Destino o Decisión.

CAPÍTULO 8. FE Y ESPERANZA.

Decidir afrontar tal responsabilidad nunca fue tan difícil. Sin embargo, 78 me ayudó a aceptar mi destino, fue una cálida recepción, como si yo realmente fuera el dueño de toda esa mansión. Después de cenar, me guió hasta la antigua habitación de Harry, diciendo que allí dormiría de ahora en adelante.

- Te veo mañana Drake, prepara mente y espíritu para entrenar. - Se despidió de mí, despareciendo nuevamente (nunca entendí cual era la manía de hacerlo).

Me acosté en aquella gran cama matrimonial, mirando las estrellas a través del atrapa luz de la habitación. Realmente sentía como el poder fluía dentro de mi ser, era interesante.

Extendí mi mano frente a mí, mirándola fijamente. Intenté invocar aquella luz en mi mano, al concentrarme logré realizar tal acción. Comenzó a brillar intensamente en una fuerte luz dorada. Giré mi palma hacia mi rostro, para luego juntar mi dedo medio con el pulgar y solté un chasquido, esto causó que aquella luz se convirtiera en una onda expansiva que atravesó la habitación. Por alguna razón, todo a mi alrededor comenzó a brillar, me sentí energizado.

Sin embargo, bajé mi mano y cerré mis ojos para intentar dormir.

- Es un espécimen perfecto. Por un momento pensé que sería un completo desperdicio. - Escuché esa voz momentáneamente mientras dormía. Me desperté de golpe a mirar a mi alrededor, pero no había nada en la habitación, ni aún escuchaba voces fuera de ella, tal vez había sido un simple sueño y ya. Al acomodarme nuevamente en la cama, intenté dormir nuevamente.

No obstante, inmensos pensamientos resonaban en mi cabeza, tenía ansiedad acerca de los próximos días. Me preocupaba Natasha, Michael, incluso mis padres, ¿Qué pensarían acerca de mi desaparición? ¿Podré volver a verlos? Lágrimas salieron de mis ojos, ya los extrañaba. Extrañaba mi vida y aún no había pasado un día, pero no iba a cambiar mi decisión así de fácil. Tenía que ser fuerte, tenía que pelear, tenía que ser determinado, esos pensamientos fueron los que me ayudaron a dormir.

- ¿Y qué haremos con él?

- Esperaremos a que esté listo. Mientras tanto, sigamos el plan.

Desperté por segunda vez, ¿Qué estaba pasando? ¿Era esto una alerta? Esas voces en mi cabeza no me dejaron dormir. Lo intenté por tercera y última vez, hasta que finalmente logré conciliar sueño, ya no habían voces de ningún tipo, solo el sonar de distintos insectos y animales alrededor de la mansión, después de todo, estaba aislada en una llanura.

Mis sueños eran completamente diferentes, realmente fueron pescadillas. Pude ver como todo en mi ciudad se caía a pedazos, gritos y llantos resonantes en cada esquina, un cielo grisáceo y entidades demoníacas atacando a cada ser viviente presente en dicha ciudad. Observé como mi madre corría de aquellas entidades. Así mismo a Michael intentando salvar a Paulo, a Federico; al parecer fueron atacados en pleno ensayo. Todo cambió cuando pude verme a mí, protegiendo a Natasha, estaba herido, sangrando, aún de pie. El jefe de aquellas entidades se abalanzó contra mí.

- ¡DRAKE! - Fue lo último que escuché.

Desperté de golpe, asustado, con lágrimas corriendo por mi rostro y mi corazón latiendo como si un mañana no existiera. La fuerte luz del sol pegaba en mi cara, ya había amanecido (realmente no tenía una mínima idea de la hora). Estaba muy
preocupado, no tenía idea de qué clase de sueño era ese, ¿Acaso era una visión?

Me levanté de la cama para tronar mis huesos con la intención de relajarme. Realmente habría dormido como un rey, si no hubiera sido por tantas interrupciones y aquél extraño sueño. Sin contar el hecho de que me dormí con ropa "de salir", incluso cargaba puesta mi bandana, que a pesar de que nunca me la quito, para dormir me resulta incómoda.