Dedicado a ese chico que me pidió que volviera a publicar este libro.
Mis padres deseaban que llevara una vida convencional, como cualquier humano: escuela, novios y todo lo que me gustara. Sin embargo, al darse cuenta de que no encajaba del todo, optaron por la brillante idea de enviarme a Hogwarts.
Mi padre, es el híbrido original, y yo, la primera tribrida en la tierra. Soy Val, y esto que estás a punto de leer es mi historia.
¿Alguna vez has sentido la adrenalina de soñar que caes? Para mí, es excitante, emocionante y aterrador en cuestión de segundos, un reflejo para despertar.
— ¡Hey! —me tocaron el hombro aún más fuerte— ¡DESPIERTA!
La cabina era cálida y acogedora, pero lejos de mis padres, me sentía independiente y, a la vez, asustada.
— Tú eres la chica híbrida, ¿cierto? —habló un guardia.
Le sonreí cálidamente. — Tribrida, la original —volví a sonreírle.
— Estamos en luna llena, así que será mejor que... —el hombre sostenía un bozal para perros y se acercó para colocármelo.
Le di un empujón, levantándome de inmediato del asiento. — No he activado mi lado licántropo... aún no.
— Aún así debes usarlo —dijo.
— No lo haré —vacilé.
— Si lo harás.
— Oblígame —corrí por los pasillos del tren, el hombre me seguía, pensé en una maldición para paralizar su cuerpo, me detuve y lo miré directamente a los ojos— No me voy a poner esa cosa.
— Niña, solo cállate y hazlo —sacó su varita mientras se acercaba enfurecido.
— Amigo, escucha, si no le hago caso a mi mamá, ¿qué te hace pensar que a ti sí? —la varita del hombre voló a mis manos — Así que no me provoques.
El guardia me miró con rabia y lo que sucedió a continuación fue tan rápido que apenas pude describirlo. Se acercó en un abrir y cerrar de ojos, lo empujé, se golpeó la cabeza con el marco de una cabina y cayó al suelo.
— Ya levántate —dije entre risas— no es gracioso —su sangre se expandía por el suelo, su último respiro fue dramático y nada agradable— Mierda, carajo, mierda...
Había matado a un hombre y eso era malo. Quejándome del dolor de la transformación a licántropo, me pregunté qué debía hacer. Tenía que dar una buena impresión y lo primero que hice fue matar a un hombre. ¡Matar, asesinar, muerte! La muerte sería mi destino si mi mamá se enteraba, pero era un secreto que podía guardar por un tiempo.
Cuando llegué a donde debía estar desde hacía mucho, no dejé de tronarme los dedos nerviosa y angustiada. Estaba escondida para que no me viera nadie. Tomé aire y me paré en la entrada del gran comedor mientras Dumbledore hablaba. Todos me observaban.
— ¡Hey! —hablé fuerte— creo que el guardia está muerto.
**Favor de leer la info del libro :)**
xoxo
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Tribrida en Hogwarts ©
FantasyLa chica tribrida llega a Hogwarts a poner el mundo de todos de cabeza. ***Este libro estará demasiado editado y cambiado a la original, basándome en la vivencia pero agregándole cosas que puedan llegar a interesar más y bueno convirtiéndose en algo...