Peligrosa Obsesión (Adaptada) │ SHIRBERT

Extra 3

*

Anne

—Mi amor suelta el teléfono por favor—me dijo desde el asiento conductor sin quitar su vista del camino.

—Solo quiero asegurarme de tenerlo encendido en caso de que Marilla o mi madre nos llamen—Le respondí bloqueando y desbloqueando el aparato móvil como por decima vez.

Era la primera vez que me alejaba de mis dos bebés y si bien es cierto solo habían pasado unos veinte minutos desde que dejamos a los mellizos en casa de Marilla y Jhon. El tenerlos lejos de mi, se estaba volviendo poco soportable.  

—Mamá va a cuidar bien de ambos, además Emily y Jackson ya tienen un año Anne—Me dijo un Gilbert medio molesto. 

—Gilbert, no es que no confíe en que tu madre y Jhon los cuiden bien. De hecho Hope ama estar con ellos, y los cuida como una tía sobreprotectora.... Sólo es difícil estar lejos de ellos para mi, por favor entiéndeme—Le dije buscando su mirada y tocando su brazo. 

—No te resultó difícil dejar a Sophie y los chicos en casa de tus padres—me respondió con el mismo tono. 

—Porque ellos son grandes mi amor, pueden cuidar de sí mismos — Le dije obvia —Además, ya se han quedado miles de veces con mamá y papá.

Gilbert guardo silencio, seguía un poco serio, y era obvio que estaba molesto conmigo... casi tuvo que obligarme a subir al auto y hace semanas notaba que quería contarme algo pero yo estaba muy cansada para escucharlo o prestarle atención. 

Últimamente mi mundo giraba en torno a Emily y Jackson, nuestros mellizos se habían convertido en el trabajo más difícil de todo nuestro matrimonio, y en cualquier momento creí que Gilbert saldría corriendo cuando empezaba a llorar a las tres de la madrugada como una loca al no sentirme capas de poder con nuestros cinco hijos. 

No fue así... Gilbert estuvo ahí cuando Thomas se torció el tobillo jugando futbol, y buscó que le pusieran el yeso más "extraordinario" de todo el hospital a su campeón... Gilbert estuvo ahí cuando Sophie lloraba inexplicablemente en la noche creyendo que habían monstruos en su habitación... Gilbert estuvo ahí en cada concurso de deletreo que Chris ganaba sin pedirnos ayuda en ningún momento diciéndole que sería el próximo Einstein. E indudablemente estuvo ahí cuando mis brazos no daban más para cargar a nuestros pequeños Emily y Jackson. 

Entonces lo miré por un largo rato, note que bajo sus hermosos ojos habían unas ojeras enormes... y que al igual que yo. Estaba cansado. 

— Gilbert perdóname —Le dije de pronto.

—¿Quieres que nos devolvamos? —fue lo único que salió de su boca.

—Yo no...

—Pues no lo haremos. Me lo prometiste Anne... es nuestro aniversario. Te estoy pidiendo solo por una noche que dejes de pensar en que algo malo le pasará a los chicos y pienses en mi... te extraño maldita sea—Me dijo con frustración en la voz. 

Me quedé muda durante unos segundos, agarre mi celular y lo apague para luego tirarlo en alguna parte del asiento trasero. 

—Para el auto —le dije con autoridad. 

Gilbert me miró extrañado.

—Anne que..

—Gilbert Blythe para el maldito auto—Lo interrumpí.

Gilbert suspiró con cansancio y se estaciono a un lado de la carretera. Me miró esperando que le dijera algo y yo me le lance encima quedando a horcajadas para besarlo como no lo había hecho en mucho tiempo.