Bonita casualidad

Capítulo XVIII

Durante todo la mañana del viernes estuve nerviosa.

Por fin después de una semana desde que Cayla había logrado que hablará con Sebastián, aunque eso es un decir ya que solo era por mensajes, ambos habíamos podido concretar el día anterior, y tal como fue después de la primera vez que nos fue imposible volver a vernos, una salida; sobre todo porque ambos teníamos el tiempo suficiente para hablar de lo que había sucedido de manera calmada.

Miré de nuevo mi celular con la esperanza de que el tiempo avanza más rápido pero no, solo habían pasado cinco minutos desde que vi la hora por última vez, la ansiedad me volvía loca, sobre todo porque en mi mente había creado miles de escenarios fatalistas que le había comentado a Katrina y Cayla.

—Pensando así no vas a lograr nada —me había dicho Cayla el día de ayer por videollamada después que le contara que Sebastián y yo ya habíamos acordarnos vernos ese día por la tarde— En ese caso no hubiera hecho nada.

La miré avergonzada.

—Cayla basta, solo está nerviosa —le dijo Katrina seria antes de mirarme— Todo va a salir bien, verás que si, además solo explícale como fueron las cosas y como te sentías él va a entender.

—¿Y si no entiende? —le pregunté.

—Él se pierde de tenerte —respondió mi amiga con una sonrisa pícara.

—Él no... Bueno nosotros no... ¡Ay!

Escuché las risas de Cayla y Katrina.

Porque seré así pensé ya que era costumbre mía ser nerviosa y sonrojarme por casi todo.

—¿Te gusta? —preguntó Cayla a lo que negué moviendo mi cabeza— Te gusta —dijo Cayla pero como una afirmación.

—No me gusta —le refuté.

—Si te gusta de lo contrario no estarías tan nerviosa.

—No es por eso —le dije aunque ni yo tenía idea de porque era.

Cayla me miro como diciendo engáñate a ti pero a mi no me engañas.

—Te puedo preguntar algo —dijo Katrina y yo asentí— ¿Sigues enamorada de Alejandro? —y así los nervios se fueron tan rápido como la nostalgia llegó.

—Buena pregunta —dijo Cay y ambas me miraron expectantes.

¿Seguía enamorada de Alejandro? Era una pregunta que no me había hecho después de los últimos meses lo ultimo que había querido era pensar en mis sentimientos por él aunque a veces fallaba.

—No lo sé —les había respondido con honestidad después de un momento.

Ninguna dijo nada después de eso y desviaron el tema hacia trabajos de la universidad.

Suspiré recordando la última parte de la conversación aquella pregunta había estado en mi mente toda la noche y ahora.

Quería decir que si pero en ese momento recordaba la pregunta de Cayla te gusta había preguntado refiriéndose a Sebastián.

Los sentimientos son tan complicados cuando tienes el corazón roto pensé y volví a mirar la hora en el celular para frustrarme ¡Solo habían pasado tres minutos!

***

—Al fin ya acabo el día —dijo Raven— Vamos a comer una leche pantera—propuso.

—Claro —dijo Ari y las demás asintieron animadas después del día que habíamos tenido.