Capitulo 1: Compañero de banca.

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Nota: todas las palabras que aparezcan con este tipo de letra será dicho en lenguaje de señas. Si se presenta así: "amor", será dicho por medio de una nota.

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🌾Shikamaru🌾

El día comenzó como todos los demás, sin demasiado ruido y con mucho sueño.
Hoy era lunes y, para mí desgracia, sería mi primer día de clases en este nuevo año que comenzó hace poco.

Bajé por las escaleras hasta la cocina, mi uniforme de la preparatoria colocado de manera improlija en mi cuerpo y la mochila en mi hombro indicaban que ya estaba listo para salir.
Saludé a mi madre con un beso y asentí a mi padre, ambos devolvieron el saludo con una sonrisa leve.

El desayuno fue servido por mi madre, que nos preguntó sobre nuestro horario en el día y cualquier otra cosa trivial mientras los alimentos eran ingeridos, hasta que llegó la hora de irnos.
Después de lavar mis dientes y verificando que ningún mechón de cabello haya quedado suelto de mi coleta, bajé nuevamente las escaleras y me despedí de mi madre. Seguí a mi padre y ambos nos metimos en el auto, que arrancó y partió hacia la academia.

- ¿Cómo te sientes para este nuevo año? Hijo.- miré a mi padre con una mirada aburrida, pero él solo miraba el camino. Resoplé, cansado sin siquiera haber comenzado mi día.

- Llevo tres años en esta escuela, todos ellos han sido los mismos compañeros, los mismos maestros y los mismos pasillos. Simplemente es fastidioso.- el hombre rió mientras estacionaba y negó.

- Por más pequeño que sea el cambio, siempre genera grandes modificaciones ¿Quien sabe? Quizás este año sea mejor.- consoló, revolviendo levemente mis cabellos y desordenando mi coleta, no me molestó en absoluto. Sonreí leve y aseguré la mochila en mi hombro antes de bajar.

- Nos vemos luego, papá. Suerte en tu trabajo y saluda a Asuma por mí.- el hombre solo asintió con una sonrisa antes de que yo cerrara la puerta, el auto se marchó enseguida.

Con pereza y aburrimiento caminé por los pasillos, atravesando el patio delantero del gran colegio hasta llegar al salón B-21, que sería el que me correspondía este año.
Me senté en el último banco a la derecha, justo a un lado de la ventana, como lo hacía desde hace tres años. El lugar a mi lado siempre estaba vacío, no porque no tuviese amigos, si no porque siempre me aseguraba de que no fuese ocupado. Me gustaba recostarme allí para dormir en los recesos y sería fastidioso tener que pedir permiso para tomar mi siesta.

Enterré mi cabeza entre mis brazos, descansando allí para esperar al que sería nuestro primer profesor este año. Con la fama del hombre, todos sabíamos que llegaría al menos medio módulo tarde, como cada vez que nos tocaba con él.
Por ello, todos los niños se encontraban dispersos en el salón, hablando animadamente en tonos altos y poniéndose al día de lo que sea que hayan hecho en sus vacaciones de verano.
Patrañas ¿Que se supone que haría de interesante un adolescente de trece años además de jugar videojuegos? Exacto, nada en absoluto.

Tal como todos pensamos, media hora después la puerta del salón fue corrida y por allí entro nuestro profesor titular desde hacía tres años, Hatake Kakashi.
Con un carraspeó y olvidando las formalidades, como siempre, ordenó rápidamente que todos hicieran silencio.
Cuando todos estaban en sus lugares, finalmente tomó la palabra.

- Bien, enclenques. Como todos los años anteriores, seré profesor titular de este grado. Ya saben lo que eso significa y ya todos nos conocemos, así que pasaremos a lo importante.- levanté la cabeza por primera vez desde que el hombre entró, intrigado por lo que sea que el hombre diría. Caminó hasta la puerta, que se encontraba entreabierta, y entro nuevamente, solo que esta vez estaba acompañado de un niño. Un tierno niño sonriente de mejillas ligeramente abultadas y rosas. Kakashi tocó su hombro y dijo algo en voz baja, o eso creo, porque sus labios se movieron, pero no escuché palabra alguna.

El niño asintió levemente y hurgó en su bolso con esmero, hasta que sacó un cuaderno naranja decorado con dos franjas negras al costado. Rebuscó entre las páginas, con sus manos temblando, hasta que encontró lo deseado y lo exhibió a la clase, sin borrar una sonrisa tierna que rozaba los nervios.

"Soy Uzumaki Naruto, es un placer conocerlos."

Cuando todos habíamos leído, totalmente confundidos por la extraña presentación, el niño cambio la hoja nuevamente.

"Si quieren hablar conmigo, por favor, utilicen este cuaderno para hacerlo."

Después de dar algunos segundos para que todos pudiesen leer, volvió a cambiar de página.

"No puedo escuchar."

Con la declaración, varios jadeos de sorpresa se escucharon en el aula. Pero el niño no se inmutó ante las miradas de lástima o confusión. Solo mantuvo su sonrisa sincera todo el tiempo.
El toque del maestro en su hombro lo hizo voltear y Kakashi hizo extrañas señas con la mano.

- Ve a sentarte para comenzar la clase.- la sonrisa de Kakashi nunca se borró de su rostro, aunque era tapada por su máscara. El niño asintió y sonrió.

- Muchas gracias, Kakashi-sensei.- las señas extrañas también fueron hechas por las pequeñas manos de Naruto, pero por más que me esforcé en intentar adivinar que decían, simplemente no pude.- ¿Dónde debería sentarme?- la mirada de confusión se dejó ver en los ojos celestes de Naruto.

- Te presentaré a mi mejor alumno, seguro serán buenos amigos. Suele sentarse solo, pero creo que vas a agradarle.- una sonrisa se dibujó en los labios de Naruto nuevamente y miré confundido como Kakashi me señalaba despúes de dejar esos raros movimientos de manos.

Suspiré leve, no me agradaba para nada la idea de compartir banca pero no tenía otra opción si Kakashi lo asignaba aquí.

Naruto, sosteniendo firmemente su bolso en su hombro, se acercó a mí con paso tranquilo. Su cuaderno era aplastado contra su pecho por su brazo, pero fué extendido frente a él cuando estuvo lo suficientemente cerca de mí. Con movimientos rápidos, escribía en una de las hojas hasta que terminó y lo tendió frente a mí.

"Es un placer conocerte, Shikamaru. Seremos compañeros de banco, espero nos llevemos bien."

Sonreí levemente por la educación del niño y corrí mi mochila para que pudiera sentarse a mi lado, más por educación que por gusto.
Tomé el cuaderno entre mis manos y con mi propio lápiz escribí en él.

"También es un placer conocerte, Naruto. Y también espero que nos llevemos bien."

Cuando termine, lo tendí hacia él. Me sonrió levemente luego de leerlo y ambos continuamos hablando en pequeños mensajes por papel hasta que la clase comenzara. Era problemático y algo molesto, pero no tenía corazón para decirle eso a Naruto y menos cuando sonreía tan sinceramente al recibir el cuaderno con una nueva nota, así que solo contesté breve durante la clase.

Si no hubiésemos estado tan concentrados en nuestra conversación por carta, nos habríamos percatado de la sonrisa dulce y la mirada feliz que Kakashi nos dedicaba.

Compartir banco no fué tan malo despúes de todo.

𝔸𝕞𝕠𝕣 𝕤𝕚𝕝𝕖𝕟𝕔𝕚𝕠𝕤𝕠•ShikaNaru•🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora