Bajo Un Mismo Desperfecto

lo nuestro se acabó

Camino unos cuantos minutos hasta salir del Castillo, respiro hondo hasta que fue asaltado por el recuerdo de la sonrisa inocente de Kaori haciendo que pierda el control golpeando una pared adjunta a él, dibujando su puño en el con los ojos cerrados, los fue abriendo dejando ver en sus ojos la furia que alverbaga su corazón.

Cuando se tranquilizó camino de regreso sin dirigir la mirada a sus amigos, entrando a la habitación de la joven que descansaba en su cama, se acercó titubeante hasta que se sentó a su lado acariciando los cabellos celestes de aquella joven.

_ lo siento...-se escapó de su boca, era culpa suya que ella haya acabado de esa manera.

Al verla de esa forma se preguntaba ¿cómo fue que terminó así? Como fue que con una sola sonrisa él caía a sus pies, Por más que quería decir más no salían las palabras, creía que en cualquier momento terminaría por tal vez llorando pidiendo perdón.

Se reprochaba así mismo por no medir sus actos, él la arrojó en bandeja de plata a las distintas miradas de las personas, ni siquiera fue capaz de protegerla, es más ella lo protegió a él, los ojos del mayor se llenaron de lágrimas, ni siquiera tuvo el valor de decirle las palabras que ella más anhelaba escuchar, ¿cómo le diría que en su propio juego terminó siendo él el perdedor?.

Jae-Ha acarició los cabellos de la joven que aún no recobraba el conocimiento, a su lado sentía que podía hacer cualquier cosa, ella le daba esa seguridad de ser quien verdaderamente es, ya no podía callar lo que su corazón gritaba.

_ sería demasiado tarde...¿decirte que lograste atrapar a este pirata? -cerró los ojos con fuerza- te amo Kaori...-soltó sin miedos, jamás imaginó sentirse de la manera en que se sentía ahora, atraído por su dulce aroma, apenas y podía con él deseo que surgía en él.

¿a quien engañaba? Ella lograba que él hiciera cosas impropias de él, como el día de ayer que terminó dormido en sus brazos y eso que él no era de dormirse en los brazos de una mujer pero la suavidad de su piel lo invitó a ceder.

Pero justo en ese momento la puerta se abrió de manera abrupta donde entraba Alan enojado seguido detrás por Yona, Hak y los dragones.

_ Espero que estés satisfecho. -soltó Alan- sabía que algún día esto podría pasar.

_ No es el momento de echar culpas ahora...

_ No, pero si es el momento de que te des cuenta de una maldita vez que eres un peligro para Kaori. Te lo dije antes no me hiciste caso...mira lo que pasó por tu imprudencia.

_ Yo no hice nada

_ tu la expusiste abiertamente, mostrando a todo el mundo que ella era una elfa, ¿sabes lo que eso significa? Vendrán por ella un sin fin de veces hasta quedar confinada en este maldito lugar presa de las amenazas. ¡si no fuera por ella el que estaría ahora postrado en una cama serías tu!.

Hak apretó ligeramente los puños, ese príncipe era realmente astuto, sabía exactamente que decir para anular a Jae-Ha. Yona hiba defender a su amigo pero la mano de Hak la retuvo.

_ ¡Pero Hak...!

_ No intervergas...-simplifico serio.

Al escucharlo se sentía impotente, inferior a él. Odiaba admitirlo pero si no fuera por él hubiese perdido a Kaori hace mucho tiempo. Él tenía todo para que ella este a salvo.

_ ¿Lo ves ahora? Los elfos deben estar en su hábitat, lejos de la codicia de los humanos.

Jae-Ha se quedo en silencio.

_ ¿Qué vas a hacer ahora?, ¿seguirás con tu maldito orgullo o por fin mostraras algo de cordura?

El Ryokuryuu observó a la joven que aún estaba inconsciente, apretó los puños fuertemente- esta bien...llévatela...

_ ¿¡Qué!? -saltó Yona- ¡Jae-Ha no lo hagas!.

_ es lo mejor para ella...Yo no puedo ofrecerla nada, por mi imprudencia ella terminó de esa manera.

_ al fin muestras algo de cordura -ironizó al momento de acercarse a la joven para tomarla en brazos quien justamente empezó a despertar.

_ ¿Alan...?...Que...¿Qué...paso? -preguntó aun algo aturdida pero al notar que Alan la llevaba en brazos y ver la expresión de tristeza de su amado se preocupó- ¿Qué esta pasando?...

_ Lo siento...pero debes irte con él -respondió Jae-Ha.

_ ¿¡Qué!? -se exalto soltando un quejido de dolor- ¿Qué estas diciendo?, ¿Porque?.

_ fui muy ingenuo...te expuse al peligro sin medir las consecuencias, ahora tu vida aquí en Kouka corre un gran peligro, debes regresar a Kai donde estas a salvo.

_ ¡No Quiero!, ¡Quiero quedarme! -sollozo la joven que se negaba a irse.

_ Mirame Kaori...-pidió viendo como la joven lloraba en silencio, mientras él intentaba hacer todo lo que puede para no desmoronarse- Ni siquiera fui capaz de protegerte...

_ No fue tu culpa -desesperadamente intentaba hacerle entrar en razón- ¡debo quedarme contigo!, ¡soy tu prometida!.

Jae-Ha toma sus manos con una sonrisa afligida- No linda...Ya no lo serás, por que el compromiso se rompe aquí mismo -soltó de golpe ante la mirada atónita de la peli celeste y de los demás.

_ ¿por qué...lo haces? -sollozo.

_ por tu bien...-se alejó de ella, no se Creía capaz de cuidarla.

Alan no dijo nada dándose la vuelta con la joven en brazos para irse.

_ ¡No!, ¡No quiero irme! -pedía soportando el dolor de su tobillo lastimado- ¡te prometo que haré lo que sea!, ¡No tendrás que protegerme!, ¡Me cuidaré sola!...¡Jae-Ha! -fue lo último que se escucho, ya que se había ido.

Jae-Ha cubrió su rostro con su manos derecha para que no vean como una lágrima rebelde bajaba por sus mejillas al dejar ir a la mujer que tanto amaba.