Noctum y Dyrium (Settphel)

EXTRA: Especial de Año Nuevo

N/A: ¿Por qué ahora? Porque esto estaba en mis borradores y lo hice con tanta dedicación para ustedes que debía estar. Planeaba publicarlo entre el 30 y el 1, pero por cuestiones personales la corrección se atrasó. Mil disculpas de antemano.

Por otro lado, esto es una muestra de agradecimiento de parte de su escritora, por todo el apoyo que me han brindado en este primer proyecto mío. Muchísimas gracias por los ya 12k de visitas, por todos sus votos y comentarios, que tan feliz me han hecho en el peculiar 2020, los amOoooOoOoooO<3 Este fanfic se extenderá unos meses más, pero necesitaba una forma para cerrar tal memorial año, y expresar mi enorme gratitud con todos ustedes que se tomaron parte de su tiempo para detenerse por aquí y leer mis palabras. Se los adora<3, y espero que pasen un próspero año nuevo y hayan pasado preciosas festividades<3

PD. Se los invita también a leer un one-shot de la misma parejita, hecho para un intercambio navideño en un grupo Settphel. He decidido corregirlo y publicarlo, así que en un par de días estará disponible en mi cuenta para quien quiera ojearlo. Sin más preámbulos, les dejo:

ADVERTENCIA: Este capítulo es un EXTRA; está ambientado en la rama principal de esta historia, sin embargo, no contiene ningún dato de suma relevancia para el desarrollo de la temática principal. Eres libre de elegir si leer este episodio o no.

Disfruten. 

-.-

Cierto peculiar día, Sett le enseñó al Chico Luna, a puño y letra, una de las más marcadas tradiciones jonianas.

Ambos se encontraban en la cueva del vastaya, una noche anterior; Aphelios espera en su asiento por la cena, ensayando su próximo reporte. Sus murmullos solo son acompañados por el sonido de una torrencial tormenta afuera y el crepitar del fuego adentro; hasta que Settrigh comenzó a inundar la estancia con un bajo tararear. Empezando con silbidos sutiles, hasta elevarse y cantar con la garganta acompasadamente; no nota lo alto que lo hace hasta que siente la mirada del lunari desde su lugar. Ríe internamente, siendo capaz de identificarle la curiosidad al muchacho.

Prepara los dos platos de espárragos con quínoa y se vira, llamando la atención de su invitado con un carraspeo. —: Bueno, kem da'ela —ronronea, yendo a la mesa mientras retoma su canción. Phel lo ve ejecutar una voltereta exagerada al llegar a su lado para finalmente agacharse a su altura, mostrándole de cerca lo que trae—. Vio traq lak issuel; 'mong.

—No tengo idea de qué estás diciendo —adelanta—, pero si es un puesto en tu Arena otra vez, no gracias.

El hombre bestia echa una carcajada, sentándose en frente de su anfitrión. —Nah, eres muy escuálido, chico de montaña. Te devorarían en un día —se burla—. Es una oración para los espíritus de estos tiempos —explica, con un tono de misticismo. Luego, deposita ambos platillos en sus correspondientes sitios—. ¿Ustedes no tienen una?

—¿Una oración? —cuestiona Phel, pizcando su porción con un cubierto—. Hay alabanzas para cada transición de nuestra Luna, se practican en soledad o con un Sacerdote. La más importante es Die Plenae.

—Oh, ¿es esa? —curiosea el forastero, masticando su pedazo—. Y ¿cómo... proceden?

—¿Proceder?

—¡Claro! ¿Es la de mañana, del Año Nuevo?

Aphelios gesticula una mueca desconcertado. —¿Año Nuevo...?

—¡Claro! —vuelve a exclamar el mestizo, sin percatarse de la confusión ajena. Emite su tararear, esta vez acompañado de un chasquido de dedos; se detiene solo para seguir hablando—. En Jonia, vastayas y humanos por igual ofrecen devociones a los espíritus de nuestros antepasados, los que velarán que el próximo año sea próspero y certero. Mi madre ama esta festividad, heredé un poco de su emoción —ríe—. En las Arenas, me gusta ser el primero y dar un buen espectáculo de apertura a una nueva temporada —presume, con una sonrisa altanera que rápidamente se transforma a una más dulce—: Y en casa, mamá llenaba la estancia de luces y colores, cocinaba algo rico y brindábamos a la media noche. Decía que empezar el año al lado de tus seres queridos hace que los antecesores se reúnan en el mismo lugar para estar con todos, y hey, si lo dice ella ¡así debe de ser! Lástima que en esta ocasión no tendré nada de eso... —suspira.