Eres Mía.

Capítulo 18.

Comino con pasos temblorosos y agarro firmemente el brazo de mi padre, levanto mi vista y lo veo, lleva un esmoquin color blanco al igual que mi vestido. Corro rápido y en cuestión de segundos estoy delante de el lo beso ferozmente y el responde gustoso, un gemido sale de mis labios acompañado por un gruñido de Derek. Nos separamos y miramos al padre.

-Ahora si- digo un poco agitada -Que empieze la boda.

Todos sueltan una estruendosa carcajada y yo los acompaño con una risa suave.

(...)

Derek topa la copa llamando la atención -Queremos hacer un brindis- dice -¡Por el nuevo miembro de la familia!- grita eufórico y toca mi vientre.

Veo sus rostros asombrados y después lleno de felicidad, personas se acercan a abrazarnos y felicitarnos, sonrió encantada, estoy muy feliz. 

Derek y yo caminamos hacía el auto que nos llevará a nuestra nueva casa para consumir nuestro matrimonio.