Bajo Un Mismo Desperfecto

El inicio del fin

Kaori se arregló para salir dejando que la chica de la limpieza realizara su trabajo, Sofía no la miró a la cara en ningún momento, A pesar de que todos sabían de su supuesto compromiso con Jae-ha, no hacía menos bochornoso lo ocurrido.

Ella no quería que las personas pensaran mal, la peli celeste continúo su recorrido hasta llegar a los jardines del Palacio, la joven Peredhil esperaba dar una vuelta en los alrededores, hasta que se topó con alguien.

Kaori subió la vista, que hasta ahora se encontraba pegada al piso, encontrándose con la persona que no quería ver en ese momento...

_ Kaori - la nombró Jae-Ha sorprendido- iba camino a buscarte- admitió en voz baja.

A la mujer se le subió el color al rostro y lo apartó de inmediato ¿Que pensaría él de ella ahora? quizás que era una chica fácil, dispuesta a entregarse sin ningún remordimiento, ese pensamiento la atormentaba en sobremanera, se sentía muy mal consigo misma.

Ella no emitió palabra, lo que asustaba al peliverde, pues el creía que ella estaba indignada con él por lo que le hizo en la habitación esa mañana, el dragón verde había pasado el rato pensando formas para disculparse, en realidad no era su intención actuar así, no se explicaba a si mismo como no fue capaz de contenerse.

_ Kaori...linda, escucha por favor - le llamó al notar su intención de huir, ella se quedó quieta pero no lo miró.

_ Lo lamento mucho... - finalmente dijo después de unos segundos en silencio- no quise... no era mi intención... lo que ocurrió... - no lograba formular una frase, pero si logro que ella lo mirase a la cara.

Kaori estaba desconcertada, no esperaba que él se disculpara, ella era la que sentía que había hecho mal al concentir tales acciones.

Jae-ha tomó aire y volvió a intentarlo - Lo siento - dijo directamente- mi comportamiento en tu habitación, fue algo inaceptable- su semblante se tornó serio- déjame compensarlo- finalizó extendiendo su mano que hasta el momento tenía detrás de su espalda, ofreciéndole una bella flor.

Kaori abrió sus ojos con sorpresa, sus mejillas se tiñeron de rojo, y con una sonrisa aceptó el regalo- Gracias... Jae-ha... - acercó la delicada flor a su nariz y aspiro su dulce aroma. Le encantaban las flores, los árboles...le hacían recordar a su hogar y él lo sabía.- también yo lo siento... - dijo apenada- no debí permitirlo en primer lugar... espero que... no pienses... que soy una...- fue interrumpida antes de acabar su frase.

_ De ninguna manera - habló severo, no le agradó para nada lo que estuvo a punto de decir- tú eres una dama y nada podrá alejar el como te veo- replicó pero ya con el seño suavizado y con su típico tono galante- ¿que tal si pasamos el resto del día juntos y olvidamos lo ocurrido? - propuso ofreciendo su brazo a la joven.

La peliceleste aceptó gustosa y salieron de Palacio para disfrutar de lo que quedaba de la tarde.

A Jae-ha no le pareció buena idea llevarla a un lugar apartado, así que fueron a la ciudad para comer algo, de ahí la llevó a recorrer los hermosos jardines del Palacio, hasta el anochecer, contemplando el improvisado lago, rodeado de arbustos de flores, el peli verde se atrevió a abrazarla por los hombros y para su sorpresa ella no lo apartó, lo cual lo hizo sonreír, eso significaba que no lo rechazaría después de lo sucedido.

_ Gracias... - casi susurró - fue un bello día - mencionó recargándose un poco en el pecho del mayor con algo más de confianza.

_ Gracias a ti por acompañarme - dijo acercando su rostro lentamente a la de ella.

_ Creo que es mejor ir a descansar - habló mientras se daba la vuelta, encontrándose con el rostro del joven muy de cerca.

_ Concuerdo contigo - aceptó y retiró un mechón de cabello de la frente de ella, su tacto la hizo estremecer, pero para que no lo notara comenzó a caminar para su habitación, al estar fuera de ella se despidieron.

_ Hasta mañana Jae-ha - se despidió dulcemente.

_ Que tengas buena noche linda - dijo, con la incertidumbre de si volver a besar su mejilla o no, finalmente al ver la espectativa en los ojos de la chica, se acercó y rápidamente situó sus labios muy cerca de los de Kaori en un ágil movimiento, dejandola una vez más anonadada.

Jae-ha se fue, mientras Kaori pensaba en lo estrecha que se había vuelto su relación ese día, a pesar de todo tal vez sus sentimientos no eran incorrectos y el pueda amarla, como ella a él.

Su pensar fue interrumpido por unos ruidos, se extrañó un poco por lo que se acercó a su ventana mirando los oscuros pasajes.

_ Qué extraño...-susurró cerrando su habitación, se sentó en la cama cepillando su cabello en silencio, pensando en cómo su vida había cambiado desde que conoció al príncipe de Kai.

_ tal vez...no fue tan malo - deslizó risueña, puesto sin la "ayuda" de Alan, ella no hubiese conocido a su amado dragón verde. Ya no podía negarlo...lo amaba.

_ Jae-Ha...- suspiró su nombre- ¿me amarás como yo a ti?...Hay mamá...-llevo sus manos a su pecho- espero me ayudes...

Era una joven enamorada, que ya no podía detener sus emociones, cada vez se le hacía más difícil controlar sus fuertes palpitaciones cuando él estaba cerca, peor cuando la tocaba su acelerada respiración lograban delatarla.

Y mientras ella soñaba con su amor, en unos pasajes oscuros sus problemas dieron inicio.

La presencia de un ser poco común como lo era ella llamó la atención de varias personas del mal vivir, pero había uno en especial que era considerado una verdadera amenaza
Que se encargaría de darle un buen uso a ese impresionante espectáculo.

_ No cabe duda que es una hermosa elfa...-la voz de un hombre rezono- y yo que pensé que era un simple cuento de hadas, no cabe duda que la reina Yona tiene el respaldo de los dioses -se escuchó una carcajada, haciendo que aquel misterioso hombre se levante de su asiento para irse, dejando así al descubierto un pergamino que decía: "objetivo encontrado"

_ Satum...tengo lo que querías...

Continuará...