sus brazos por debajo de sus pechos, haciéndola sentir inferior- él se va a aburrir de ti niña.

Kaori fruncio el ceño- ¡Te equivocas!, ¡me ama!. - gritó lo primero que se le vino a la mente.

-sonrió burlesca- ¿te ama?, Vamos niña, creí que eras más lista que eso, ¿acaso te lo ha dicho? -se acercó intimidando a la peli celeste mas no retrocedió ni un paso- lo único interesante que tienes es esto -sujeta sus orejas fuertemente, haciendo que un quejido de dolor salga de los labios de la Peredhil.- ¡Mírate!, ¿¡Crees que se impresionó!?

_ ¡Sue-...! -su frase murió en cuanto la soltó. Su punto débil eran sus orejas, era su parte más sensible.

_ además tu no tienes lo que él busca- sonrió más aún al ver como los ojos de la joven se llenaban de lágrimas.

_ eso, llora, eso es lo que las niñas hacen -deslizó con burla- No estas a su altura, él busca mujeres que sepan consentirlo en la cama. -su mirada se clavó en aquella niña.

Kaori abrió la boca espantada por todo lo que le había dicho...eso quería decir que él y ella... y sin poder soportarlo más empujó a la otra mujer para salir corriendo para que nadie vea como lloraba por todo lo que le habían dicho.

La castaña vio satisfecha como había logrado lo que quería- tu merecido, eso te pasa por poner tus ojos en donde no debías...

Mientras eso ocurría en el Palacio de Kai, Satum buscaba a su hijo.

_ ¡Alan!, ¿¡Dónde estas!?

_ el joven Príncipe regresó a Kouka señor -habló Amelí inclinandose en un respetuoso saludo.

_ ¿¡Otra vez!? -se alarmó- cuántas veces le tengo que decir que tome las cosas con calma -se lamentó el Rey, se asomó a la ventana, y el aire suave lo llevaron en un penoso recuerdo, haciendo que lo invada un profundo silencio, alzó la mirada al cielo- Sara...jamás imaginé volver a creer en leyendas después de tu partida...-se lamentó antes de meterse al Palacio.

Por otro lado la joven peredhil lloraba en silencio, no le afectaba el echo de lo que Jae-Ha pudo o no tener con esa mujer, lo que le dolía más que a nada era que ella tenía razón, él no la amaba... era ella la egoísta que se aferraba a la ilusión de poder enamorarlo.

_ Jamás imaginé tener frente a mi a un leyenda como son los elfos - se escuchó una profunda voz quien alertó a la joven.- ¿cuanto me darán por tus orejas? -sonrió de medio lado un hombre de porte peligroso con una cicatriz en su ojo derecho y no solo eso, detrás de él había uno más.

Había estado tan metida en sus pensamientos que no se había percatado que no estaba sola. Así es, pues la habían estado siguiendo desde que salió del Palacio.

_ tu vienes con nosotros, Bonita -río su cómplice.- así podemos jugar a la princesa en problemas y el príncipe salvador, ¿no te parece?.

La joven retrocedió hasta que su espalda chocó con alguien más, y entró en pánico cuando taparon su boca con un pañuelo para dormirla pero ella aprovechó para morder su mano con rudeza, haciendo que la suelte y en su intento de huir sacaron una espada quien en un movimiento en falso logró dañar su mejilla derecha,aprovechando su debilidad le dieron un buen golpe en el estómago que le sacó el aire haciendo que caiga al suelo de rodillas sintiendo como la sangre viajaba por su mejilla lastimada.

_ ¡Duermela ya!, ¡No puedo creer que ella te cause tantos problemas! -gritó uno de los bandidos con la cicatriz. Quien parecía el líder.

Y antes de que siquiera puedan acercarse a la joven que debido al dolor estaba aturdida, una grave voz se escucho.

_ ¡Quiten sus sucias manos de Mi mujer!, ¡Ahora! -gritó con enojo- ustedes no tienen derecho de tocarla.

Mientras en el Palacio de Kouka Jae-Ha buscaba a la joven peredhil.

_ ¿Has visto a Kaori? -preguntó Jae-Ha a Sofía que pasaba por ahí.

_ Si Señor, la Señora salió del Palacio.

_ ¿¡Sola!? -se alarmó de sobre manera.

_ si señ- su oración murió al verlo saltar por los cielos.

Sin imaginar en el peligro que estaba ocurriendo.

_ ¿Y tu quien eres? -preguntó uno de los bandidos con burla al verlo indefenso más el joven no se inmutó, dirigiendo esa mirada feroz que helaba la sangre.

Eso ocasionó que el líder lo mirase en silencio, como tratando de recordar su rostro.

_ ¡No le hagas caso! -Habló su cómplice pero cuando se disponían a cargar a la joven que estaba aun aturdida, una daga atravesó su mano haciendo que gritara de dolor.

_ No la toques -fruncio el ceño con enojo- Si te atreves a lastimarla pagarás las consecuencias.

Kaori que estaba adolorida, levantó un poco la vista. Estar lejos de Kai la debilitaba- A-Alan...-susurro antes de caer inconsciente.

Los bandidos se miraron entre si con enojo, dirigieron su mirar al que había irrumpido sus planes.

_ eres hombre muerto - soltó el líder al momento de chasquear sus dedos, haciendo que salgan más bandidos, dispuestos a matar al joven quien se defendió sólo con las manos, mientras les daba una paliza.

El líder observaba cada movimiento del joven por fin había podido reconocerlo, apretó los dientes enojado hasta que no tuvo de otra.

_ ¡retirada! - ordenó para irse de ahí inmediatamente, no sin antes observar una última vez hacia la joven inconsciente- algún día será de mi propiedad - soltó arrogante antes de irse.

Alan le dedicó una mirada gélida, y al ver que habían huido, se acercó a la joven inconsiente para tomarla en brazos, esta era su oportunidad para irse con la mujer que amaba pero fue interrumpido por una molesta voz a su parecer.

_ ¡Kaori!.

Continuará...