—Dame ese —Settrigh señala a un atado de coles y acelga colgado en la pared. La vendedora tiene que pararse en un banquito para alcanzar el nudo y desatarlo, así que para mostrarle de cerca la mercancía al cliente, también debe ponerse de puntitas y este agacharse—. Sí, este —cuenta las monedas en su palma y las intercambia por las verduras.
Se endereza, dispuesto a buscar lo que falta y a Aphelios entre la multitud, sin embargo y accidentalmente al hacerlo, empuja a una persona a su lado. Inmediatamente se coloca de cuclillas para tender su mano. —Discúlpeme, no lo vi ahí. ¿Se encuentra bien?
El aludido se sacude el polvo de los ropajes, devolviendo a su vez sus compras caídas a su bolsón. —No es problema, señor —dice, pero cuando está a punto de aceptar la ayuda, sus miradas conectan y el sujeto se transforma. Su rostro se desfigura del horror previo a lanzar un alarido agónico.
Se arrastra hacia atrás con desesperación y propina un golpe en la extremidad extendida del mestizo para apartarla de sus narices. —¡Bestia, una bestia! —exclama, ante un aturdido Sett—. ¡Aléjate! ¡¿Quién te ha permitido penetrar estas santas tierras!? ¡Aléjate!
El joniano gesticula muecas extrañadas al reconocer la bronca e impotencia entre sus gritos, mientras algunos transeúntes forman un círculo entorno a ellos, viendo la escena que comienzan a montar. —No le haré daño, señ-...
—¡Tus pecados y los de los tuyos no serán eximidos por nuestra Luna!
—Señor, le ruego se calme y-...
—¡Aléjate, monstruo!
Settrigh remoja sus labios al sentir el leve picor de la ira emerger en su interior, tratando de contar hasta diez para serenarse. El hombre no está empleando buenos seudónimos para aligerar el ambiente. —No hice nada —se defiende ante las miradas inquisitivas a su alrededor, enderezándose despacio mientras levanta las manos donde se pueda verlas. Ni golpeado, ni robado, o algo parecido—. Así que, quiero una explicación.
—¡Alimaña insolente! —escupe, literalmente, el lunari, entretanto un par de targonianos lo ayudan a ponerse de pie.
—De verdad, no sé qué es lo que-...
—¡Mis antecesores perecieron por tu culpa! —revela, y el joniano presiente que se ha perdido detalles, porque tras la declaración, el gentío empieza a murmurar, apartándose de él sigilosamente.
Revisa disimuladamente entre ellos por algún rastro del Arma de los Adeptos, sin hallarlo. —Que no sé de lo que está hablando.
—Detestable homicida. ¡La Luna fue quien amparó a mi familia, a los únicos sobrevivientes, de las sucias fauces de tu especie! ¡Vastayano maldito! —el pelaje de Sett se eriza discretamente bajo la capa. Comienza a entrar en contexto: lo acusa de ser vastaya; ¿individuo/s asociado con su Arena? No, no coincidía—. ¡Un pueblo entero masacrado por uno de los tuyos, bebiendo su flujo de energía! ¡Tenía tus orejas! ¡¿Dónde están tus colas!?
Y abruptamente, a su parloteo lo acompañan dos cosas: primero, un jadeo genérico de la muchedumbre que ahora se apartan de los dos por igual, y segundo, un cuchillo con el que el mayor apunta al vastayano. El mestizo suspira por la nariz, sin moverse un ápice para no alterar a nadie, maldiciendo mentalmente y buscando la solución al escándalo sin noquearlo frente toda esta gente. Sin embargo, es otro tópico lo que lo desestabiliza de sus casillas, dejándole la consciencia en blanco solo por la irritación que bulle progresivamente en su pecho ante el hecho. Irritación enardeciendo y palpitando entre sus nudillos. —: ¿Por qué me estás metiendo al mismo saco que esos pulgosos?
—¡Bastardo! ¡Voy a matarte!
Sett ríe con la garganta. Quiere ronronearle: "Ven". Menos mal que no lo hace.
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Noctum y Dyrium (Settphel)
FanfictionSett ha llegado a Targón con el objetivo de encontrar dyriums. Cuando se vaya, un guerrero lunari le demostrará que no es lo único que desea llevarse. • Settphel • • SLOW BURN • Romance BL de Sett y Aphelios (League of Legends)