Bajo Un Mismo Desperfecto

pasión desenfrenada

Al día siguiente de esa hermoso día, Kaori se despertó tarde, lo que ocurrió en su cita anterior fue inesperado, pero después de analizarlo hasta altas horas de la noche, se sincero con ella misma, se había enamorado irremediablemente de Jae-ha.

Sin embargo no estaba lista para hablar de ello, más aún sabiendo que lo suyo era fingido, un plan para ayudarla de escapar de lo que el Príncipe de Kai le estaba imponiendo en contra de su voluntad, sólo para guardar las apariencias de su supuesto compromiso.

¿Sería mejor que escondiera sus sentimientos? Si, eso era lo mejor, no quería incomodarlo, ni que lo que tenían aunque no sea verdadero se acabara, con eso en mente se levantó de la cama y fue a ducharse.

Por otro lado el dragón verde esperaba a Kaori en la entrada del Palacio como cada vez que salían, sin embargo ya era bastante tarde y la chica no aparecía, ¿Se habrá pasado la última vez?, ¿Y si la asustó? Eso era lo último que quería, pues todos sus esfuerzos por cortejarla se irían por la borda Y lo peor es que debía empezar de nuevo y con una chica desconfiada, Jae-ha suspiró, realmente esperaba que ese no fuera el caso, con el fin de descubrir el motivo del retraso de la peliceleste regresó al Palacio y se encaminó a la habitación de su "prometida".

Kaori terminó su baño aún inconsciente de la hora y su retraso, en su cabeza sólo giraban sus ideas, colocó en su cuerpo una bata para cubrirse y salió del baño en dirección a su cama mientras tanto Jae-ha llegó a los aposentos de la joven y golpeó la puerta un par de veces llamándola.

_ ¿Kaori? ¿Estás ahí linda? - toca de nuevo - ¿Puedo entrar? - guardo silencio por unos segundos esperando una respuesta, pero al no obtenerla se decidió a entrar.

La joven se sentó en la cama dispuesta a retirar la suave prenda para comenzar a colocarse su ropa al momento de bajarla por sus hombros dejando al descubierto sus omóplatos y el nacimiento de sus pechos, la puerta se abrió completamente dejando ver al peliverde.

Kaori se sonrojó furiosamente mucho más de lo que hasta ahora creía posible y sólo atinó a medio cubrirse, ya que por los nervios no pudo subir la prenda por sus hombros nuevamente, por su parte Jae-ha también se sonrojó, pues no esperaba encontrarla de esa manera y por un momento tuvo la incertidumbre de salir rápidamente o quedarse en la habitación. Finalmente después de unos segundos se giró pero no salió del lugar, sólo cerró lentamente la puerta.

_ L-Lo siento mucho...no llegabas y ... creía que estabas molesta... - explicó su repentina intromisión.

Kaori no sabía cómo reaccionar ¿Por qué no salió después de verla en esa situación?, ¿Ha dicho que está molesta?, ¿Con él? ¿Por qué creería eso?, ¿Fue algo que dijo? Repentinamente el hecho de estar casi desnuda frente al dragón verde pasó a segundo plano.

_ ¿Por qué lo estaría? - preguntó preocupada de que él creyera que no quería estar con él.

Jae-ha se fue acercando con la mirada desviada - Bueno, como no aparecías pensé que quizás... - no terminó su frase pues fue interrumpido.

_ ¡No estoy enfadada! - se exaltó - e-es... sólo que... me retrasé un poco...- dijo hablando cada vez más bajo atrayendo la atención del joven.

Jae-ha la miró directamente, de una forma más descarada está vez, aprovechando que ella veía al suelo se acercó más a la chica y con su dedo índice subió su barbilla para que lo viera de frente.

_ Me alegra haberme equivocado... - cerró por completo la distancia entre ellos dando un beso suave a sus labios directamente, Kaori abrió los ojos sorprendida y después de unos segundos los cerró poco a poco tratando de seguir el beso que se volvía demandante.

Jae-ha no quería esperar más, nunca había tenido que esperar tanto tiempo para conseguir lo que quería así que tomó a la peli celeste y la recostó en la cama sin romper el beso, sujetó sus muñecas a los lados de su cabeza y puso su cuerpo sobre el suyo incapasitandole el poder moverse con libertad.

_ Jae-ha - susurró apenas cuando separó sus labios por falta de aire.

Jae-ha no dijo nada tan sólo la contempló en silencio, tan bella, mas al ver sus ojos que lo miraban avergonzados su corazón se estremeció ligeramente sorprendiendolo en el acto y justo en ese instante alguien llamó a la puerta.

_ Señora ¿Ya puedo entrar? - preguntó una de las empleadas que tenía más afinidad con la joven. Sofía era su nombre, antes de abrir la puerta.

Al escucharla Jae-ha de un salto se quitó de encima de la peliazul, sudoroso y con la respiración entrecortada, Kaori estaba pasmada en la misma posición ¿Que estuvo a punto de hacer? Al no recibir respuesta, la muchacha entró pensando que la habitación estaba vacía.

_ ¡Oh!, ¡Lo lamento! -Sofía estaba sonrrojada- ¡No sabía que estaba aquí Señor!- se apresuró a la entrada muy nerviosa por haber presenciado tal escena.

_ ¡No! - exclamó Jae-Ha deteniendo a la joven- quiero decir... yo... ya me iba... - tartamudeo algo avergonzado - te... te veré... más tarde... - balbuceo y salió a toda prisa.

Kaori se enderezó y colocó bien su ropa- Lo siento... en un momento termino - mustio aunque fue escuchada por la chica quien asintió y se marchó cerrando la puerta tras de sí.

Kaori se tapó la cara con ambas manos, sabía que lo que había echo estaba mal pero su corazón no paraba de latir rápidamente.

Aún podía sentir sus labios sobre los suyos, su primer beso había sido el mejor de todos.

_ Jae-Ha...-susurró su nombre e instintivamente en sus labios se formó una sonrisa risueña que desapareció enseguida.- ¿esta mal enamorarme de ti...?, ¿esta mal imaginar un futuro juntos?...me corresponderías como quiero - susurró vistiéndose, tenía esa duda carcomiendo su Alma.

Sabia que estaba entrando a terreno peligroso, enamorarse para un elfo no era un juego.

Esta historia continuará.