Tribrida en Hogwarts ©

Disfruta del silencio

Cuando Draco salió de la habitación con Pansy, ella se limpió los labios con la mano, su mirada irradiaba felicidad y excitación.
Me miró y sonrió como si me provocara celos saber que ellos entraron ahí.
Con cada vaso de alcohol que tomaba sentía que la confianza en mi interior se iba asomando cada vez más; mientras que calor y la adrenalina recorrían mi cuerpo.
Se escuchaban parloteos y risas por cualquier lado, todos sin saber a donde moverse por el alcohol.

La botella paró enfrente de Fred y esta me apuntaba a mi.
— Reglas son reglas -dijo con una sonrisa en la cara. Entramos a la habitación y ya dentro él no dejaba de mirarme.

— ¿Qué me ves? -solté.

— Nada -respondió encogiéndose de hombros.

Solté una risa y le di un golpe en el pecho.
— ¿Viste que Cedric no me ha dejado de ver en toda la noche? -le dije.

— Ajá -respondió dándole un sorbo a su bebida.

— ¿Acaso estás enojado? -cuestioné solemne.

— No -contestó gélido.

— ¿Y por qué actúas cómo si si lo estuvieras? -dije acercándome un poco a él, levanté la mirada y él se encorvó un poco para verme más de cerca — ¿Acaso quieres que haga contigo lo que hice con él hace rato?

Se quedó callado mirándome como si le preocupara lo qué pasó entre Cedric y yo.
— Hazlo.
Tomé el cuello de su playera y lo atraje a mi, su rostro quedaba a unos centímetros del mío, cerró sus ojos y tragó grueso.

— Ay Fred -dije en voz baja — no hicimos nada, así que no te alteres pesando que si -susurré cerca de sus labios.

Me alejé de él de golpe dirigiéndome a el pomo de la puerta y salí de ahí.
Mientras caminaba pude verlo por última vez saliendo de la habitación con una sonrisa victoriosa.

Propuse cambiar el juego por el de la botella, todos aceptaron.
Después de unos besos entre la gente, la botella paró enfrente mía apuntando en medio de la chica pelirroja y Fred. Él mostró una sonrisa de oreja a oreja levantándose del suelo; pasé a su lado y le ofrecí mi mano a la chica.
Ella se levantó mientras comenzaba a soltar algunas risas de nervios, tomé su rostro con ambas de mis manos y junté mis labios con los de ella.
Me despegué de la chica sin dejar de tomar su rostro entre mis manos. La mayoría de los chicos en esa fiesta estaban con la boca casi abierta; mientras que Hermione estaba riéndose con ambas manos en su cara.

— Val­­­ -le sonreí.

—Ginny Weasley -respondió devolviéndome la sonrisa.

Me acerqué a Fred y a George susurrando en su oído. — Espero que no se hayan excitado, es su hermana.

Ginny me tomó de la mano con fuerza y empezó a caminar a donde estaba Hermione y una chica rubia.

— ¡Eso fue increíble! eres una perra y, ¿viste la cara de Fred? -habló entre carcajadas — ¡Oh! ellas son mis amigas, Hermione y Luna.

— Hola -les dije.

— Creo que fue muy linda la manera en que le diste el beso -comentó la rubia con calma.

— Es impresionante ver que no eres como te describen los demás -habló Hermione mirándome con los ojos entrecerrados.

— ¿Loca?

Ella negó con la cabeza.
— Atemorizante.

— Lo soy cuando es necesario.
Hermione solo asintió con la cabeza dándome la razón.

— ¿Y qué hiciste con Cedric ahí adentro? -preguntó Ginny.

— Nada -comencé a reírme — me gusta el drama.

— ¿Ves a esa chica de ahí? -Hermione la señaló con la mirada — es Cho Chang, le gusta Cedric.

Ella me miró directo a los ojos, sus puños estaban cerrados, tanto que se podía ver el blanco en sus nudillos. Esbocé una sonrisa abierta, cosa que la chica no tomó bien desviando la mirada con ira.

— Te verá así por mucho tiempo -dijo Hermione.

— No le hagas caso, Val -habló luna pasándose un mechón de su cabello detrás de su oreja — no es tu culpa que Cedric se sienta atraído por ti y no por ella...A veces la gente no comprende que no es fácil amar a alguien con quien no lo deseas-

La miré incrédula ante su comentario; pues era evidente que Cedric tenía un gusto por mi aunque no creía que lo suficiente para centrar toda su atención a mi.

— Voltea -señaló Ginny.

Cedric me estaba mirando como si su vida dependiera de eso, se sonrojó al darse cuenta que lo atrapé viéndome.

— ¡Le gustas! -Ginny me dio un golpe en el hombro

— ¿Qué se supone que son esas canciones? -pregunté.

— Siempre ponen eso -contestó Hermione.

Hice una mueca y arrugué la nariz con desagrado.

— Ahora vuelvo, no me tardo.

— ¿A dónde vas? -dijeron las tres.

— Pues por música -respondí.

Escuché que Hermione les dijo:
— No se tardará, es tribrida...¿sabes lo rápidos que son los vampiros? Lo leí el otro día.

Mi velocidad era casi como un movimiento instantáneo, aceleré mi movimiento para cubrir la distancia desde la sala común de Gryffindor a mi habitación en un instante. Mi padre describía nuestra velocidad como algo más rápido de lo que el ojo humano podría ser capaz de captar.

— Cuando corren es como si se desenfocaran de la vista y fueran vibrantes del movimiento, pueden aparecer y desaparecer silenciosamente -toqué su hombro y ella terminó de decir — ¿Vieron? les dije que no se tardaría.

Enjoy the silence de Depeche mode comenzó a sonar. La gente se balanceaba de un lado a otro dejándose llevar por la melodía de la canción. Draco seguía sentado mientras veía a Pansy bailando, Blaise estaba pegado a una chica susurrando algo en su oído mientras ella se reía de lo que le decía, Fred y George bailaban como señores sin ritmo hacia mi.

Fred apoyó su brazo en mi cabeza y George pasó su brazo por mis hombros.

— ¿Qué es eso?-preguntaron.

— Un toca discos -respondí.

Todos brincoteaban de la emoción, cuerpos que emanaban calor y desprendían aliento a alcohol. Los amigos de Cedric lo empujaron a mi lado.

— Hola -dijo mientras tomaba ambos de mis brazos con delicadeza enrollándolos a su cuello.

— Hola -respondí sonriendo con nerviosismo. La canción terminó dándole entrada a policy of truth.

Y de repente todo en negro...