La negación es un flujo, todos lo experimentamos y no lo queremos. Los sucesos siempre traen consigo un mensaje. Por más trágico y tormentoso que se vea por donde pisamos, siempre saldrá la calidez para guiarnos y darnos un regalo.
Rowena estaba alterada y, mientras corría por las calles de Mazefrek, le era inevitable no llorar. No había querido dejar a su padre solo, pero si no iba en busca de algún médico, entonces sí estaría perdida.
Corrió con los pies descalzo, pisando la tierra y otras cosas que no podríamos describir, ya que era de noche y la oscuridad era una masa densa que no permitía ver más allá.
—Un médico —gritaba Rowena, por si alguien, a esa hora de la noche, la alcanzaba a escuchar.
No sabía dónde se encontraba, quizá estaba en el Centro. Su mente estaba tan trastornada que no reconocía nada bajo sus pies.
—Necesito un médico —gritaba con fuerza, mientras sollozaba y el dolor se impregnaba en su pecho.
Necesitaba recordar dónde vivía el médico Hitchger, el que siempre los atendía. Hacía bastante tiempo que no iban a su casa.
—Doctor Hitchger —gritó Rowena a mitad de la desesperación— ¡Doctor! ¡Un médico! Por favor.
Rowena estaba tan desesperada que no sabía qué más hacer. Todo en Mazefrek dormían plácidamente, era extraño que alguien estuviese levantado a altas horas de la noche.
Mazefrek no tenía tantas luces por la noche, era por eso que no todos salían, menos cuando había luna llena y la noche después.
—Por favor —gritó Rowena con más fuerza.
Mientras corría, tropezó con algo. No supo qué fue, pero terminó sobre la tierra, creando nuevas innecesarias heridas que le comenzaron a arder y querían infectarse por la tierra.
No les dio importancia, en ese momento era lo de menos. Su padre estaba en casa agonizando.
Volvió a levantarse, con sus manos quitó de forma rápida la tierra de sus piernas y falda y siguió corriendo, en busca de la casa del doctor.
«¿Cómo era? ¿De qué color era? ¿Por dónde estaba?» Su cabeza se sentía como un taladro en movimiento, su cabeza estaba mareada por el estrés que sentía.
Entonces tropezó por segunda vez, pero eso logró identificarlo como un escalón.
«¡Un escalón!» se levantó y siguió el caminó de dos escalones hasta una puerta grande y de madera.
—Tiene que ser aquí —se susurró— no puedo perder más tiempo.
Hizo su mano puño y tocó tantas veces como pudo mientras gritaba:
—¿Doctor Hitchger? ¿Está es la casa del doctor Hitchger? Es urgente, ¡necesito un médico!
Estuvo durante un rato el cual le pareció eterno, hasta que una mujer abrió la puerta, lucía realmente furiosa. Tenía el cabello castaño y con algunas canas, lo supo porque habían encendido una vela en el interior. Tenía arrugas alrededor de los ojos porque estaba observando fijamente a la chica.
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En las fauces del lobo | PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO
FantasyHabía una vez una chica que entró en las fauces del lobo para salvarse de los mismos lobos. ⋆ ☽ ⋆ Mazefrek es un pueblo olvidado de Rutonia a orillas de un Bosque Maldito, un pueblo llen...