Capítulo 22 : Fuera de lugar

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El sol recién sale, iniciando una nueva mañana. Todos los alumnos de la escuela UA están dormidos, descansando de una larga semana. Izuku Midoriya es uno de ellos, acompañado por sus pokémon, viéndose tan tranquilo e imperturbable.

De repente, la puerta de su habitación se abre de un portazo, dejando entrar a un joven hiperactivo y de gran ánimo.

—¡Despierta, Midoriya! ¡Ya es el día, hoy inicia el torneo por el que tanto has estado esperando! —exclama Fatashi con una sonrisa ciega, despertando al peliverde, quien pega un salto hasta el techo por el susto, obteniendo una reacción similar en sus pokémon—. ¡Hoy volveremos a enfrentarnos!

Fatashi abre los ojos y le encuentra con los pokémon del peliverde contra la pared, sujetándose el pecho por el susto. No parece ver rastros de Midoriya hasta que escucha el grito de una chica en el cuarto de arriba.

El peli naranja levanta la mirada y a Izuku con la cabeza incrustada en el techo, colgando del mismo. El peliverde intenta liberarse mientras suplica perdón. Se destraba y cae en la cama, viéndose con la cara llena de ácido, por grita de dolor y correr al baño para lavarse.

Dan Fatashi ve todo con sumo detalle y con la mano en el mentón.

—Interesante forma de despertar, Midoriya —pronuncia y regresa a su buen humor—. Por cierto, creo que el techo de tu habitación está roto. Deberías decírselo a los profesores para que lo arreglen.

Izuku está haciendo mucho esfuerzo mental para no romper el glifo mientras se lava la cara; los comentarios del aspirante a entrenador pokémon lo están empezando a irritar. Consigue controlarse y lavarse la cara.

Mientras tanto, otro griterío inicia por la escandalosa aparición de Fatashi, involucrando varias amenazas con explosiones, quejas de la hora y, por supuesto, a Mineta quejándose porque interrumpieron su hora de amor propio, consiguiendo que Bakugou vaya hasta su cuarto para explotarlo por arruinarle la mañana. Es así como un enano morado cae fuera de los dormitorios, dejando una estela de humo debido a la explosión. Una mañana extrañamente normal para la clase «A».

El peliverde sale del baño, secándose la cara con una toalla, solo para ver a Dan esperando en la puerta con una sonrisa inocente.

—Fatashi... —pronuncia Izuku mientras intenta descifrar la forma de actuar del peli naranja junto a sus motivos, consiguiendo sentir un fastidio que reprime—. ¿Por qué estás aquí?

Sabiendo que su pregunta no es suficiente para expresarse completamente, decide esperar la respuesta de Dan para poder continuar su muy entendible queja.

—Eso es obvio: vine a despertarte para que te alistes porque el torneo es hoy —responde entusiasmado.

—Claro... pero el torneo es a la tarde... —aclara, esperando que el aspirante a entrenador entienda su razonamiento, pero solo puede ver la misma sonrisa incauta de siempre—. Son las seis de la mañana...

—Sí, pero tengo entendido que madrugas para entrenar —refuta manteniendo esa ingenuidad ya característica de él.

Midoriya entrecierra los ojos, pensando en todo y en nada a la vez.

—Yo quería descansar... —Antes de seguir la oración, se detiene y suspira. —Olvídalo, solo espérame abajo... —indica, aunque Fatashi no comprende por qué:

—¿Y por qué no bajamos ahora?

Izuku lo vuelve a ver con una expresión que exige explicación de la vida y la evolución humana, rindiéndose ante la posibilidad de algún día entender cómo funciona el peli naranja y concluye sus pensamientos con un suspiro.

La búsqueda del poder (Bnha y Pokémon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora