Peligrosa Obsesión (Adaptada) │ SHIRBERT

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No puedo creer todo lo que han subido las visitas, agradezco más aún a las que dejan su estrellita y comentan... AMO SUS COMENTARIOS!!!! son las mejores♥ 

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Ella cayó rendida sobre mí. Escondió su rostro en mi cuello y con sus manos calmo las marcas que sus uñas habían dejado sobre mi pecho.

—Ya no puedo más Gilbert —dijo agitada —Esto es demasiado, bebé. Llevamos tres horas sin parar...

—Tú tienes la culpa. No puedo resistirme a tus encantos  —dije con voz ronca y acaricie su espalda.

Su cuerpo aún estaba unido al mío. Levantó la cabeza y me besó dulcemente. Otra vez mi cuerpo se tensó y ella me sintió entre sus piernas.

—Gilbert, ¿otra vez? —preguntó alejándose de mi boca. Apreté los dientes.

Moví un poco mis caderas y ella jadeó levemente.

Cerró los ojos cuando la tomé de las caderas y la ayudé a moverse sobre mí de manera lenta.

—Solo hemos hecho la mitad —susurré.

Su respiración se agitó y sus manos se apoyaron, otra vez, sobre mi pecho. Me senté y la abracé contra mí. Sus latidos se apoyaron suaves en los míos. Sus piernas rodearon mi cuerpo. Y su mano bajó caliente por mi espalda.

—Ahora comprendo por qué todas te quieren y desean, Gilbert —me dijo al oído. La abracé más contra mí.

—Pero yo no quiero, ni deseo a otra que no seas tú. Nunca más —le dije.

—Te amo —susurró.

Me alejé un poco de ella para mirarla a la cara. Sus hermosos ojos azules estaban húmedos. Sus mejillas enrojecidas.

Con un simple movimiento giré y la atrapé bajo mi cuerpo. Gimió y susurró mi nombre. Busqué sus manos con las mías y las entrelacé para llevarlas sobre su cabeza.

Comencé a moverme dentro de ella de manera lenta y profunda. Sus ojos se veían cada vez más cristalinos. Ella quería llorar. Entonces bajé mi cabeza hasta su rostro y suavemente acaricié sus labios.

—Yo te amo más Anne y te voy amar siempre, pase lo que pase. —le dije.

Ella soltó un sollozo y soltó mis manos para abrazarme y pegar su boca a la mía. Me moví más rápido al sentirme desesperado. Y más rápido de lo que deseé ambos llegamos a un nuevo clímax, compartiendo algo mucho más profundo que el éxtasis.

Me dejé caer sobre ella y su pequeño cuerpo me abrazó con fuerza. Me alejé para mirarla a la cara y varias lágrimas caían por sus mejillas. Las quité con mis labios.

—No llores,  mi amor ¿Por qué lloras? —le pregunté preocupado. Ella sonrió y acarició mi rostro.

—Porque siempre soñé con que alguien me amara de la forma en la tu lo haces —dijo y alzó su cabeza para besarme suavemente.

Salí de ella y giré sobre la cama para quedar boca arriba. Tomé a Anne y la coloqué sobre mi pecho. Nuestras respiraciones aun eran agitadas, pero no era solo por el esfuerzo de haberlo hecho una vez más, no. Era por la emoción de saber que me ama y yo a ella.

Sonreí tontamente y besé la cabeza de mi chica. ¿pueden creerlo? mi chica... ¿Qué hice tan bien para merecerla? 

Anne besó mi pecho y luego me miró a los ojos.

—Eres tan hermosa —le dije. Ella sonrió.

— ¿Te das cuenta de lo que me has hecho? —le pregunté. Ella negó con la cabeza —Te amo y es lo más hermoso que me pasó en la vida.